La cántabra Erzia llevará su tecnología a las futuras fragatas F-110 de la Armada

Según explica la compañía, los sistemas de defensa e inteligencia electrónica tienen como objetivo dotar a su usuario del dominio del espectro electromagnético y la ventaja estratégica que ello supone. En el caso de buques de última generación, como las nuevas fragatas F-110, su uso es fundamental para asegurar su ventaja en todo tipo de escenarios de operaciones.

Este tipo de equipos de alta tecnología permiten la recepción, interceptación y emisión de señales de radiofrecuencia y microondas, con múltiples finalidades, desde interceptar comunicaciones con fines de inteligencia hasta proteger al propio buque de amenazas provenientes de otros vehículos o, incluso, de misiles disparados contra el mismo, mediante la emisión de contramedidas electrónicas.

El contrato recién rubricado no es fruto de la casualidad. Según recuerda David Díez, director de la división de Microondas de Erzia, la relación con Indra, una de las consultoras tecnológicas habituales en los contratos de Defensa y un actor clave en este campo por su capacidad tractora, arrancó en 2016. «Tuvimos conversaciones con Indra. Consideraron que nuestra tecnología encajaba muy bien en sus sistemas de guerra electrónica. A partir de ahí empezamos a desarrollar diversos proyectos que se han enfocado en este contrato de producción de componentes que ya habíamos diseñado previamente», arranca.

Aunque este tipo de acuerdos están marcados por diversas cláusulas de confidencialidad, Erzia sí que tendrá que producir «varios cientos» de estos componentes de radiofrecuencia. La compañía ya había tenido experiencias previas en este campo, en especial desde 2010, pero para clientes extranjeros.

La tecnológica cántabra aportará los supercomponentes que van dentro del sistema de Indra. En carga de actividad supone asegurar una de las diez líneas de trabajo que tiene la organización, con un peso en la facturación en línea con ese volumen de trabajo. El Grupo, incluido el Telepuerto, tiene una cifra de negocio que oscila entre los ocho y los nueve millones de euros y una plantilla de unas 80 personas, 48 de ellas en la división de Microondas.

En relación a la estrategia para el nuevo ejercicio, después de haber ido recuperando actividad en la segunda mitad de 2021, «el objetivo es crecer y expandirnos, aunque siempre de forma sostenible y sostenida. Este contrato con Indra es buena muestra de ello al garantizar trabajo constante durante cinco años», señala Díez.

Como hecho relevante, la apuesta española por este tipo de sistemas punteros para su Armada, hasta ahora sólo instalados en muy pocos países salvo grandes superpotencias planetarias. En paralelo, las oportunidades que se abren y la «certidumbre» que aporta a futuro.