Cantabria otea el récord de afiliados a la Seguridad Social de la década

Con este recibimiento estival, en una economía marcada por la pujanza de la actividad terciaria, que tiene en la hostelería y el negocio turístico dos de sus principales motores estacionales, la Comunidad transita por una campaña veraniega en la que aspira a romper el récord de afiliaciones de la última década.

La siguiente reválida llegará en apenas unos días, con la actualización del desempleo correspondiente al mes de julio. En este caso, la referencia de 2009 es ambiciosa, con 224.566 contribuyentes al sistema, por lo que el mercado laboral cántabro necesita 4.085 cotizantes nuevos, un incremento del 1,8%. Como referencia, la subida del pasado ejercicio de junio a julio se cifró en 6.259 trabajadores al saltar de 216.689 a 222.948, un crecimiento en la afiliación del 2,8%.

Así las cosas, el siguiente reto sería agosto, momento en que se produce el techo anual en la Seguridad Social. La referencia de 2009 sitúa el total de cotizantes hace diez años en 224.940, en tanto que la cifra del pasado ejercicio se frenó en 223.593 afiliados medios. El récord, por tanto, se encuentra hoy en día a 4.459 empleos de distancia.

Ahora bien, lejos queda aún el clímax de la serie histórica desde que se cataloga en 1999. Ese valor hay que buscarlo en agosto de 2007, cuando se registraron 235.148 afiliaciones. Desde ese máximo histórico Cantabria se mantuvo por encima de las 230.000 afiliaciones hasta septiembre de 2008, cuando se bajó de esa frontera, que todavía parece lejana a pesar de haber disfrutado, al menos en lo coyuntural, de varios años de ciclo expansivo.

Estas cifras que apuntan a una teórica, y en principio tangible, recuperación del mercado laboral de la Comunidad, tienen una doble lectura. Los sindicatos se han venido afanando en remarcarla y denunciar la «temporalidad y precariedad» que domina actualmente en las contrataciones autonómicas.

Valga repasar las reacciones al nuevo récord del pasado junio. Por ejemplo, el secretario de Empleo de UGT, Julio Ibáñez, aclaró que en la última actualización de los datos ofrecidos por el Ministerio de Empleo Cantabria superó por primera vez en esas fechas el 95% de contratos temporales (24.133 de un total de 25.396) y «tanto en el mes de junio como en el acumulado del primer semestre del año, es la tercera autonomía española con más contratación temporal sólo superada por Extremadura y Andalucía».

«El mes pasado fue un 95% de contratos temporales, el máximo histórico en este mes, pero en lo que va de año ya se registra casi un 94% (93,62%), lo que también es el mayor porcentaje registrado en Cantabria en los seis primeros meses del año desde que en 2002 existen estadísticas oficiales», subrayó el sindicalista.

Similar diagnóstico efectuó en su momento Comisiones Obreras, que a través de su secretario general, Carlos Sánchez, aportó las líneas maestras que a su juicio esbozaba la radiografía del paro de junio: «Alta rotación de los contratos, pues se firmaron 25.396 frente a los 1.983 parados menos, es decir, que cada persona ha suscrito una media de 13 contratos; alto porcentaje de temporalidad, con más de un 95% del total de los contratos comunicados; y el descenso significativo de los contratos indefinidos, que no llegan al 5% del total y han caído un 23,5% con respecto al mismo mes del año anterior».

USO apuntaló estas premisas. «La caída por sexto mes consecutivo de la contratación en general y de la indefinida en particular es una muestra clara de que algo está pasando. Durante el último año la temporalidad en los nuevos contratos ha aumentado hasta el 94,7%, un punto más», apuntó el sindicato.

Incluso el propio Gobierno regional, a través del consejero saliente de Economía, Juan José Sota, sí que admitió que el «empleo generado no es de buena calidad», algo que achacó a «la reforma laboral del PP de 2012». Eso sí, el político en su despedida sí que se mostró satisfecho con los guarismos alcanzados y la evolución de los últimos años.

A este escenario actual hay que sumarle la incertidumbre propia del ciclo económico y la ralentización que exhiben diversos indicadores. Sin ir más lejos, ayer mismo este diario publicaba que la contratación indefinida en España se frenó un 9,7% después de concatenar 60 meses en positivo.

Entre las causas deslizadas, una posible caída de la confianza empresarial e incluso la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), cuyo efecto negativo aún está por corroborar a pesar de ciertos avisos para el medio plazo como los del Banco de España.

Un caldo de cultivo que en todo caso no ayudará a que Cantabria no sólo pueda mejorar los registros venideros, sino que principalmente evitará que la Comunidad se acerque de nuevo a esa mágica barrera de 230.000 cotizantes.