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Un trabajador en una fábrica de vehículos con mascarilla. Efe
BBVA prevé una «profunda recesión» en la que el PIB caerá un 8%

BBVA prevé una «profunda recesión» en la que el PIB caerá un 8%

El gabinete de estudios de la entidad calcula que el paro superará el 20% este año y que los niveles de actividad previos a la crisis no se recuperarán hasta 2022

Martes, 21 de abril 2020, 12:43

«La recesión es absolutamente inevitable». Así ha comenzado la presentación del informe 'Situación España' que este martes publicó BBVA Research, el gabinete de estudios de la entidad, que prevé que la economía española se hunda este año un 8%, siempre que el confinamiento de la población se levante a las ocho semanas, como está previsto hasta el momento (10 de mayo). En caso de que se alargue más por motivos sanitarios, el PIB puede contraerse «más de un 10%», señalaron los economistas.

Así, el organismo prevé que aunque la economía crecerá un 5,7% en 2021, no se logrará recuperar los niveles previos a la crisis en cuanto a la actividad productiva hasta 2022. En rueda de prensa telemática, el director de BBVA Research y economista jefe del grupo, Jorge Sicilia, aseguró que la recuperación económica será en forma de V, al contrario de lo que este mismo lunes consideraba el Banco de España en su balance trimestral. En su opinión, en el conjunto de la economía la recuperación será en V, aunque «con muchas dudas sobre la profundidad del vértice y de cómo de abierto será el pico de esa V», pero dentro de la economía habrá recuperaciones «muy diferentes» por sectores.

Además, en ausencia de ayudas paliativas impulsadas por el Gobierno, el golpe para la economía sería aún mayor. Concretamente, estiman que el descenso sería 3,5 puntos mayor a lo previsto, es decir, un hundimiento del 11,5% del PIB sin el plan de choque adoptado. Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico, aseguró que la mitad de ese efecto positivo se debe al plan de 100.000 millones de euros en avales públicos que el Estado ha facilitado a la financiación de las empresas, pymes y autónomos, y la otra mitad al resto de medidas.

A pesar de la gran caída que pronostican en el PIB, las previsiones son más positivas que las que este lunes daba el Banco de España. El organismo calculó un desplome del 13,6% de la economía en caso de que el confinamiento dure hasta junio y un 8,7% de caída si el confinamiento es de ocho semanas pero la normalización de la actividad no llega antes de fin de año. Por tanto, su pronóstico se asimila al que dio el FMI la semana pasada, que también vaticina una caída del 8% este año para el PIB de España.

Por trimestres, BBVA Research prevé una caída del PIB del 3% el primero y del 12% el segundo, a la que le seguirá una recuperación del 0,4% en el cuarto «en forma de V asimétrica», señaló Doménech. La recuperación por tanto será más lenta que el desplome inicial y a final del año el PIB estará todavía «más de cinco puntos» por debajo de lo que se estimaba que creciera antes de que estallara la crisis.

El paro por encima del 20%

Aunque el organismo destacó que el empleo se deteriorará «menos que en anteriores recesiones», la tasa de paro alcanzará el 20,5% este año, lo que suponen unos 5 millones de personas sin empleo. La recuperación en 2021 será progresiva hasta cerrar el año con una tasa del 17,3%, aún tres puntos por encima de los datos precoronavirus.

La caída del empleo será menor en términos absolutos que la actividad ya que la utilización de los ERTE reducirá la cantidad de empleo destruido los próximos meses y «el coste en puestos de trabajo no sea tan elevado como en otras recesiones», explicaron. Aún así, la gran dualidad que existe en España entre fijos y temporales hará que los más perjudicados en esta crisis sean los segundos.

El mayor gasto público en políticas que mitiguen los efectos de la crisis hará aumentar el déficit hasta el 10,8% del PIB este año, que seguirá en el 6,7% a finales de 2021. «Esto repercutirá mucho en el aumento de la deuda pública», señalaron los expertos, que la sitúan en el 115,8% del PIB en 2020 y solo se reducirá un punto a finales de 2021.

Una renta mínima que no incentive la economía sumergida o el paro

La renta mínima es ahora «más necesaria» que en otros momentos para evitar el riesgo de pobreza extrema de determinados colectivos, considera BBVA Research. Pero advierte de que si se convierte en permanente -como plantea el Gobierno- habrá que «cuidar mucho los detalles» de su diseño para que dé más beneficios que coste y evitar así «efectos desincentivadores» de acceso al mercado de trabajo o «connivencia» con la economía sumergida.

«Es muy importante que esté integrada con las políticas activas de empleo para evitar trampas de pobreza, desincentivos para buscar empleo o connivencia con la economía sumergida», señaló Doménech.

Por su parte, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), ha realizado un primer análisis del impacto del coronavirus en la economía española y propone una renta mínima «de último recurso de carácter transitorio» y «restringida» a aquellos que hayan agotado todas las demás prestaciones.

Así, desaconseja tener que esperar a poner en marcha un ingreso mínimo de carácter permanente porque eso podría «retrasar demasiado una medida que busca cubrir necesidades urgentes».

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