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Los doce años de trayectoria de GEY Assemblies, la empresa de Ramales especializada en montaje y reparaciones para cementeras, han visto de todo. Los coletazos de una crisis que paralizó en España el sector de la construcción, una pandemia, una subida histórica en el ... coste de los materiales... Sin embargo, los desafíos coyunturales no han trastocado el rumbo de la planta cántabra, consolidada a día de hoy como un referente nacional en su ámbito de actividad. Además, la organización acaba de adquirir la firma vasca Laron (Línea de Áridos y Rocas Normalizadas), con instalación en Lemona, para ampliar su oferta de servicios.
Según explica Gorka San Emeterio, gerente de GEY, el origen familiar de la empresa entronca con una vida entera dedicada al negocio del cemento, en una primera etapa por cuenta ajena y desde 2012 por cuenta propia, con centro de trabajo en el Polígono del Alto Asón. «Somos especialistas en montaje y reparaciones de todo tipo de plantas industriales, pero sobre todo de fábricas de cemento y hornos rotativos», precisa.
San Emeterio pone el foco en la reciente compra de Laron, con su especialización en el diseño, fabricación y montaje para canteras, con particular foco en trituradoras. «Así podemos ampliar la actividad. Es cierto que ya veníamos trabajando con ellos desde hace años. Eran ocho socios, de los cuales sólo quedaban trabajando tres».
100 trabajadores
tiene la compañía cántabra y espera seguir contratando
8 millones
de euros es la cifra de negocio estimada para el presente ejercicio
GEY suma en la actualidad 100 trabajadores, tras asumir los 15 de la organización vasca. Para llegar al punto actual, su portavoz señala que «al principio fue un poco duro. Veníamos del mundo del cemento y en aquellos años no estaba muy boyante. Como la cosa remontó, aunque en ningún momento nos ha ido mal, hemos ido creciendo en consonancia con el mercado».
La firma cántabra es mantenedora de industria básica, por lo que la pandemia no afectó al negocio, más allá de cuestiones logísticas. En 2023 obtuvo una facturación de cinco millones, mientras que para el ejercicio actual la previsión pasa por alcanzar una cifra de negocio en torno a los ocho.
La idea, a más, es seguir creciendo en base a su acusada especialización. «Vamos a poder acometer proyectos más grandes que los que hacía Laron». A nivel nacional, el área del montaje industrial se circunscribe a cuatro o cinco empresas. Sin embargo, en el apartado específico de la reparación de hornos rotativos apenas hay equivalentes en España. La mayor amenaza, de hecho, se encuentra en una compañía de Portugal.
Una optimista progresión que llevará a GEY a seguir contratando. Además, favorecen el negocio las buenas condiciones en el ámbito de la rehabilitación y la construcción, así como en el campo de la obra pública. «Tenemos buenas perspectivas para el año que viene», avanza.
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En paralelo, diferentes alianzas con otras compañías de la Comunidad. Como complemento, una apuesta por la innovación y la introducción de las últimas tecnologías disponibles para sus servicios. De hecho, la compañía se apoya en investigadores externos para poder optimizar sus procesos y abordar los diferentes proyectos que recibe.
El enfoque que ofrece GEY es integral, desde la fabricación, el suministro y el montaje de las instalaciones. Operativas en todo caso complejas a tenor de las dimensiones y peso de las piezas que maneja la compañía, de varias toneladas en la mayor parte de los casos.
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