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Ariane 6 es la punta de lanza en la carrera por la vanguardia tecnológica que disputa la Agencia Espacial Europea (ESA), una competición que tiene en este cohete al protagonista en la contienda que las potencias mundiales mantienen por dominar la nueva generación de ... lanzamientos, con nuevas expediciones a la luna marcadas en rojo en las agendas de los diferentes países y entes supranacionales. En esa compleja maquinaria, donde cada factor puede ser determinante, Cantabria tiene su papel, toda vez que el Grupo Calcom (Construcciones y Montajes Calvo) participa mediante la construcción de los «hangares» en los que se introducen las piezas y diversos útiles del transbordador rumbo a Ginebra. El último paso hasta su ensamblaje previo al despegue hacia el espacio exterior. Un itinerario que comienza en el Polígono de Barros y acaba en Suiza con salida desde los muelles del Puerto de Santander.
¿Cómo empezó Calcom a participar en un proyecto tan sofisticado y con la ESA de por medio? «Pertenecemos a un grupo del que me encargaron su creación, Santander Global Metal (SGM). Los socios somos empresas y nació para competir en el exterior de forma conjunta. Fue hace cinco años. Por mediación de SGM conseguimos contactar con un grupo -no aporta más detalles por motivos de confidencialidad- especializado en trabajos aeroespaciales. Esta empresa vino a hacernos una auditoría, en concreto a Calcom. Vio que estábamos cualificados para llevar a cabo estas actividades, al tener todo el proceso integrado, desde una ingeniería muy potente hasta los trabajos de pintado, pasando obviamente por la calderería», comienza Faustino Lambrea, director general del Grupo, con más de 40 años de trayectoria y 120 trabajadores.
Calcom pasó con nota estos exámenes, puesto que el cliente ya había probado previamente con otras tres contratistas y no había quedado satisfecho. Hasta que apostó por Cantabria. «Nosotros fabricamos unos contenedores que en realidad son talleres itinerantes. Parte de las piezas del Ariane se transporta aquí, así como el ensamblaje. Lo sorprendente de este proyecto es que todas las medidas y exigencias que tiene son similares a como si fueran para el cohete. En la longitud que tiene, las tolerancias son impropias en el mundo de la calderería, roza lo imposible», anota.
Calcom tiene por el momento encargados cuatro hangares, de los que ya ha entregado dos. «El pedido puede llegar a seis. Posteriormente ya se verá. Es posible que nos adjudiquen de mayores dimensiones y otros seis o siete de menor tamaño. Evidentemente, la incertidumbre actual condiciona el desarrollo del proyecto, por lo que estamos a la espera de que no se paralicen los planes hablados».
Los dos primeros se entregaron hace apenas unas semanas, aunque el coronavirus condicionó los plazos, según Lambrea. «Tendrían que haber salido el año pasado. Ahora, de nuevo, va a depender de cómo evolucione la pandemia. Nosotros de momento no podemos avanzar más. En realidad en un mes tendríamos que entregar los otros dos», anota el responsable.
Cada hangar de los fabricados en Los Corrales pesa unas 40 toneladas, con 21 metros de longitud. En relación al tiempo que dura la producción, la empresa precisa que «depende de los productos que vaya a albergar. Hay diversas modificaciones sobre la marcha. Al final, por dentro se va cambiando de forma progresiva», explica el director general.
¿Aspira Calcom a especializarse en este tipo de encargos especiales dentro del negocio aeroespacial? «Claro. Ellos están muy contentos con el acabado técnico que les estamos dando. Incluso propusimos una serie de modificaciones que aceptaron. Trabajamos para fidelizar al cliente», agrega.
Más aún cuando en la coyuntura actual «los grandes proyectos están paralizados, por lo que la plantilla va fluctuando. Ahora estamos en 120 personas, aunque la estructura está fijada para 140 trabajadores».
El momento actual supone la guinda a una trayectoria de 42 años en la que el propio Lambrea fue uno de los fundadores. La organización surgió como una Sociedad Anónima Laboral (SAL) con el impulso de varios «compañeros». «A partir de ahí la gente se fue jubilando. De los fundadores sólo quedó yo», apunta el director. De hecho, su hijo, Mikel Lambrea, está preparándose ya para poder tomar el relevo en el futuro.
¿Cuál ha sido el valor diferencial para que Calcom pudiera entrar en este nicho de mercado tan exigente? Además del hecho de contar con un departamento de ingeniería potente, englobado en la sociedad IDiCal, la compañía insiste en la ventaja que para su cliente ha supuesto su capacidad de ofrecer prácticamente el proyecto 'llave en mano', es decir, que el proceso de construcción, pintado y diseño esté todo el momento bajo el control de un único interlocutor. Asimismo, la proximidad del Puerto y los accesos por carretera también pesaron en la decisión y en la satisfacción final visto el desarrollo de los trabajos. «Cuando fundamos SGM aspirábamos a proyectos de este tipo. Esto al final es un sueño para nosotros», cierra.
Calcom desarrolla su actividad en diversos sectores como minería, militar, petroquímica, renovables, nuclear, naval o siderometalurgia, entre otros, gracias a sus diferentes sociedades centradas en obra civil industrial, tuberías mecánicas, instalación eléctrica, ingeniería avanzada, calderería, acabado de superficies o instalaciones de procesos.
Arianespace, la principal compañía europea de servicios de lanzamiento, dio orden a ArianeGroup para que comenzara la fabricación en serie del primer lote de 14 ejemplares del futuro cohete espacial europeo Ariane 6.
La Agencia Espacial Europea (ESA), ArianeGroup y Arianespace, esta última responsable de la comercialización, han diseñado un plan para que las 14 misiones vuelen al espacio entre los años 2021 y 2023, en paralelo con los últimos ocho despegues del Ariane 5, el lanzador al que el Ariane 6 va a relevar de forma progresiva. Esta hoja de ruta está condicionada por el covid, pero en Los Corrales están listos para el desafío.
En noviembre de 2015 se produjo la presentación en sociedad de Santander Global Metal (SGM), un consorcio de exportación formado por empresas del sector metal-mecánico de Cantabria. En su arranque disponía de más de 72.000 m2 de superficie productiva, distribuidos en 10 centros de trabajo especializados en los diferentes servicios que ofrece el grupo y con un equipo humano formado por más de 800 empleados.
Aquel germen permitió, tal y como explica Faustino Lambrea, salir a ferias internacionales. En Francia se produjo el contacto para el contrato actual del Ariane 6.
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