Cantabria lidera el crecimiento del empleo a tiempo parcial desde 2008

Diez años después del estallido de la crisis económica Cantabria es la región más afectada por el incremento del empleo a tiempo parcial. Hasta un 45,3%, 12.023 ocupados más con este tipo de jornada, lo que significa más del doble del aumento en España, de un 19,3% y 468.300 personas más. Así lo recoge un estudio elaborado por la Secretaría de Empleo de UGT con las últimas estadísticas de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de este año y del mismo período de 2008, al comienzo de la recesión en la economía española.

Tanto en términos relativos como porcentuales, el documento elaborado por el sindicato sitúa a Cantabria como líder en el aumento nacional de los ocupados a tiempo parcial. No sólo eso: también es la segunda comunidad autónoma que sufre una mayor caída de los empleos a tiempo completo, hasta un 15,08%, es decir, 35.756 personas menos, solo por detrás de Asturias. Con todo, Cantabria vuelve a empeorar los datos nacionales, que por su parte revelan un descenso del 9,7% o 1.770.900 personas a tiempo completo.

Tal y como recoge el informe trimestral, la comunidad ya aumenta en 38.555 los trabajadores a tiempo parcial en lo que va de año. Esto supone un 16,07% de los 239.869 ocupados contabilizados por la EPA al término del segundo trimestre. Este último dato revela al mismo tiempo la mayor cuantía total y la mayor tasa de parcialidad contabilizada hasta ahora desde el año 2002, esto es, a partir de que el Instituto Nacional de Estadística (INE) empezó a facilitar este tipo de información por comunidades autónomas.

La memoria también revela las cantidades diferenciadas entre hombres y mujeres. En lo que respecta a los varones, el empleo a tiempo parcial aumentó casi un 71%, 3.634 trabajadores más. Así, este dato no sólo se acentúa sino que duplica su incidencia en la población ocupada masculina, desde un 3,4 a un 6,7%, con 8.757 ocupados de un total de 130.406 en el segundo trimestre de este año.

Los contratos de las mujeres también revelan un dato negativo en esta década. Tal y como lamentó el responsable regional de Empleo de UGT, Julio Ibáñez, las trabajadoras aglutinan «el 70% del aumento de este tipo de jornadas laborales en los últimos 10 años. Ya registran más de un 27% de estas ocupaciones, esto es, 29.798 empleos de un total de 109.463».

Más datos. Hasta el 90% de los trabajadores a tiempo parcial, 10.746 de los 12.023 registrados, corresponde a personas que no han podido encontrar un empleo a jornada completa. Este fenómeno, la tasa de parcialidad involuntaria, afectaba en 2008 a 9.449 personas de 26.532. Ese índice a día de hoy es 17 puntos mayor. Esta circunstancia también afecta de manera distinta a hombres y mujeres. Al término del segundo trimestre de 2018, 5.323 de los 8.757 hombres con una jornada a tiempo parcial, casi un 61%, buscaba empleo a jornada completa. Son el doble que hace diez años. En el caso de las mujeres se reduce a la mitad, un 49,9%, las que tratan de encontrar un empleo a jornada completa. Hasta 14.872 de 29.798 empleadas, o lo que es lo mismo, trece puntos más que el índice registrado al comienzo de la crisis económica hace diez años.

Ibáñez se manifestó a propósito de la tasa de parcialidad involuntaria, entre otros temas. «El empleo a media jornada se extiende año tras año en el mercado laboral y no por el deseo de los trabajadores, sino por una clara incapacidad de la región para generarlo a tiempo completo y estable», demandó. El portavoz protestó por la disminución de los salarios, «la consecuencia más visible de esta situación». No obstante, quiso poner de manifiesto otras secuelas: «La caída de las cotizaciones sociales incide directamente tanto en la disminución de las reservas de la Seguridad Social como en las futuras pensiones y prestaciones que percibirán quienes trabajan con esta modalidad».

El representante de UGT informó sobre más efectos de la tasa de parcialidad involuntaria. Un fenómeno que el secretario de Empleo del sindicato vinculó a «una formación continua muy inferior en los trabajadores con esta modalidad contractual y un aumento de la siniestralidad laboral en este período que parece tener una relación directa con esta parcialidad. Sus manifestaciones más evidentes son el incremento de accidentes viales y los casos de riesgos psicosociales».

Ibáñez atribuyó los resultados del estudio a las condiciones de trabajo actuales. «Todo está relacionado con una precariedad laboral que crece sin cesar en Cantabria y en la que el tiempo parcial se hace cada vez más visible, tras aumentar más de un 54% en los empleos indefinidos y un 61% en los temporales», aseguró. Realizando un análisis por edades, hasta un 70% del aumento del empleo a tiempo parcial corresponde a trabajadores con más de 45 años, lo que supone un aumento de 8.054 personas con respecto al segundo trimestre de 2008. Sin embargo, el estudio refleja un dato positivo en esta franja de edad: es la única en la que también repuntan las jornadas a tiempo completo, con 10.439 más. Un respiro que por otro lado confirma el progresivo envejecimiento de la población ocupada en la comunidad.

En relación a los trabajadores más jóvenes, situados entre los 16 y 24 años, la pérdida de empleo afecta indistintamente a ambos tipos de jornada: hasta 977 puestos a tiempo parcial y 8.591 a jornada completa. Entre los ocupados comprendidos entre los 25 y 34 años se revela un repunte de 1.700 casos más a media jornada y casi 35.000 completas menos. Una tendencia que se mantiene entre las personas de 35 a 44 años, donde el estudio registra 3.246 jornadas parciales más y 3.016 completas menos. Finalmente, el informe de UGT señala que los empleos a tiempo acumulados de enero a julio se han duplicado desde 2008 al mismo período de este año, lo que ha incrementado su porcentaje de un 23 a un 37% en el total de la contratación, hasta 57.103 de un total de 154.359 en lo que va de 2018.