Cantabria aporta uno de cada diez nuevos parados en febrero pero suma 627 empleos

Como premisa, la región cerró el segundo mes con paro, algo dentro del guion habitual de cuatro semanas caracterizadas por la descompresión posterior a la vorágine navideña y el coletazo de las rebajas. Un febrero en el que turismo y hostelería se repliegan a la espera de atisbar el arranque de la época favorable con el inicio de la Semana Santa. En cifras, Cantabria sumó 255 desempleados más equivalentes a un incremento del 0,74%, en una actualización que también arrojó un crecimiento a nivel nacional, pero sólo del 0,09%. En general, unas cifras bastante por debajo que en años previos.

Los cambios en la reforma laboral siguen distorsionando la estadística por el trasvase de fijos discontinuos, un fenómeno que empezara a mitigarse con los guarismos de abril, hasta quedar totalmente digerido en diciembre. No obstante, un titular llamativo: Cantabria aglutina casi una décima parte de ese aumento del paro en España, muy por encima del peso tradicional próximo al 1% que la región tiene generalmente en el conjunto del país. En cambio, en el espejo interanual, esto es, en la comparativa con febrero de 2022, la autonomía continúa sonriendo: 2.652 personas menos inscritas en las bases de datos del Servicio Cántabro de Empleo (Emcan), un descenso del 7,07% superior a la media, que se frenó en el 6,45%.

En total, 34.879 nombres y apellidos que quieren trabajar y no encuentran oportunidad. De la subida de febrero, ésta se concentra especialmente en el sector servicios (159 parados más) y en el colectivo sin empleo anterior (136 más).

En el resto de sectores, la construcción incrementó en cinco personas sus desempleados, mientras que industria redujo en 27 miembros su bolsa de paro y la agricultura hizo lo propio con 18 integrantes menos entre sus reclamantes.

Comentado que la Comunidad genera casi un parado de cada diez nuevos en España, lo cierto es que el empleo sí resiste con solvencia ante un mes complicado. Las afiliaciones a la Seguridad Social presentan una subida de 627 cotizantes, un 0,28% más, frente a un alza nacional del 0,44%. En total, la región cuenta con 221.279 afiliados, 1.838 más que hace un año.

No obstante, ciertos signos de ralentización. Esta mejora interanual supone un desarrollo del 0,84%. España crea empleo a un ritmo tres veces superior, con un aumento en relación a febrero de 2022 del 2,42%.

Del total de afiliados, el grueso –179.334– pertenece al Régimen General, de los que 617 se incluyen en el sistema especial del sector agrario y 4.654 en el del hogar. En cuanto al resto de cotizantes cántabros, 41.057 son autónomos y 889 trabajadores del mar.

Respecto al progreso de la contratación, siguen evidenciándose los efectos de la reforma laboral en pos de una mayor estabilidad para los trabajadores. Como muestra, Cantabria tuvo 10.672 contratos en enero, 3.192 de los cuales fueron indefinidos, lo que supone un 49,86% más que hace un año. En la otra cara de la moneda, los acuerdos temporales se frenaron en 7.980, un 40,16% menos que en 2022.

Eso sí, por ámbitos de actividad el sector terciario copa la contratación. De los 10.672 documentos firmados, 8.153 los acumula servicios. Peor aún, los ritmos de estabilización no convergen con la media de España. En la otra vertiente, la interinidad en los puestos de trabajo continúa siendo superior al resto del país.

Cómo no, los fijos discontinuos. En un febrero en que la hostelería y el turismo están en mínimos, la Comunidad presenta 3.367 personas más en este colectivo que hace un año. Como referencia, el grupo, que no computa como parado, supera a toda la caída de desempleo en los últimos 12 meses.

Tras los datos, las reacciones. El diputado del PP Lorenzo Vidal de la Peña opinó que con 34.879 personas en desempleo y una tasa de paro del 12,82% frente al 12,39% nacional, «Cantabria está haciendo lo peor que una comunidad puede hacer, formar a sus jóvenes para luego expulsarlos del mercado hacia otras comunidades o países».

En paralelo, el portavoz de Ciudadanos, Félix Álvarez, considera que los datos del paro publicados este jueves por el Ministerio de Trabajo, son inasumibles para Cantabria y que certifican el colapso de este Gobierno respecto a las políticas de empleo.

Desde la órbita de los agentes sociales, muchas críticas. La primera, la patronal. La directora de CEOE-Cepyme Cantabria, Isabel Cuesta, defendió que «el empeoramiento general de los datos de Cantabria respecto a la media de España es una señal de retroceso de nuestra situación en el conjunto de las autonomías e indica problemas específicos que es preciso abordar, como la temporalidad. Nos hemos comido el diferencial positivo que mantuvimos tras la finalización de las restricciones por la pandemia».

Por los sindicatos, el secretario general de UGT, Mariano Carmona, afirmó que «Cantabria sigue perdiendo empleo en estos inicios de 2023 y además se consolida como la tercera comunidad autónoma española con menor contratación indefinida y cada vez más lejos de la media española». Así, «aunque el número de personas desempleadas el mes pasado es el menor desde 2008, es evidente que el mercado laboral pierde empleo y como es habitual lo hace especialmente en el sector servicios y en las mujeres y los jóvenes», aseveró.

Desde CC OO, la secretaria de Empleo, Laura Lombilla, dijo que casi el 70% de ese aumento del mes pasado corresponde a mujeres. «Una situación que se está convirtiendo en crónica y que deja en evidencia los problemas estructurales del mercado laboral en Cantabria». Por ello, consideró fundamental mejorar los salarios, no sólo de las mujeres, sino de todos los trabajadores.

Para la secretaria general de USO, Mercedes Martínez, «el crecimiento del registro de parados y la fuerte bajada de los contratos en términos interanuales del 27%, a pesar de que hay fijos discontinuos con más de un contrato firmado y en vigor, no dejan dudas de que el globo se deshincha y no hay fuelle hasta que el sol no empiece a calentar. Pero no somos la Costa del Sol».