Cantabria Labs obtendrá la licencia de primera ocupación antes de final de año

Tan solo faltan unos meses para que la comunidad autónoma cuente con un moderno centro de producción sostenible y laboratorio de la farmacéutica Cantabria Labs, la nueva marca de IFC. El lugar es La Concha de Villaescusa donde se construye un edificio con un presupuesto de 20 millones de euros y en el que trabajarán 120 personas.

El complejo está prácticamente terminado aunque para su puesta en marcha todavía faltan unos meses debido a la complejidad de la instalación.

El objetivo de la empresa es que en este mes de noviembre estén finalizadas las obras de urbanización así como las instalaciones técnicas. «Esto daría por concluido el proyecto de urbanización y obra civil», señaló a este periódico el director general financiero y de operaciones de Cantabria Labs, Enrique Quintana.

El siguiente paso es la obtención de la licencia de primera ocupación que debe otorgar el Ayuntamiento de Villaescusa, prevista para antes de que acabe el año. «Al mismo tiempo, en los próximos meses se pondrá en marcha el traslado de la maquinaria, todo dentro de los plazos previstos para poder finalizar el proyecto antes de que acabe el 2019», resaltó el directivo de la farmacéutica.

El edificio principal albergará la zona de oficinas, el área de I+D+i, las máquinas de producción, llenado y escuchado, y el almacén. Además de la planta de producción se levantará un centro experimental de extracción especializado en plantas con fines medicinales. El complejo de La Concha sustituirá a la planta existente en Santander. Los sistemas y maquinaria que se trasladará al centro de producción sostenible estarán dotados con los últimos avances en industria 4.0.

El espacio disponible tiene una superficie de 62.000 metros cuadrados en una concesión de explotación inicial de 25 años, renovable hasta 75, aunque las naves ocupan una superficie de unos 9.000 metros cuadrados.

Uno de los motivos que llevó a la entonces IFC a elegir el emplazamiento de La Concha fue la existencia de un manantial termal en la finca, que permitirá dotar al complejo de «altísimos niveles de eficiencia, ya que sus propiedades termales contribuirán a calentar las calderas y climatizar el centro preservando el medio ambiente», según expresó la compañía en el acto de colocación de la primera piedra en octubre de 2017.

Uno de los grandes defensores del proyecto, por lo que supone de riqueza para la zona, ha sido el alcalde de Villaescusa, Constantino Fernández (PRC).

La nueva fábrica de La Concha permitirá multiplicar por diez la producción de la compañía con el objetivo de lograr una facturación de 500 millones de euros en cinco años, el doble que en la actualidad. Desde 1989 la dermatología ha sido la especialidad que ha marcado la dirección de sus productos comecéuticos, nutricéuticos y fármacos, así como de sus pioneras tecnologías patentadas.