Secciones
Servicios
Destacamos
La victoria del demócrata Joe Biden frente a Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, aunque el republicano sigue litigando para que los tribunales le otorguen el triunfo en los comicios, ha abierto una puerta a la esperanza en el comercio ... global. Trump se ha caracterizado por un proteccionismo creciente para favorecer la industria interior estadounidense, lo que ha derivado en aranceles y conflictos que han golpeado con fuerza a sectores como la siderurgia o la automoción. Biden a priori tampoco es el culmen del aperturismo, pero el mundo sí que espera una mayor colaboración y que vuelvan a engrasarse las relaciones comerciales con Europa. Cantabria vendió en aquel mercado productos por 127 millones de euros en 2019 a través de 237 empresas, aunque el flujo constante se reduce a bastantes menos. Es el sexto destino por volumen de operaciones.
Según explica el consejero de Innovación, Industria, Transporte y Comercio del Gobierno regional, Francisco Martín, «el impacto de los años de presidencia de Trump pero, sobre todo, desde la entrada en vigor de su política arancelaria, demuestran que ha afectado muy negativamente a nuestro tejido exportador. Las cifras del año 2020 con respecto a 2019 muestran que Cantabria ha visto reducidas sus exportaciones en más de un 40%, lo que evidencia claramente que las políticas comerciales impuestas por la Administración Trump, además de la pandemia, han afectado mucho a nuestros intercambios comerciales con EE UU».
Como referencia, la reducción en Francia es del -7,2%; en Reino Unido -17%; o en Alemania -10%. Con los últimos datos de agosto disponibles, el golpe arancelario a la agricultura europea tuvo una réplica limitada en la Comunidad (-7,3%). Por contra, el 'ataque' sí que se dejó sentir en Cantabria en la industria química y la fundición y siderurgia, con gravámenes de entrada.
Borja Lambea- Forgings & Castings
Fernando Garay - Vitrinor
Juan Luis Fernández - Clúster Marítimo
Natalia Alciturri - Semicrol
Martín recuerda que «además de siderurgia y química mantenemos exportaciones agroalimentarias, destacando la industria conservera de pescado. EE UU cuenta asimismo con varias empresas cántabras implantadas, destacando la presencia de una empresa productora de estufas (Hergom), que mantiene una planta en territorio americano que facilita sus ventas en el citado mercado junto a empresas del sector de telecomunicaciones con importantes intereses en EE UU».
Desde el punto de vista de las empresas con negocio en el mercado estadounidense, hay algunas que opinan que resulta «prematuro» valorar el cambio presidencial. Es el caso del Grupo Celsa y su fábrica cántabra Global Steel Wire. Otros gigantes regionales, como la farmacéutica Cantabria Labs, se inclinan por ser neutros en cuanto a valoraciones políticas se refiere.
Pero sí que hay compañías que entienden que hay mucho en juego. Borja Lambea, director comercial y de marketing de Forgings & Castings, la planta de forja y grandes piezas de Reinosa, admite el calado del cambio. «Directamente nos puede afectar de manera importante. En estos momentos hay un impuesto directo de entrada del 25% para gran parte de nuestros productos. Si unimos esta tasa a los precios de transporte, el poder competir en EE UU es muy complicado». Por ello, la esperanza, aún no fundada en argumentos sólidos, gira en torno a que el demócrata pueda aliviar en cierto modo la situación. «Si Biden quiere mejorar las relaciones con Europa, uno de los grandes puntos a negociar son los altos impuestos de entrada que se vienen aplicando a productos europeos como consecuencia de la política proteccionista de Trump. Si Biden anula o modifica este decreto, Forgings & Castings de Reinosa tendría la puerta abierta en el mercado estadounidense para las líneas de negocio que venimos impulsando en este último año. Sería un gran potencial de crecimiento para nosotros».
Fernando Garay, director de Vitrinor, reconoce que al fabricante cántabro de sartenes y baterías de cocina no le ha ido mal en algunos aspectos con Trump. «Efectivamente exportamos a USA desde hace años, pero paradójicamente la política llevada a cabo por Trump no ha penalizado nuestros productos puesto que los aranceles en nuestro producto no han sufrido variación», comienza.
Como en todo en la vida, también hay contras. «Por el contrario, la política monetaria ha favorecido un dólar débil para potenciar las exportaciones, lo que ha penalizado la capacidad de importación de productos europeos. En este caso, se espera una recuperación que debería favorecer la importación de productos fabricados como es nuestro caso desde nuestra fabrica de Guriezo», detalla.
El clúster marítimo de la Comunidad también tiene intereses en el mercado estadounidense. Su presidente, Juan Luis Sánchez, a la sazón director de Astander, opina que «lo que busca la industria en general es poder comerciar con otros países. Lo que nos interesa es que EE UU abra sus fronteras y que los aranceles no sean fuertes para poder vender allí nuestros productos.
A partir de ahí, la expectativa. «Ahora veremos si con la nueva Administración americana se abren las relaciones comerciales con Europa y volvemos a una normalidad que había anteriormente, de modo que se permita el comercio. No digamos ni mejor ni peor, sino fluido».
Como complemento, la influencia geopolítica indirecta. Semicrol, tecnológica cántabra con negocios en América Latina, se vio perjudicada en sus operaciones en México cuando Trump anunció la creación del muro, lo que devaluó la divisa azteca. Natalia Alciturri afirma que «las empresas internacionalizadas como Semicrol buscan estabilidad y garantías para sus inversiones y sus proyectos empresariales. La fluctuación de las divisas o incluso la demanda se ve muy afectada, entre otros factores, por la manera que tenga de comportarse el gigante americano».
J. L.
santander. «Es más que probable que el cambio en la Presidencia de Estados Unidos tendrá consecuencias económicas en su mayoría positivas para la economía de España y también para la economía y las empresas de Cantabria». Así arranca su valoración el presidente de CEOE-Cepyme, Enrique Conde, que entiende que para la Comunidad «la reducción o eliminación arancelaria será una buena noticia para sectores como la automoción o la industria auxiliar y de componentes, muy presente y con un importante peso específico en la economía regional».
Más aún. «Los Demócratas también son favorables a la vuelta de Estados Unidos al Acuerdo sobre la lucha contra el Cambio Climático de la cumbre de París de 2015. Por ello las empresas energéticas, especialmente las dedicadas a las energías renovables, van a tener una buena oportunidad. En Cantabria también tenemos firmas muy importantes en este sector».
Sin olvidar, por supuesto, a la alimentación. «El reto es ganar peso y tamaño, quizás con agrupaciones o alianzas, para enfrentarse a un mercado de tamaño continental», opina.
Desde la Cámara de Comercio, su presidente, Modesto Piñeiro, considera que la victoria de Biden «supondrá una vuelta a la apertura arancelaria y comercial a nivel mundial. El proteccionismo económico de Trump ha establecido grandes problemas en una economía europea que ya se encontraba adaptada a un mundo global, imponiendo fuertes restricciones comerciales en sectores tan acusados en Cantabria como el de la automoción o el agroalimentario».
Por ello, «se espera de Biden que elimine las restricciones y establezca una política aperturista que pueda devolver a la UE una estabilidad económica y eliminación de trámites y aranceles que tanto han perjudicado a nuestras industrias. Esta apertura supondría un levantamiento arancelario en terceros países como China, que igualmente favorecería el movimiento económico a escala global», analiza.
J. L.
SANTANDER. La siderurgia es uno de los sectores más afectados por los aranceles, con firmas en Cantabria como Forgings & Castings o GSW a la espera de cambios. Desde la patronal Unesid, su director general, Andrés Barceló, defiende que «la nueva Presidencia supone un respiro para el mundo, pero no debemos confundir nuestros deseos con la realidad. Es muy probable que los efectos más inmediatos se aprecien en el campo de la lucha contra el cambio climático, pero la historia muestra que el partido demócrata es mucho más proteccionista que el partido republicano. Unesid no espera una modificación de la política arancelaria sobre el acero en el primer semestre de 2021».
Desde el clúster cántabro de automoción GIRA, su gerente, Celia Monsalve, explica que el volumen de negocio de los fabricantes cántabros en EE UU es «mínimo», por lo que por ahí la influencia es baja. En cambio, espera mejoras para los grupos para los que trabajan.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.