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La Cámara de Comercio de Cantabria pondrá en funcionamiento un año más el programa AME (Acciones de Mejora de la Empleabilidad) con el objetivo de ayudar a encontrar trabajo a más de cien personas. Esta es la cuarta edición de la iniciativa, financiada por la ... Consejería de Empleo del Gobierno regional, y se ejecuta desde 2017 en la región. El propósito del programa AME reside en la orientación y el acompañamiento a las personas en situación de desempleo a través de diferentes colectivos. El concreto, la Cámara de Comercio se enfoca en los parados de larga duración (personas que han vivido en situación de desempleo durante un total de 12 meses en los últimos 18). A los usuarios, 102 desde que arrancó esta edición el pasado diciembre, se les ofrece formación gratuita a través de diferentes cursos «muy potentes», según describe la técnico del programa, Elena Antolín.
Uno de los más destacados es el de Lengua de Signos Española (LSE) con nivel A1. Asimismo, el de Primeros Auxilios, en el que aún quedan plazas libres, también es uno de los más solicitados. Próximamente se realizarán dos cursos más: Carretillero y Prevención de riesgos laborales, los cuales Antolín confía que estén «muy solicitados debido a su potencia». «Lo bueno que tienen ambas formaciones es que son complementarias entre sí. Normalmente, aquellas personas que tienen aprobado el curso de carretillero, suelen pertenecer a sectores en los que se exige haber cursado también el de prevención de riesgos laborales», asegura.
Estos cursos se crean en función de los perfiles que acuden al programa en busca de ayuda. El número de plazas disponibles depende de la disciplina. «En el caso de LSE la cantidad de vacantes no es demasiado amplia. Pero en el de prevención de riesgos laborales perfectamente podrían participar hasta un total que ronde las 20 personas», afirma Antolín. Otras enseñanzas que sobresalen sobre el resto son 'Nociones básicas de almacenaje y logística', 'Aplicaciones informáticas innovadoras', 'Posicionamiento web' y 'Marketing digital'.
Esta cuarta edición del programa AME llegará a su fin el 30 de noviembre de este año. «El curso que viene, en principio, no volverá a surgir. Todo dependerá de lo que ocurra con las políticas de empleo en el futuro. Ahora mismo, este sería el último programa AME en Cantabria», confiesa Antolín. «Mi objetivo es llegar a los 120 o 130 casos orientados al final del plan. Me parece un objetivo realista», añade.
Desde la Cámara de Comercio, con el plan AME, además de la orientación y la formación «que no van a poder obtener en otros programas», se ofrece «un trato individualizado, siempre en función de las necesidades de los participantes». El trabajo con el usuario tiene como arranque la entrevista inicial e individual con cada uno de ellos. A partir de ese primer contacto en el que se conoce en profundidad a la persona, se define su perfil y se empieza a trabajar en el resto de actuaciones.
102personas activas en este programa AME desde su inicio el pasado diciembre
«Es cierto que este programa es muy completo. Sin embargo, podría serlo aún más. Quizá se podría implementar una figura que tuviese un papel de intermediario entre las empresas y las personas desempleadas. Creo que es lo único que le falta. Existen otros planes que sí cuentan con esta figura, pero aquí en el AME no llegamos a eso. Hacemos lo que podemos: ofrecemos todas las ofertas de empleo que vemos en función de los perfiles que tenemos matriculados, pero no tenemos tiempo de hacer esa labor de prospección», concluye la técnico del plan.
María José Sáez se matriculó el 28 de enero en el programa AME gracias a una amiga que le habló sobre la existencia del plan y le facilitó el contacto de Elena Antolín. Lo primero que le dijo fue: «Pásate por la oficina que vamos a trabajar». Desde ese momento asegura estar «encantada» y reconoce «no haberse dado cuenta de que su proceso ya lleva en funcionamiento más de medio año».
No es la primera vez que Sáez participa en una iniciativa de este tipo. Ya lo hizo en las lanzaderas de empleo de Santander del año pasado. Sin embargo, siente un trato más adaptado a su perfil y a su persona con el programa AME. Esto lo agradece, pues para ella «una de las cosas más importantes para una persona desempleada es caminar en compañía y no sentirse sola en momentos tan complicados».
A pesar de que el objetivo principal es encontrar trabajo, Sáez también busca mantenerse activa y seguir formándose y completándose. «Por eso es muy importante que este tipo de programas ofrezcan cursos a la medida de los usuarios, pues una persona en situación de desempleo es difícil que tenga dinero para hacer cursos», manifiesta.
Sáez ya ha completado el curso de Lengua de Signos, que considera «interesante, intenso e importante para un perfil de atención al cliente, debido a que, aunque está muy bien saber idiomas como el inglés o el francés, esta también permite la comunicación con más personas y atenderlas como es debido».
Ahora tiene otros cursos en el punto de mira. Entre ellos destaca el de prevención de riesgos laborales, atención a la ciudadanía, habilidades comerciales y administración electrónica. «Los desempleados hasta hace no mucho tiempo no éramos más que estadísticas y nadie se acordaba de nosotros. En cambio, gracias a este tipo de iniciativas se nos brinda la oportunidad de ser algo más que eso y poder salir de ahí. Podemos aprovechar el tiempo mientras seguimos en búsqueda de nuevos puestos de trabajo. Que un desempleado se mantenga activo es de vital importancia», concluye Sáez.
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