La cántabra Ween consolida su modelo de negocio y penetra en más de 20 países

«Lo que ha cambiado este año es la conclusión de que trabajar en los mercados internacionales es relativamente sencillo. En el mercado de los esports, más allá de los equipos y las marcas, las plataformas son muy pocas. Nos hemos ido convirtiendo no sólo en una plataforma, sino en una agencia de comunicación en esta materia, que tiene una plataforma para ejecutar sus proyectos», comienza Luis Marina, consejero delegado de Área 391.

El covid, evidentemente, también ha impulsado la transformación del modelo de negocio de Ween. «Los principales interlocutores que tenemos en estos momentos son de dos tipos: o una marca finalista, especialmente en Sudamérica; o la gente del propio sector, como Nintendo o Telefónica», enfoca Marina.

Por tanto, la evolución desde el comienzo de explotación en julio -aunque la génesis se remonta a enero de 2019- ha sido radical. «Al principio era un tema muy presencial, muy de emplazamientos y de explotar eventos. Ahora es claramente online. No es tanto una plataforma tecnológica, sino cómo organizamos nosotros todo y decimos cómo hacerlo», anota.

Ween se ha afianzado en el sector con relaciones con todo tipo de agentes del ecosistema: publishers, agencias, desarrolladores de software, clubes, equipos... «Los planteamientos que te hacen marcas notables generalmente son de alianza con un partner para que podamos ejecutar esos objetivos. Tenemos un poco más parado lo de organizar nuestros propios eventos. Ahora el 90% de Ween funciona como marca blanca para un tercero. En los campeonatos propios lo que hacemos es probar cosas nuevas», anota uno de los impulsores de Ween.

La firma cántabra se ha ganado en apenas unos meses la confianza de uno de los principales creadores de videojuegos mundiales (Riot Games) para organizar varias paradas (torneos) de su liga nacional amateur en España. «Vamos a empezar a pagar los premios con bitcoin. Somos innovadores», razona Marina.

Ween espera alcanzar este 2021 el punto de equilibrio en su modelo de negocio, tras una inversión de medio millón de euros. «El objetivo este año es tener 100 marcas con las que trabajar. Ahora tenemos 40. En septiembre queremos iniciar la entrada de un socio industrial. Al principio buscábamos un socio financiero, pero lo paramos al entender que la necesidad iba enfocada más a otro ámbito que la financiación. No está parado, pero nuestro tamaño no llega todavía a lo que buscan los fondos de inversión. Creemos que en unos meses sí que lo tendremos», completa Marina. En el proyecto trabajan 17 personas.

Jon Llaguno, director de Ween, es toda una referencia en el mundo de los esports. «Yo entré en septiembre en Ween. Llegué a esta 'locura' después de llevar en este ecosistema mercados de Latinoamérica y parte de Europa para multinacionales de este sector. Aquí me transmitieron mucha confianza en el proyecto, lo cual es extraño, dado que el sector tiene cierta inestabilidad. Sobre todo, la posibilidad de hacer las cosas como creo que deben llevarse a cabo», inicia.

Sobre Ween, destaca que «es un proyecto muy versátil, con la posibilidad de generar experiencias de usuario únicas y ofrecer a las marcas lo que otros no podían. Veo claro que se puede crear desde el comienzo algo grande que merezca la pena», prosigue.

Con clientes en diferentes husos horarios, «vamos rapidísimo. El mercado está evolucionando y hemos hecho en unos meses más de lo previsto», asegura.