Los economistas calculan que Cantabria crece el 2,3% en el segundo trimestre, «mejor de lo esperado», pero por debajo de la media nacional

Esta especie de boletín de notas que es el segundo 'Informe de la Coyuntura Económica' del Colegio de Economistas de Cantabria ha sido presentado este viernes en rueda de prensa por su presidente, Fernando García Andrés, y el profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Cantabria, Marcos Fernández. Un encuentro en el que han ofrecido una valoración de la evolución de la situación de la región, con los datos que manejan hasta septiembre, positiva. «Son datos moderadamente buenos y mejores de lo que cabía esperar hace un año», han indicado. Pero, eso sí, con marices porque el aumento continúa por debajo del promedio estatal (2,9%) y de las comunidades limítrofes del País Vasco, Asturias y Castilla y León.

El documento deja en el lado de las fortalezas un total de ocho aspectos. Entre ellos, la baja tasa de paro (8,5%); la moderación de la inflación (excesivamente elevada en los dos años anteriores y que cerró agosto con un crecimiento interanual del 2%, lo que supone una mejora frente al 3,3% registrado al final de 2023); el crecimiento del sector servicios; y una «incipiente» recuperación de la construcción. Aunque todos ellos son aspectos en lo que las mejoras registradas, al igual que ocurre con el PIB, están por debajo de la media. Asimismo, se posiciona en este bloque de puntos fuertes el aumento de la confianza empresarial en Cantabria con un consecuente incremento del número de empresas constituidas, así como el crecimiento del sector servicios. A la par, destacan los economistas el elevado nivel educativo de nuestros jóvenes.

Por contra, en el lado negativo queda que el crecimiento de ese empleo es «excesivamente estacional», mucho más que en el resto del país. En concreto, ponen el foco en que la industria está «creciendo insuficientemente», algo que preocupa al Colegio por la gran importancia que ha supuesto el sector en la comunidad. Y hablando de sectores tradicionales apuntan a un «declive del sector primario» producido por el cierre de explotaciones ganaderas dado que Cantabria es de las autonomías más envejecidas« y la falta de relevo generacional. También señalan que se está produciendo un incremento de los costes laborales, un insuficiente aprovechamiento del potencial para los servicios intensivos en conocimiento; y echan en falta igualmente más apertura exterior al destacar que persiste una tendencia negativa este año en el que las exportaciones cayeron un 2,6% interanual en agosto, mientras que las importaciones disminuyeron un 8,8%.

El presidente del colectivo no ha dudado en señalar a la innovación como la principal materia en la que debe invertir Cantabria. «Tenemos un nivel que se sitúa en el 0,8% muy lejos del 1,5% del País Vasco» y a años luz del «objetivo que establece la Unión Europea de llegar al 3%», con lo que García ha insistido en que «nos queda un recorrido importante» al tiempo que ha insistido en que esta es una pieza capital porque «redunda directamente en la productividad». Por su parte, su compañero ha destacado que para reducir la estacionalidad del empleo se debe «invertir más en servicios altamente cualificados».

También han expresado su preocupación porque las cuentas públicas, ya que Cantabria cerró junio con un déficit del 1,26% del PIB, resultado de un aumento en los gastos no financieros y un estancamiento de los ingresos. «Está apareciendo un déficit presupuestario que el año pasado estaba controlado, está ocurriendo en todas las comunidades pero es algo a lo que hay que prestar atención», han dicho los economistas.

El informe concluye que la región continuará durante 2024 en una senda de crecimiento económico «moderado», si bien a un ritmo «más lento» que la media estatal. Las expectativas económicas, en particular a medio y largo plazo, dependerán «en gran medida» de la evolución de sectores «clave» como la industria, los servicios intensivos en conocimiento y el comercio exterior, y de su capacidad para dinamizar la creación de empleo y la competitividad de la región.

Por otra parte, la estabilidad de las cuentas públicas y la contención de la inflación serán también «factores importantes» para favorecer «una recuperación sostenible y equilibrada» en los próximos trimestres. Todo ello en base a este informe, elaborado por los profesores Marcos Fernández y Alejandro Bedia, que ofrece un análisis de la evolución de la economía regional durante 2024 centrado en más de 60 indicadores clave, como el crecimiento económico, los precios, el mercado de trabajo o la actividad empresarial e innovación, lo que permite evaluar su rendimiento frente a la media nacional y las comunidades autónomas limítrofes