«Cantabria debe apostar por apoyar a las nuevas empresas tecnológicas»

Casas ha tenido un papel activo como 'business angel' durante los últimos 10 años, con una gran cartera de inversiones. Obtuvo el premio Nacional a la mejor Salida en 2016. Colabora y es profesor de emprendimiento en IESE Business School. Como ejecutivo formó parte del equipo de GE España, Leroy Merlin y Apple Retail España, como Market Leader.

-¿Podemos considerar que las start-ups' son la mejor vía para iniciar una actividad en el ámbito de las TIC?

-A la hora de empezar un nuevo negocio dada la presencia de la tecnología se ha generado un cambio en la manera de fundar las empresas. Antes se empezaba poco a poco, se generaban unos ingresos y con ellos se iban financiando un crecimiento lento y a lo largo de los años se consolidaba una actividad empresarial y hay grandes ejemplos en la industria y en la economía en general. Al aparecer todo el tema tecnológico como el 'driver', el tiempo que se tiene para demostrar que una idea de negocio es buena es corto y conlleva un alto coste de inversión en tecnología, a nivel de personal. Hay que pedir dinero fuera y contar con de 3 a 5 años de perder para demostrar que había una oportunidad de mercado, que explota y tiene un crecimiento muy fuerte. Antes, gráficamente, era una curva plana que va creciendo. Ahora, va perdiendo y crece en vertical. La tecnología ha hecho que cambie la manera de gestionar el proyecto, la manera de contratar y de gestionar tus finanzas.

-¿Algunos ejemplos?

-Tenemos el caso de Booking. com. Tres holandes que sin ninguna información de clientes, ni de mercado, ni dinero, deciden que se puede vender como cadena de valor la compra venta de billetes. Todos los grandes operadores que tenían millones de euros, información del mercado y de los clientes no fueron capaces de captar la oportunidad y ahora los mas rentables son los de Booking que se lleva la parte más rentable de la cadena de valor que no es ni llevar a los pasajeros en avión. Lo han hecho 3 holandeses con un ordenador en un pueblo porque gestionan diferente.

-¿ Que aporta el apoyo inversor de los 'business angels' y en qué sectores es más operativo?

- Hay que explicar lo que hacen. Son los inversores en etapas iniciales de proyectos de nueva creación. Lo que aportan es un dinero en la economía que nadie da, ni un banco. Lo más importante es que deciden poner un dinero que se va a perder al principio. Lo del consejo y experiencia lo pongo en un segundo término. A un emprendedor se la aporta dinero y estar ahí por si se necesita. Es más positivo en los sectores más impactados por la tecnología, que son casi todos.

-¿Encuentran los jóvenes incentivos suficientes para iniciar proyectos empresariales ?

-Cada vez más los jóvenes están dispuestos a crear nuevas empresas. Este espíritu emprendedor va creciendo. A la vez, hay una falta dramática de formación de las bases del emprendimiento para reducir el nivel de fracaso en el lanzamiento. Es muy fácil lanzar a todos a emprender, pero, cuidado, porque hay unos mecanismos de cómo has de testar, con prueba y error que dura un tiempo. Si no se hace bien sales al mercado y cuando ha pasado año y medio se dan cuenta de que no había mercado. El 80% de las 'start-ups' fracasan por ello. Esta etapa de prueba es muy difícil. No es encargar un estudio de mercado y ya está. Por ejemplo, en Estados Unidos hay una empresa que se lleva 'Pelotón' que se dedica a dar clases 'online' con bicicletas estáticas. Empezaron hace unos diez años y facturan 40 millones de euros al mes en suscripciones. Cuando lazaron el proyecto se dieron cuenta que sus clientes eran personas que no querían ir al gimnasio y si hacerlo desde casa porque estaban obesos y tenían vergüenza de su aspecto físico.

-¿Influye el complicado momento de la economía a la hora de la inversión privada?

-Es uno de los mejores momentos que ha existido nunca en la economía. Es corto que hay grupos de personas que se quedan fuera de la economía, pero en medio y largo plazo la economía está en unos niveles de empleo, de tasas e productividad, de niveles de riqueza como no había pasado nunca. Es un momento de gran oportunidad porque el cambio que hay a nivel tecnológico facilita que empresas entren en esa nueva economía y zonas, como Cantabria tendría que hace un apuesta para aprovechar el cambio económico. Se van a destruir un 20 o 25% de empleo en los próximos 10 o 15 años, pero podemos generar un 30 o 40% más de empleos de nueva economía, mejor pagados y con mejores condiciones laborales.

- ¿Cómo debe ayudar Cantabria a las empresas tecnológicas?

-Dedicando la mayor parte de los recursos de la región a apoyar a estas empresas de la nueva economía con base tecnológica. Barcelona salió en esta línea. Madrid ya se ha puesto al día en los últimos años y ambas ciudades hay una importante presencia de tecnológicas que están generando empleo, servicios y riqueza. Valencia, empujado por la familia Roig, ha creado unos viveros de empresas, cursos. Málaga es la cuarta ciudad ha habido un detonante. Yo creo que en el Norte de España, porque Bilbao tiene un componente muy industrial, Santander podría empezar a jugar se papel. Un empresario local, la Universidad, podrían ser el detonante para este desarrollo. Lo más importante es dejar a un lado las peleas políticas y apoyar que esa nueva economía se implante en una región como Cantabria. No es destruir lo existen si no complementar otros sectores como el comercio, la industria o el turismo,

-¿Temor por la nueva crisis bancaria mundial?

-Los bancos valen más ahora que hace cuatro mees. Habían subido un 15% y han perdido un 10%. El sector bancario el problema que tiene es que no se está adaptando a la nueva economía. Aparecen empresas de 'fintech' que gestionan dinero y créditos. Se demuestra que se producen cambios y se generan nuevas oportunidades al emprendimiento.