Adrián Martínez: «No basta ser emprendedor, hay que tener un producto y meterse en el barro»

-¿Cómo nace la empresa STOL?

-Heredamos de mis padres la empresa de muebles y decoración Campoloco. Yo me fui a trabajar a Madrid después de estudiar Caminos, pero en 2015 la empresa familiar iba mal y decidí apostar por ella y volví para apoyar a mi hermano se había quedado aquí. En 2017 pasamos de vender muebles a, además, fabricarlos de una manera personalizada y sostenible y nació STOL. Todos sus diseños se pueden encontrar y comprar en la página web, aunque también contamos con dos tiendas físicas, la más antigua está situada en Cantabria, y la otra en Las Rozas (Madrid). Además, estamos pensando en abrir otra física en Barcelona porque allí tenemos mucho mercado. Empezamos con pocos recursos, comprando la madera justa para los encargos y sin taller. Luego fuimos comprando maquinaria (usada). Nos centramos en las mesas de todos los diseños, aunque hacemos otros productos. Somos diez empleados.

-¿Qué ha aportado la experiencia de participar en la lanzadera impulsada por Juan Roig?

-A mi siempre me ha interesado el ámbito de las tecnologías y cuando conocí la experiencia de la lanzadera de Juan Roig y lo que aportaba de formación y posible financiación me apunté y nos eligieron. La experiencia es muy interesante porque trabajas en un ambiente que te anima y puedes contar con los consejos de personas que llevan a cabo muchos proyectos de éxito. Los tienes a tu alcance. Además, también te buscan financiación. En nuestro caso, como la empresa ya estaba en marcha, participamos en un nivel un poco más alto que los de proyecto más iniciales y no necesitamos financiación.

-¿Qué consejo se puede dar a los jóvenes que quieren poner en marcha su propio proyecto?

-Soy partidario del planteamiento de Eric Ries en su libro 'El método de Lean Startup' en el que sostiene que el éxito de una 'startup' no es consecuencia de buenos genes o de estar en el lugar correcto en el momento adecuado. sino que se puede diseñar siguiendo el proceso correcto. Hay que tener el producto adecuado mínimo y que se pueda vender, que sea viable y luego estar en un proceso de mejora continua, contando con las opiniones de los clientes. Por ejemplo a través de la web de la empresa e incluso or whatsapp. Para mi, o basta solo el emprendimiento, hay que involucrarse, trabajar duro, meterse en el barro. Mis primeros tiempos en la tienda de Madrid eran estar allí desde las 9 de la mañana a las 9 de la noche. El esfuerzo es parte importante del éxito.

-Además de un buen proyecto, es necesaria la financiación...

- Es importante, pero soy optimista. Contamos como el 'bootstraping', que consiste en empezar con pocos recursos e ir aumentando la inversión a medida que se van incrementando las ventas. Además, hay apoyos de empresas públicas como Enisa o CDTI que facilitan préstamos y opciones como asociarte con otros 'business angels' en pequeñas redes, o coinvertir a través de las plataformas existentes.