«Cantabria está muy lejos en innovación del lugar que ocupó antes de la crisis»

Con esa llamada tanto a la Administración como a la empresa privada, Barrero inauguró una nueva edición de las jornadas 'Cantabria +', en esta ocasión con la temática '+Innovadora'. En un evento que se complementó con una mesa redonda con la participación de Álvaro Simón, presidente de la Asociación Nacional de CEEI Españoles (Ances); y Graciela Garrido, responsable de Funding Box en España; y conducido por la periodista Pilar González, el portavoz de Cotec hizo un breve repaso de la historia del organismo y de los últimos cuatro años de la entidad, que han supuesto un impulso igualmente a raíz del relevo en otra institución, la Monarquía. De hecho, el experto resaltó el efecto que tuvo en el organismo que Felipe VI tomara el testigo del Rey Juan Carlos.

Más allá de eso, Barrero comenzó su presentación hablando de los orígenes de Cotec, un chispazo que de nuevo tuvo al Rey emérito como protagonista. De hecho, la anécdota bien podría dar para un libro o película, como admitió el invitado al Hotel Sardinero. Todo se remonta a un viaje en la década de los 80 del Monarca a Silicon Valley, donde coincidió con Steve Jobs, el creador de Apple. Ambos compartieron un ágape y el Rey quedó marcado con lo que presenció, por lo que a su regreso a España sugirió a las instituciones la creación de un órgano que promoviera la innovación a nivel nacional, dando lugar al nacimiento de Cotec. Según relató Barrero, Jobs también recordaría esa conversación con Juan Carlos I, toda vez que el emprendedor había aparcado su trabajo en Apple para centrarse en un nuevo proyecto, NeXT, pero aún no había logrado fabricar equipos. Fue ahí cuando el Rey de España le escribió en una servilleta un compromiso para adquirir el primer ordenador que saliera de la nueva compañía, que años después llegaría al Palacio de La Zarzuela. «La Administración debe seguir impulsando la compra pública innovadora, esto es, lo que hizo el Monarca 20 años antes con Jobs. El sector público tiene en esta iniciativa una importante herramienta para fomentar el I+D+i, además de la fiscalidad o las subvenciones», anotó.

Ese germen, que tuvo dos primeros años «inspiradores» con Eduardo Punset al frente de Cotec, devino en una trayectoria en la que la innovación fue ligada a la tecnología. Hasta que hace cuatro años la Fundación se encontraba en un momento «poco brillante y había perdido liderazgo». Fue entonces cuando se produjo el relevo en la Casa Real y Cotec también sufrió modificaciones, con la llegada de la exministra Cristina Garmendia a la Presidencia. «Cotec aplicó un modelo de innovación interna en la que tuvimos una visión más amplia de la I+D+i para entenderla como cualquier cambio basado en el conocimiento que general valor».

A partir de ahí, el director general recordó que «hay tecnología en general muy por encima de la capacidad de aplicarla. Sólo supone una frontera en programas secretos de alguna súper potencia mundial», aseveró, para precisar que la «ciencia no es la única fuente de conocimiento».

De vuelta al momento actual, Barrero lamentó que tras tres años de recuperación macroeconómica «este avance no se ha notado en la ciencia». Además, advirtió de que «el mercado no puede ser el único árbitro de la innovación».

Como cierre de su intervención, una reflexión y alerta para el sector público. «Si no somos capaces de conseguir que las administraciones públicas innoven más, las grandes corporaciones tecnológicas se convertirán en estados al tener mayores capacidades para aglutinar y solventar las necesidades de la gente», apuntó el experto.

La jornada, que contó con el apoyo de Sodercán, tuvo como segunda pata la mencionada mesa redonda. Graciela Garrido explicó que, desde su óptica profesional, «las empresas cada vez se están acercando más a la innovación a través de startups que les solucionen sus problemas. Ésa tendencia colaborativa se está afianzando».

Álvaro Simón, por su lado, gestiona en Málaga un Business Innovation Center (BIC) y dejó claro que «la innovación no es sólo tecnológica». En paralelo, expresó que «la ciencia, si no camina hacia el desarrollo, se queda en ciencia».

En este sentido, recogió el guante de Barrero en torno a la necesidad de que las administraciones redoblen su compromiso económico con la innovación y defendió que «necesitamos que en España también tiren de la I+D+i las grandes empresas. Promovemos la innovación abierta, esto es, que grandes y medianas empresas, no del IBEX, lancen retos a las startups. Es una forma de apoyar a estas compañías emergentes para que se relacionen con otras organizaciones de mayor tamaño y puedan establecer alianzas estables.

Garrido habló igualmente de la necesidad de unificar las gestiones, de ahí la pujanza de los Digital Innovation Hub, o lo que es lo mismo, una estructura regional única para que cualquier empresa pueda beneficiarse fácilmente de un soporte especializado a la hora de entender qué son, cómo le afectan y cómo puede acceder a las tecnologías digitales, y como financiar e impulsar las inversiones necesarias para abordar el proceso.

Simón igualmente habló de las que, en su opinión, son las tres principales claves para que una firma innovadora salga adelante. «Es más importante el equipo que la idea en sí, lo ideal es que sea gente con una experiencia laboral previa y una visión de conjunto. Además, también es relevante el olfato, pues hay gente muy intuitiva que rápidamente entiende hacia dónde debe reorientar su idea de negocio. Por último, claro está, se requiere cierta habilidad para captar financiación». Como complemento, admitió que «en muchas ocasiones la capacidad de desarrollo de una compañía depende de la ambición por crecer que tengan sus promotores».

Como cierre de la mañana, de nuevo Cantabria en el centro del debate. «Las principales dificultades de una región periférica como Cantabria a la hora de abordar, captar e impulsar políticas de innovación radican igualmente en que España es un país heterogéneo tanto en distribución de riqueza como de capacidades productivas e industriales», anotó el director general de la Fundación Cotec.

Al hilo de lo anterior, reflexionó acerca de que «el gasto en innovación y desarrollo está ligado a determinados sectores productivos, por lo que una economía local en la que tenga preponderancia el sector servicios tendrá un porcentaje de I+D más bajo», zanjó. En consecuencia, la Comunidad tiene trabajo por hacer y camino por recorrer para volver sobre sus pasos pasados.