Cantabria entró en la crisis del covid con un patrón de crecimiento más débil que en 2010

Ahora bien, antes del coronavirus había ya indicios claros de que se estaba produciendo una desaceleración del ciclo alcista y de que la Comunidad no había hecho bien sus deberes. Como muestra, la nueva actualización del Patrón de Crecimiento elaborada por el Instituto Cántabro de Estadísticas (Icane) que, con los datos del pasado ejercicio, arroja un deterioro de los indicadores regionales respecto a 2018 -47,3 frente a 50,4- e incluso peores que los obtenidos hace una década, en 2010 (53,5), cuando la anterior recesión que ya se vivía en otros territorios empezaba a extenderse por el tejido corporativo autonómico.

Esta estadística del Icane siempre aporta profusa información acerca de la evolución por territorios. No en vano, el resultado final, el denominado Índice Sintético del Patrón, es un indicador elaborado a través de otros 24 parámetros. Como ramas principales, el Subíndice de Crecimiento Económico, calculado a través de una media ponderada de las dimensiones de Actividad Económica; Sociedad del Conocimiento; y Competitividad, con unos pesos del 50%, 25% y 25%, respectivamente, por Comunidad. Por el otro lado, el Subíndice de Sociedad y Medio Ambiente, conseguido mediante una media ponderada de las dimensiones de Demografía; Mercado Laboral; y Calidad de Vida, con unos pesos del 20%, 40% y 40%, respectivamente, por cada autonomía.

Aún con todo, Cantabria obtiene la sexta mejor puntuación en 2019, sólo por detrás de Navarra, (71,6); Madrid (69,2); País Vasco (68,8); Cataluña (56,1); y Aragón (52). Le sigue a apenas una décima La Rioja, mientras que territorios como Asturias (40,9) o Castilla y León (41) permanecen por detrás, aunque recortan terreno respecto a los últimos años. En el caso de esta última, lleva en progresión ascendente desde 2017.

De ese índice sintético igualmente se extraen diferentes conclusiones. Cantabria mejora al resto de España en cuestiones como la calidad de vida o el mercado laboral. En cambio, queda por detrás en actividad económica; sociedad del conocimiento; competitividad; y, muy especialmente, demografía, el apartado que más distancia ofrece respecto a la media nacional.

En cuanto al subíndice de crecimiento económico, la Comunidad pierde posiciones en relación al resultado final, hasta situarse en undécimo lugar con 40,1 puntos, frente a los 40,7 de 2019. En este apartado superan a la región otras autonomías como Comunidad Valenciana (48,4); La Rioja (45,4); Castilla y León (44,7); Galicia (41,2); o incluso Murcia (40,8).

Este resultado surge de analizar aspectos como la actividad económica, sociedad del conocimiento (gasto en innovación) o la competitividad. En actividad económica Cantabria sube en comparación con 2018, 45,9 frente a 45,6. Aún así, aparece en décimo lugar.

Más llamativo resulta aún el desplome en Sociedad del Conocimiento pues no sólo presenta peores datos en gasto en I+D que en 2010, 49,6 frente a 37,5, sino que ni siquiera mejoran en pleno ciclo económico alcista los ofrecidos por la Comunidad en lo más profundo de la anterior crisis. En 2011 la Comunidad presentaba, por ejemplo, 42,6 puntos. Incluso 2014, con 38 puntos, todavía está por encima de la última actualización.

El Icane viene a ratificar el problema cántabro en este campo ya denunciado en múltiples ocasiones por organismos como la Fundación Cotec. La entidad, como explicó El Diario días atrás, observaba que la autonomía aún está un 24,5% por debajo en desembolso y un 15% en personas que trabajan en esta rama de actividad en comparación con 2009, según Cotec. En cifras, Cantabria invirtió el pasado ejercicio poco más de 119 millones, frente a los 149 registrados diez años, según la información del INE. En recursos humanos requeridos para I+D también se mantiene el tijeretazo: 1.878 el pasado año frente a los 2.200 que presentaba la Comunidad una década antes, 322 menos.

De vuelta al Patrón de Crecimiento, en Competitividad el resultado regional también es el peor de la década con 31,1 puntos. Ni en el peor momento de la anterior crisis se estuvo tan abajo. Sólo tienen datos más pobres Extremadura, Andalucía, Baleares, Canarias y Cataluña. Este apartado valora cuestiones como el tamaño medio empresarial, los costes laborales, las exportaciones o la inversión extranjera.

En cuanto al otro gran subíndice, el de Sociedad y Medio Ambiente, los 54,6 puntos de 2019 son peores que los de 2018 (60,1) o 2010 (59). No obstante, Cantabria aparece en quinto lugar, sólo por detrás de Navarra (75,5); País Vasco (72,2); Madrid (63,5); y Aragón (57,5).

Este resultado se obtiene analizando factores como la dimensión demográfica, donde la Comunidad sigue perdiendo terreno con el paso del tiempo: 49,9 puntos en 2010 por 30,9 en 2019. También se evalúa la dimensión del mercado laboral, que empeora respecto a 2018 pero arroja el tercer mejor valor de la década y por encima de 2010. Analiza los salarios, la tasa de desempleo o la tasa de desempleo de los trabajadores activos.

Igualmente, el apartado específico de la calidad de vida. Con 57,6 puntos es peor que en 2018 (60,4) y que hace 10 años (64,5). Valora aspectos como gasto en educación o profesionales sanitarios, entre otros.

Una evolución en diez años que debe llamar a la reflexión.