La cántabra AWGE entrega un criostato para el telescopio más grande del mundo

Cantabria está participando en este innovador y exigente plan, con I+D de vanguardia. La compañía AWGE Technologies acaba de entregar un criostato -un dispositivo que mantiene a temperaturas criogénicas las muestras o elementos incluidos dentro del mismo- al Instituto Astrofísico de Canarias para la preóptica del instrumento Harmoni que conformará el espectógrafo óptico e infrarrojo que se instalará en el ELT, cuyo coste total se acerca a los 1.000 millones de euros y que se distinguirá como el mayor telescopio del mundo una vez esté operativo, con un espejo primario segmentado que mide 39,3 metros de diámetro.

AWGE Technologies nació en 2016 con el objetivo de abrirse paso en el sector de las grandes infraestructuras tecnológicas mediante la participación en proyectos de alto valor añadido. En la actualidad, con siete personas en plantilla, tiene sus dependencias en el Centro de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Cantabria, aunque según explica Constantino Ruiz, director de Desarrollo de Negocio, no existe vínculo con la institución académica.

La ingeniería cántabra, que se dedica tanto al diseño como a la producción de los componentes, que también suele subcontratar a otras firmas de la Comunidad, accedió al diseño, fabricación y suministro del mencionado criostato a través de un concurso público licitado por el Instituto Astrofísico de Canarias en octubre del año 2019 y fue adjudicado, tras haber competido con otras empresas del sector, a principios de 2020, en la antesala de la pandemia sanitaria.

El presupuesto del encargó alcanzó, tras una ampliación, los 251.000 euros. AWGE subcontrató la soldadura y mecanizado de algunas piezas a las también cántabras Atecsol y Ango.

Casi un año después, el pasado marzo, una vez construido y montado el equipo se pudieron pasar las estrictas pruebas de fábrica junto a miembros del Instituto Astrofísico de Canarias desplazados a Cantabria para supervisar el desarrollo de las mismas. Una vez que se verificó el «excelente desempeño» del criostato se recibieron los permisos para su envío. Dadas las dimensiones y peso del instrumento (3,5 metros de diámetro y cinco toneladas) fue enviado vía marítima hasta la sede del Archipiélago para que pasara las pruebas definitivas. «Teníamos un poco de 'miedo' de que a la hora de apretar el botón todo funcionara correctamente. No sólo lo hizo, sino que nos felicitaron por el excelente comportamiento del criostato, por encima de las expectativas», relata Ruiz.

La utilidad del ELT radica no sólo en la distancia de visionado del espacio, sino sobre todo en la calidad de las imágenes. La turbulencia de la atmósfera terrestre distorsiona los resultados obtenidos. Sin embargo, y dando un paso adelante en la solución de esta circunstancia, el telescopio empleará tecnologías de 'óptica adaptativa' «increíblemente sofisticadas para garantizar que sus imágenes sean más nítidas que las de cualquier otro» dispositivo previo.

Desde su fundación AWGE Technologies ha suministrado instrumentos y componentes en los que combina sus principales áreas de conocimiento como son la criogenia y el ultra alto vacío, la radio frecuencia y microondas, así como la mecánica, para otras instituciones como el CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear, con sede en Suiza); European Spallation Source (Fuente Europea de Neutrones por Espalación de Lund, actualmente en construcción en Lund, Suecia, y que utilizará la fuente más potente de neutrones del mundo); o F4E (Fusion for Energy, una organización de la Unión Europea constituida para gestionar la aportación de Europa al ITER, el mayor proyecto internacional para el desarrollo de la fusión como fuente ilimitada y viable de energía).

A nivel privado la firma regional trabaja con empresas como CAF, Theia Space o Indra. Para esta última compañía ha diseñado y fabricado, entre otros, distintos módulos de radiofrecuencia que irán instalados en las modernas fragatas F-110 que fabrica Navantia.