Bound4blue comienza a instalar su vela rígida en el barco de La Fura dels Baus

Porque más de un año lleva esta vela larvándose en las instalaciones de la calderería camarguesa Degima, ubicada en Maliaño a escasos metros de Astander y tan sólo separados por la ría de Boo de El Astillero.

Desde Bound4blue explicaron que el proceso se completará en los próximos días y que en la actualidad están inmersos en los pormenores de la instalación. La firma espera que cuando esté rematada la operación pueda aportar más información. Las previsiones, en principio, giran en torno a que la semana próxima La Naumón pueda estar ya con su nueva configuración en el Puerto de Santander.

Degima entregó este jueves por la mañana la vela rígida, después de ser cargada el miércoles por la tarde. El traslado, como suele ser habitual en este tipo de encargos especiales, corrió a cargo de Transportes Lasarte. Tras muchos cambios, el dispositivo tiene una longitud próxima a los 15 metros y está hecho de acero.

Según explica Luis San Segundo, director general de Degima, «es un proyecto muy novedoso en el que ha habido modificaciones. Inicialmente la vela iba a ser telescópica, pero esa tecnología evolucionó a la actual, una vela abatible».

La calderería ha colaborado con Bound4blue en aspectos técnicos. «Sobre la vela se han ido implementando mejoras, que han dado lugar a retoques. A medida que se iba desarrollando aparecieron nuevas necesidades que ha habido que solventar 'ad hoc'. Hablamos de más robustez y sofisticación», añade San Segundo.

Este producto final, presumiblemente, tampoco será el definitivo. ¿Por qué? Por la cantidad de datos e información que se obtengan una vez esté navegando La Naumón, lo que empujará a su vez a nuevas evoluciones.

Degima confía en que este proyecto de I+D abra un nuevo nicho a la compañía. «Nos gustan los retos. No sabemos cómo será el futuro, pero cuantas más puertas tengas abiertas, más opciones de que en algunas puedas consolidarte. Vemos que las velas tienen una connotación muy positiva, puesto que el sector naval no experimenta cosas nuevas hasta que algo funciona, que entonces se implementa de forma generalizada. Es lo que esperamos con esta actuación, que dé lugar a una actividad recurrente», abunda el portavoz.

De hecho, Bound4blue está negociando otros contratos para poder instalar su tecnología en nuevos barcos.

El proyecto en sí arrancó de forma definitiva a mediados de 2020 y ahora entra en sus últimos compases. A partir de ahí, comienza la aventura, con múltiples sensores con el objetivo de testar el comportamiento de la vela en condiciones reales.

El proyecto, que cuenta con financiación europea dado su carácter disruptivo, ha ido elevando su magnitud en los últimos meses a raíz de las diferentes modificaciones.

Bound4blue se ha consolidado como una ingeniería española que desarrolla sistemas automatizados de propulsión asistida por viento como una solución llave en mano para todos los armadores y navieras que buscan reducir el coste de combustible y las emisiones contaminantes. Con la prueba de Panamá ya se aspiraba a ahorros del 30%.