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El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ayer en la presentación del plan de la entidad. EFE
Caixa espera duplicar su crecimiento hasta 2027 y sumar 800.000 clientes

Caixa espera duplicar su crecimiento hasta 2027 y sumar 800.000 clientes

La entidad presentó su nuevo plan estratégico basado en la «buena» marcha macroeconómica y en el que contempla el impuesto a la banca

Héctor Ruiz

Santander

Miércoles, 20 de noviembre 2024, 01:00

«No es un plan poco ambicioso, yo creo que es realista y con inversión en tecnología y personal. Nos es un brindis al sol, es realista». Así definió ayer el Plan Estratégico 2025-2027 de CaixaBank el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, en su presentación a los medios. Un periodo que el banco con sede social en Valencia estima que tendrá un entorno macroeconómico favorable con un crecimiento del PIB superior al 2%, con una inflación moderada y un mercado laboral resistente. El reto es «aprovechar todo ello para acelerar» y duplicar su crecimiento en créditos con un retorno sobre capital tangible (ROTE, por sus siglas en inglés) superior al 15%, además de sumar 800.000 nuevos clientes en el periodo establecido.

Gortazar presentó ayer en la sede corporativa de CaixaBank situada en las Torres Kio de Madrid el plan de la entidad para los próximos años sin la presencia de José Ignacio Goirigolzarri, que dejará la presidencia del banco en enero para ser sustituido por Tomás Muniesa (consejero dominical). Un cambio en el timón que, de hecho, afirmó el consejero delegado, se produce ahora que el anterior plan ha concluido con «éxito». Con lo que la salida tiene que ver con el final de una etapa «y nada más», especificó.

El banco contempla medidas para contrarrestar el impacto de la bajada de tipos y mantendrá su margen de interés invariable en 11.000 millones de euros cuando finalice el plan. Lejos de plantearse nuevas adquisiciones para competir -sobre todo si la opa de BBVA y Sabadell sale adelante- CaixaBank confía en ganar cuota, con la previsión de sumar 800.000 nuevos clientes en el periodo, con un crecimiento del 4% anual en crédito, impulsado por el aumento de la población que trae la inmigración.

Con ese telón de fondo, la entidad no prevé grandes cambios en la red de oficinas. De hecho, con respecto a la falta de presencia de las entidades bancarias en algunos entornos de la España vaciada, Gortázar aseguró que hay «una decisión corporativa por no abandonar municipios» y la pretensión es mantener la red porque es «necesario un trato personal». Además, incidió en que «tras un proceso de reajuste», tienen tanto las sucursales que quieren tener» como el número de empleados tras un «ejercicio de salidas pactadas». Aunque está previsto en este periodo contratar a un total de 3.000 nuevos jóvenes con perfil tecnológico para reforzar su estrategia digital, a la que destinarán una inversión de 5.000 millones de euros para «huir de la obsolescencia y seguir prestando las mayores garantías de seguridad».

En cuanto al dividendo, el objetivo es repartir hasta el 60% del beneficio entre los accionistas. Pero al mercado no le ha sentado bien que la entidad no haya concretado la cifra, como sí hizo en su anterior plan estratégico, cuando estimó un reparto de 9.000 millones que posteriormente se elevó a 12.000. Sus títulos se hundieron ayer un 5,27% en Bolsa al cierre de la sesión.

Durante la presentación fue imposible no abordar otros asuntos de actualidad. Entre ellos, la incertidumbre de la banca respecto a si finalmente se mantendrá la prórroga al polémico impuesto al sector. Un gravamen que ya empieza a afectar a los planes a medio plazo de las entidades, como quedó patente ayer en la sede madrileña de la Caixa, una de las entidades más afectadas por la medida. Gortázar explicó que en esta nueva hoja de ruta se ha asumido un impuesto «con relevancia similar al de los dos últimos años». Teniendo en cuenta que esa cifra ronda los 500 millones de euros anuales, el banco habría calculado un impacto total de 1.500 millones de euros en este nuevo ciclo de tres años.

Por otro lado, otro de los puntos calientes de actualizad que se abordaron fue la posible fusión del BBVA y Sabadell, que podría suponer un cambio en la jerarquía bancaria y ante la que el número dos de CaixaBank se mostró despreocupado. También se abordó la situación de la catástrofe de la DANA de Valencia, en lo que se comprometió a ayudar «en todo lo posible» y la polémica de Muface ya que Caixa es dueña, junto a Mutua, de Adeslas, una de las compañías que han decidido no presentarse al último concierto y afirmó al respecto Gortazar que el próximo concurso que se publique «está abierto a todas las aseguradoras» por lo que «cuando se vea cuántas concurren veremos si es una oferta ventajosa».

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