CaixaBank estima que pagará 500 millones en 2024 por el impuesto a la banca

La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri retribuirá a sus accionistas con 2.980 millones, de los que 900 irán a parar a la Fundación la Caixa y otros 500 al Estado a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

En esa línea, y de cara a 2024, CaixaBank planteará una política de dividendo que incluya el reparto de entre el 50 y el 60 por ciento del beneficio después de impuestos. Como novedad, dos abonos en efectivo: en noviembre de 2024 y en abril de 2025. Además, se solicitará autorización para un nuevo programa de recompra de acciones.

En la rueda de prensa, el presidente del banco señaló que estiman un pago de 500 millones para el nuevo ejercicio con cargo al impuesto extraordinario al sector, una suma muy por encima de los 373 de 2023, ya cargados en balance en el primer trimestre del año pasado. El sector ha presentado esta semana unos beneficios récord como tónica general para definir la evolución del ejercicio.

Unos resultados los de 2023 marcados por las subidas de tipos, lo que ha favorecido la generación de negocio. La rentabilidad sobre fondos propios alcanzó el 13,2%, «por encima de los requerimientos regulatorios», señaló Goirigolzarri.

De cara a 2024 la corporación ya descuenta una caída de tipos de interés y de inflación. Según sus estimaciones, el Producto Interior Bruto (PIB) nacional crecerá un 1,4%, en línea con el nivel calculado para Cantabria, tal y como avanzó El Diario este lunes, que aumentará hasta el 2% en 2025. En relación a los precios, CaixaBank contempla que la inflación en 2024 llegue al 3,6%, frente al 2,2% del año próximo.

El descenso del euríbor ya se sentirá en las revisiones hipotecarias a seis y 12 meses. A pesar de que las vigorosas alzas no han tenido un efecto equiparable en la base hipotecaria del banco, los descensos empezarán a notarse este semestre entre los clientes. Así lo aseguró el consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, que cifró en los 90 euros mensuales el alza media en 2023 entre la clientela de CaixaBank por estos incrementos en el precio del dinero.

De vuelta a las cifras del año pasado, el margen bruto creció un 28,3%, hasta los 14.231 millones, impulsado por el margen de intereses (+54,3%); el resultado del servicio de seguro (+19,6%); y de las participadas (+26,4%), que compensan la caída de las comisiones (-5,1%).

Además, destacó la tendencia ascendente en el volumen de negocio. Los recursos de clientes se incrementaron hasta los 630.330 millones (19.030 millones en el año) y la cartera de crédito sano se situó por encima de los 344.000 millones.

Gortázar igualmente puso el foco en la buena evolución de la actividad comercial. Las suscripciones netas de fondos de inversión, seguros de ahorro y planes de pensiones alcanzaron los 5.339 millones, un 34% más que el año anterior. Asimismo, creció la nueva producción de seguros de protección con un aumento del 7%, hasta los 739 millones de euros.

En el turno de preguntas, Goirigolzarri dejó claro que no tienen intención de mudarse de Valencia, donde el banco mantiene su sede social, a pesar de las presiones políticas por parte de formaciones independentistas catalanas.

«Es indudable que la configuración de CaixaBank mutó con la fusión con Bankia. En el primer Consejo tras la fusión reflexionamos sobre nuestra sede social y llegamos a la conclusión de que iba a seguir siendo Valencia. Lo hacíamos porque era lo mejor para nuestros depositantes y accionistas. Un lugar extraordinariamente equilibrado. Cualquier lugar no reúne las condiciones de origen que tiene Valencia. Nos ha acogido magníficamente y estamos muy felices de estar aquí», aseguró, para agregar que «estamos con vocación de permanencia. No ha cambiado y seguimos pensando lo mismo. Eso no ha cambiado», abundó.