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El Banco Central Europeo (BCE) se encontraba en una encrucijada hace apenas un mes, cuando comprobó cómo los datos de inflación se iban moderando y la economía de la zona euro seguía tirando. Sin embargo, en las dos primeras semanas de septiembre, las dudas se ... han multiplicado: los precios siguen sin dar un síntoma claro de relajación; y la actividad económica ya ofrece síntomas de ralentización, sobre todo en países como la locomotora alemana.
Con estos ingredientes, el BCE acometerá este jueves una decisión trascendental: ofrecer un mensaje de rotundidad frente a la inflación, con una subida de tipos al 4,5%. O esperar a la siguiente reunión para antes de fin de año. O control de precios o actividad económica. Las dudas que tenía la presidenta del BCE, Christine Lagarde, en julio cuando autorizó la anterior subida.
En este mes y medio, la tasa de inflación europea se ha mantenido estable en el 5,3% interanual, la misma que en julio. La subyacente (la que excluye energía y alimentos no elaborados) también mostró esa parálisis en las vertiginosas subidas anteriores. Pero no bajan del 5% ni se aproximan al objetivo del 2%. Al mismo tiempo, el BCE ya cuenta con las primeras alertas de parálisis. La Comisión prevé ahora un crecimiento del 0,8% en 2023 y del 1,4% en 2024 (frente al 1% y el 1,17% respectivamente previstos en primavera). Las cifras son a la baja, entre otras razones por la ralentización de la economía alemana, que se contraerá un 0,4% este año.
Una parte de los analistas anticipan en sus informes previos al encuentro del comité de dirección que hoy tendrá lugar en Fráncfort (Alemania) que veremos la que será la décima subida consecutiva autorizada por la institución monetaria en poco más de 14 meses, desde que comenzara a elevar el precio del dinero en julio del año pasado, cuando se encontraba en el 0%.
El único termómetro fiable para estas disyuntivas es el euríbor. El principal índice con el que se revisan las hipotecas variables españolas se mantiene en el entorno del 4,07%, sin haber sufrido grandes variaciones en las últimas jornadas. Está lejos del 4,25% de los tipos y no atisba un alza hasta el 4,5%. En cualquier caso, el euríbor actual sigue siendo más elevado que el de hace un año (en el 2,2%), con lo que las revisiones de los préstamos seguirán provocando incrementos de cuotas a quienes les corresponda realizarlas este mes.
Para Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors, «puede que el BCE haya desconectado el piloto automático, pero la inflación sigue siendo elevada, por lo que seguimos esperando otra subida de los tipos de interés», apunta al anticipar otro 'cuartillo' de punto adicional.
Sin embargo, François Rimeu, estratega senior de La Française AM, espera que Fráncfort «mantenga un tono, en general, más duro a pesar de que haga una pausa en la subida de tipos». Es decir, los mantendría al 4,25% actual aunque la presidenta del BCE, Christine Lagarde, «hará grandes esfuerzos para evitar una comunicación pesimista, indicando claramente que es posible un mayor endurecimiento de su política monetaria». En esta hipótesis de un discurso férreo en su lucha contra la inflación si deciden mantener los tipos es en la que coinciden otros analistas. No puede dar ni una tregua.
Por su parte, Peter Goves, responsable de análisis de deuda soberana de mercados desarrollados de MFS Investment Management, también espera que el BCE «mantenga sin cambios los tipos de interés oficiales», aunque al mismo tiempo señalan que «el ciclo de endurecimiento no ha llegado necesariamente a su fin».
Las dudas sobre la decisión final del BCE vienen de lejos. En concreto desde el mismo día en el que la institución aprobó su última subida de tipos (del 4% al 4,25%) el pasado 28 de julio. Entonces, Lagarde no quiso verse atrapada por sus declaraciones al dejar en el aire una nueva subida en septiembre. «Dependerá de los datos de inflación y de evolución económica», indicó.
La zona euro va en paralelo a Estados Unidos, donde la inflación ha acelerado en agosto hasta el 3,7% (frente al 3,2%). Este repunte volverá a provocar tensiones en el seno de la Reserva Federal (FED) donde tienen que decidir la próxima semana si elevan los tipos de nuevo o realizan una pausa hasta noviembre.
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