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Bridgestone ha terminado sin acuerdo el periodo de consultas con los sindicatos para la aplicación de su Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en España. Un ajuste laboral que penalizará especialmente a la planta que el fabricante de neumáticos tiene en Puente San Miguel, ... en Cantabria.
En concreto, la hoja de ruta perfilada por la multinacional, con los días de parada ya distribuidos, contempla una afectación escalonada de 162 jornadas desde el 15 de diciembre hasta mediados de septiembre en la factoría del Besaya. En otras palabras, más de cinco meses de regulación durante los próximos nueve meses.
No obstante, según explica el presidente del comité de empresa, Luis Ruiz Eguren (UGT), la regulación por turno se mantendrá en las 104 jornadas planteadas inicialmente. El motivo es que la producción en la factoría se hace en cadena, de modo que habrá departamentos que paren unos días diferentes a otros a lo largo de todo el calendario propuesto. El portavoz, de hecho, estima que el ERTE por empleado, al trabajar a turnos, se sitúe en unos 60 días aproximadamente.
Según fuentes conocedoras de la situación, este mayor impacto en Puente San Miguel obedece principalmente al tipo de producto que suministra la fábrica regional. Especializada en neumáticos agrícolas, Bridgestone no otea buenas perspectivas en Europa para este segmento de cara a los próximos meses vista la situación que atraviesa el campo en general por múltiples factores, desde los incrementos de costes hasta las sequías que ha padecido el sector primario en los últimos tiempos.
Según informó el sindicato SITB, para la planta cántabra, que cuenta en la actualidad con 426 empleados, la Dirección prevé ERTE del 15 de diciembre al 8 de enero; del 23 al 28 de enero; del 11 al 22 de febrero; del 4 al 7 y del 21 al 31 de marzo; del 1 al 3 y del 14 al 25 de abril; del 1 al 5 y del 15 al 24 de mayo; del 7 al 12 y del 16 al 27 de junio; del 3 al 17 y del 24 al 28, así como el 31, de julio; del 1 al 20 de agosto; y del 1 al 14 de septiembre. Con todo, el mencionado matiz de la producción en cadena y que no afectará a todos los trabajadores de forma simultánea. La previsión engloba a todos los departamentos inmersos en el proceso de fabricación, desde el inicio a la inspección final.
La empresa citará a los sindicatos el próximo día 11 para trasladar la aplicación definitiva. SITB lamenta además que esta contundente regulación llega además después de que no se haya garantizado ni el mantenimiento de la plantilla ni otras cuestiones que habían llevado a los sindicatos a amagar con una huelga. Entre ellas, «la pérdida de poder adquisitivo» fruto de la aplicación de la flexibilidad negativa; o que la configuración de los calendarios de trabajo partan de la jornada mínima anual. «No han mostrado ninguna intención», lamenta SITB, que de hecho justifica su rechazo a firmar el ERTE al no haber conseguido ninguno de estos puntos.
Para UGT y BUB «no se dan las causas» que permitan dicha aprobación, mientras que CC OO sí que se mostró a favor de alcanzar un acuerdo a expensas de firmarlo en mayoría.
La Dirección, que en su momento informó del inicio del proceso de negociación, ya atribuyó la medida «al exceso de stock en los almacenes y la reducción de pedidos prevista, motivados por la compleja coyuntura actual del mercado y con el objetivo de garantizar la eficiencia, competitividad de las plantas y su futuro, tal y como se acreditará y explicará durante el periodo de consultas de dicho procedimiento».
Este duro castigo laboral llega a las puertas además de la negociación de un nuevo convenio colectivo, por lo que desde la esfera sindical se observa como una medida de presión antes de sentarse a discutir el contenido del nuevo marco laboral. De hecho, BUB denunció que, aprovechando la apertura de negociación del nuevo convenio, Bridgestone ha pintado «un escenario apocalíptico» para 2024, además de deslizar la posibilidad de aplicar «medidas más drásticas», esto es, despidos.
El propio presidente del comité admitió que "no es buen preámbulo" a la hora de sentarse a negociar. Eguren insistió en la rigidez que han tenido las conversaciones del ERTE y puso el foco en que el ajuste es por medidas productivas, no económicas. "Los resultados están siendo buenísimos, han admitido, por lo que queremos que se respeten nuestras condiciones", dijo.
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