Blansol traslada su domicilio fiscal de Barcelona a Cantabria tras anunciar una nueva fábrica

El plan de Industrial Blansol −que fue anunciado la pasada semana− de ampliar su presencia en Cantabria con la construcción de una nueva fábrica para reforzar las instalaciones con las que opera en Ambrosero no viene solo. Dicho proyecto, que requerirá de una inversión de cinco millones de euros y que contará con un préstamo del Gobierno regional, también implica que la compañía (que además tiene presencia en Barcelona) haya optado por trasladar su domicilio fiscal de Barcelona a Cantabria. Una «importante noticia» que quiso dar a conocer la presidenta del Gobierno regional, María José Sáenz de Buruaga, durante su discurso con motivo del 58º Día de Cantabria que se celebró en Cabezón de la Sal el pasado domingo.

Para la jefa del Ejecutivo Cántabro que una empresa como Blansol se determine a traslocar su domicilio fiscal para asentarlo en la región es un ejemplo de que «el horizonte de las inversiones privadas se ensancha cada día» tras arrancar «el motor del cambio» que se inició con su entrada en el Gobierno, tal y como aseguró la presidenta en Cabezón de la Sal.

El caso es que este traslado ya consumado de la sede fiscal de Industrial Blansol, especializada en la fabricación de sistemas de tuberías plásticas de alta tecnología utilizadas en las instalaciones de aerotermia y en dispositivos de eficiencia energética, se produce después de que el Gobierno Cántabro le haya concedido un préstamo a través de Sodercán y con la aquiescencia del Consejo del Ejecutivo de 2,5 millones para cofinanciar la nueva planta que se propone realizar en la comunidad.

De esta forma, Blansol, que pese a tener presencia en Barcelona mantiene su planta principal y centro de decisión en Ambrosero, hará un desembolso de cinco millones de euros para unas nuevas instalaciones que además llevará aparejada la creación de un total de 20 nuevos empleos indefinidos. Unas contrataciones que se unirán a los 90 empleados que tienen actualmente en la región (en total la plantilla de la compañía son 130 trabajadores, el restante en la ciudad condal).

Al respecto, Buruaga incide en que se trata de un «proyecto singular, en un sector específico de la construcción excepcionalmente estratégico que está en pleno crecimiento actualmente y que cubriría una falta de productos de este tipo tan importantes en el desarrollo de las nuevas construcciones». Y además de destacar la oportunidad que supone para generar empleo en la región recalca que el cambio de la sede fiscal revertirá en la autonomía en «el retorno que ello supone con la cesión del 50% del rendimiento del IVA de la sociedad».

Blansol, que es una empresa familiar en tercera generación, cuenta con el respaldo de Sodercán para la ampliación de su planta de producción en el polígono industrial de Ambrosero, en Bárcena de Cicero. El proyecto ha pasado todos los informes de viabilidad para la concesión del mencionado préstamo de 2,5 millones, que se devolverá en diez años, con una carencia que se extiende durante los tres primeros ejercicios. Como garantía, Blansol aportará la nueva maquinaria que compre para poner en funcionamiento la instalación.

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