Ignacio Juliá

CEO en España del Banco Santander

«Los bancos necesitamos un marco regulatorio que piense más en crecer y en un terreno de juego equilibrado»

El XXVII Congreso Nacional de Empresa Nacional también ha servido como carta de presentación en sociedad de Ignacio Juliá como nuevo CEO en España del Banco Santander, entidad que patrocina la cita. Un cargo que ha pasado a ocupar a comienzos de este mes en sustitución del histórico Ángel Rivera. «Es un placer participar en un acto que acoge una ciudad con tanto significado para nuestra entidad, en la que nació hace 167 años», ha reconocido el nuevo consejero delegado, que ha hecho de su intervención una auténtica declaración de intenciones y peticiones. Habla de acelerar, de ir a más, de internacionalización, pero de hacerlo siempre de una manera sostenible. Algo que, asegura, el Banco Santander quiere impulsar, pero para lo que reclama más soluciones y apoyo del sistema público.

Juliá habla de la situación actual como un momento de retos, cita entre ellos la adopción de la tecnología, la demografía y la incertidumbre geopolítica. «En un panorama marcado por la disrupción tecnológica en el que todo cambia a velocidad vertiginosa tenemos que buscar la manera de ir más deprisa, de encontrar las palancas de la transformación empresarial para que nuestras compañías no se queden descolgadas en esta carrera mundial». Un reto para el que, recalca el CEO, «el volumen de recursos necesarios para que la Unión Europea no pierda competitividad es ingente», pero que hay que enfrentar inexcusablemente porque «el informe Draghi ha puesto en relevancia y en alerta que estamos quedándonos atrás frente a las economías de Estados Unidos y China».

Aunque también es cierto que en su discurso el CEO del Santander (que hasta este mes era consejero delegado en ING) ha reconocido que la economía española «lleva cuatro años consecutivos creciendo por encima del Unión Europea» pero dice que existe la necesidad de preguntarse si ese crecimiento se está produciendo «de manera sostenible» y tomar medidas para que así sea. Algo en lo que cree que los bancos juegan un papel crucial. «Las entidades bancarias estamos en una posición única para apoyar y financiar las inversiones necesarias para transformar la economía, pero necesitamos un marco regulatorio que piense más en crecer y en favorecer un terreno de juego equilibrado para que no haya lastre para que las empresas inviertan, innoven y generen empleo de calidad».

Así que como vía principal para encarar ese reto Juliá ha mencionado que hay que «encontrar facilitadores para la inversión privada». Una eliminación de barreras que para el consejero delegado pasa por «la simplificación de las normas, eliminar la burocracia de los procedimientos y pensar en una regulación que favorezca la innovación». Asimismo, incide en una mayor colaboración entre el sector público y privado. «Hay que apoyar a las empresas para que puedan encontrar la fuerza laboral que necesitan y puedan conectarse con perspectivas globales, para lo que es necesario la competitividad y la productividad para dar ese salto internacional».

Un camino en que el Banco Santander tiene una demostrada trayectoria que les capacita, ha dicho Juliá, a respaldar a otros a impulsar sus proyectos. «Tenemos mucha experiencia porque nos hemos enfrentado a grandes crisis globales que hemos superado con éxito gracias a nuestra diversificación, así que sabemos cómo ayudar a dar ese salto internacional».

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