Borrar
Operarios preparan la mercancía de un barco en el Puerto de Santander. DM
BBVA Research eleva la previsión del PIB de Cantabria al 2,3%, pero sigue a la cola de las comunidades

BBVA Research eleva la previsión del PIB de Cantabria al 2,3%, pero sigue a la cola de las comunidades

Aunque la región muestra uno de los crecimientos más reducidos para el año en curso, en el 2026 la posible mejora del sector industrial da a la comunidad una de las mejores tasas

Héctor Ruiz

Santander

Miércoles, 19 de marzo 2025, 13:03

BBVA Research en su última actualización se muestra bastante más optimista en lo que respecta a la economía española para este año. Estima que el PIB del país crecerá un 2,8%, cinco décimas al alza con respecto a las previsiones que publicó en enero el centro de estudios. También se muestra sutilmente más positivo sobre el desempeño de Cantabria, al que eleva el crecimiento del 2% al 2,3%. Aún con esas, sigue dejando a la región a la cola de las comunidades, sólo por encima del 2,2% que le augura a Castilla y León y muy por debajo del 3,4% que da a Canarias, la que mejor previsión obtiene.

2,8 El dato

es la subida a nivel nacional estimada por el centro de estudios para España en 2025, mientras que en 2026 será del 1,8%

De esta forma, BBVA Research revisa al alza las estimaciones de crecimiento en 2025 en casi todas las comunidades autónomas debido a la fortaleza del consumo privado y de las exportaciones de servicios turísticos. Sin embargo, el bajo crecimiento de Europa y la incertidumbre en el entorno internacional no permiten aún un mayor protagonismo de las ventas de bienes al exterior según BBVA Research. Con todo, aunque el PIB de Cantabria es de los que han mejorado sigue quedando por debajo de la media nacional del 2,8%.

Algo que se debe al menor peso de los servicios, la atonía de las exportaciones de bienes (a la espera de los cambios en la política fiscal europea) y la consolidación fiscal, que lastran el avance de las comunidades autónomas del norte, entre ellas tanto Cantabria, como Navarra y La Rioja (2,7%), Galicia (2,6%), País Vasco (2,5 %), Aragón (2,4%), Asturias (2,3%) y Castilla y León (2,2%). Además se incluye en este sentido a Extremadura (2,6%). Mientras que, por otro lado, el turismo seguirá apoyando el crecimiento en las comunidades insulares (Canarias 3,4 %; Baleares 3,2%), junto con Cataluña (3,0%) y Madrid (2,8%). El consumo privado y el fin de algunos efectos de la sequía apoyarán la evolución de la actividad en Andalucía (3,0%), Murcia (2,9%) y Castilla-La Mancha (2,8%).

Algo peor pintan las cosas para España ahora mismo para el año 2026. En este caso, los expertos anticipan un crecimiento sólo del 1,8% (una décima más que en la anterior revisión). Todo porque se prevé cierto agotamiento de la contribución del gasto por parte de extranjeros y un menor crecimiento del consumo público. Esto afecta a las previsiones para el aumento del PIB en las islas (Canarias, 1,7%; Baleares, 1,6%) y en Cataluña (1,6%). Por su parte, la consolidación fiscal puede limitar el avance ahí donde el peso de las administraciones públicas es mayor, como en Extremadura (1,5 %) y Andalucía o Murcia (1,6 %).

En ese futuro contexto para el próximo año que ahora mismo se atisba, el centro de estudios deja mejor parada a Cantabria, que en este caso se mantiene más estable con un crecimiento del 2%, por encima de la media nacional. Algo que creen que se deberá a la mayor demanda por maquinaria y equipo de las comunidades del norte, con mayor peso industrial, igual que ocurrirá en Navarra (también 2,0 %) y el País Vasco (1,9 %). Por su parte, Madrid (2,0%) se beneficiará por el aumento de la inversión que se espera, particularmente en la construcción de vivienda, mientras que la Comunidad Valenciana (2,7 %) liderará el crecimiento el siguiente año gracias al impulso que supondrán las medidas para apoyar a los afectados por las inundaciones.

Riesgos

Pese a las revisiones al alza, según se expone en este Observatorio Regional correspondiente al primer trimestre de 2025, persiste la perspectiva de desaceleración, en un contexto de encarecimiento del precio de la energía, estancamiento de la Eurozona, aumento de la incertidumbre en política económica y tensiones derivadas del entorno geopolítico. Uno de los principales desafíos es el estancamiento secular de la economía de los principales socios comerciales de España, lo que está restringiendo el crecimiento de sectores clave, como la industria.

A esta situación se suma la incertidumbre generada por un posible incremento de los aranceles en Estados Unidos, que podría afectar a las exportaciones españolas. Si bien se espera que el impacto directo sea menor que en el resto de la eurozona, debido a la menor exposición de las empresas españolas a la demanda estadounidense, las repercusiones serán desiguales según la región y el sector. En particular, las ventas de maquinaria y equipo, medicamentos, automóviles y productos alimentarios y bebidas podrían verse más afectadas, con un impacto significativo en el País Vasco, la Comunitat Valenciana y Andalucía. Estos efectos, además, podrían amplificarse por el aumento de la incertidumbre en la política económica y su repercusión sobre la inversión.

Otro desafío estructural es la dificultad para abordar la crisis de la vivienda. La falta de consenso político ha obstaculizado la implementación de soluciones efectivas, como se evidenció en el reciente rechazo a la reforma de la Ley de Suelo en el Congreso. Factores como el elevado coste de construcción, la escasez de mano de obra, el bajo crecimiento de la productividad y la burocracia en la gestión del suelo están ralentizando la producción de viviendas y contribuyendo al encarecimiento de los precios. Este problema es especialmente crítico en la costa mediterránea, las islas y Madrid.

Por último, el aumento de la incertidumbre en política económica en los últimos meses supone un factor de riesgo adicional. Actualmente, siete comunidades autónomas están operando sin presupuestos aprobados, lo que afecta a territorios que representan el 43% de la población española. Además, la Administración central sigue funcionando con las cuentas prorrogadas de 2023. Aunque, por el momento, esta situación no ha tenido un impacto directo en la actividad económica, podría generar consecuencias a medio plazo, afectando el cumplimiento de compromisos gubernamentales y aumentando el descontento social.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes BBVA Research eleva la previsión del PIB de Cantabria al 2,3%, pero sigue a la cola de las comunidades