

Secciones
Servicios
Destacamos
2020 seguramente será conocido como el año de la pandemia y sus efectos en la economía, sin olvidar el trágico saldo de muertes y enfermos, ... que han sido devastadores. El mercado laboral no podía ser una excepción y, en este escenario, Cantabria ha perdido empresas y trabajadores y, aunque los últimos datos de paro registrado y afiliación de la Seguridad Social de marzo y abril son mejores, lo cierto es que el censo empresarial un año más, este con más fuerza, vuelve a contraerse, en 2020 un 5,87 % (número de centros de cotización radicados en la Comunidad), ante un descenso del 5,80 % en cómputo estatal. Pese a ello, el comportamiento del mercado laboral no ha sido todavía más negativo gracias al efecto de los ERTE que han protegido muchos empleos, según pone de manifiesto el informe anual del mercado del trabajo que elabora el Servicio de Empleo Público (SEPA).
Los últimos datos del mercado laboral de Cantabria son los del mes de abril. La región registraba un total de 44.021 parados y 216.146 afiliados a la Seguridad Social. Crecieron en 7.790 en un año (de abril de 2020 a abril de 2021) y en 1.304 en un mes (de marzo a abril).
El informe del SEPE destaca respecto a la afiliación de trabajadores, que los datos no son buenos y en el último año se han perdido más de 3.300 afiliados, aunque con algo menos de intensidad que en el conjunto de España (1,53 % por 1,85%) y recuerda que el régimen general de la Seguridad Social, cuenta ajena, absorbe la práctica totalidad del recorte de 2020. El número de empresas (centros de cotización) al cerrar 2020 era de cerca de 23.000 (22.996) y el de trabajadores (afiliados a la Seguridad Social) de 212.866.
En cuanto a las previsiones para este año, están supeditadas a la evolución de la pandemia y a la puesta en marcha del Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia con su promesa de inyectar liquidez y reactivar la economía.
No hay que olvidar que los tres principales indicadores laborales procedentes de registros administrativos confirman la tendencia interanual: incremento del paro un 16,06%, muy lejos de la bajada de dos dígitos de los últimos años; la contratación ha sido el indicador más afectado con un descenso del 28,78 % y , algo más equilibrado, debido en buena medida a las regulaciones temporales de empleo, el comportamiento interanual de la afiliación que pierde un 1,53 %. Este año 2020 el factor ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) ha sido clave para la afiliación ya que a estos efectos todas las personas protegidas han permanecido en situación de alta laboral.
La evolución del número de centros «empresas» se venía manteniendo con ligera tendencia a la baja en los últimos años hasta este, en que el recorte es de casi seis puntos (5,87 %). Repuntó tras la recaída de la crisis en 2012/13 para mantenerse en los aledaños de los 25.000 centros, con un continuo goteo a la baja hasta los 23.000 del cierre del pasado año.
Por el contrario, los afiliados venían teniendo un mejor comportamiento en el último quinquenio hasta este año en que pierden afiliados (1,53 %) retrotrayéndonos a datos de 2018. En concreto la afiliación de las personas en alta laboral se ha incrementado en los últimos cinco años en un 4,49%. Sin olvidar que en 2007 se contaba con 14.000 afiliados más.
Las variaciones interanuales respecto a los sectores de actividad a los que pertenecen los afiliados son pequeñas. Así, ha aumentado muy ligeramente el porcentaje de trabajadores en servicios y en la construcción, mientras que en el resto se ha reducido también ligeramente. El sector industrial, con empresas de mayor tamaño y menos trabajadores por cuenta propia, aglutina todavía cerca del 15 % de la afiliación, clara diferencia con el conjunto de España donde representa casi tres puntos menos. La otra peculiaridad es la menor presencia del sector primario en Cantabria, tanto en empresas como en afiliados, con un peso que se reduce a la mitad.
El perfil del afiliado a la Seguridad Social en Cantabria es el de un hombre adscrito al régimen general, entre 35 y 54 años de edad, y que trabaja por cuenta ajena en el sector servicios. El informe del SEPE indica que son varones el 51,87 % de los afiliados, reparto que mantiene la tendencia observada en los últimos años, de aproximación entre ambos sexos. Por grupos de edad, en general decrecen todos los tramos, la excepción positiva está en los tramos a partir de los 44 años. Por sectores económicos se mantiene el peso de los últimos años con este orden: servicios, industria, construcción y primario. Los trabajadores por cuenta propia no llegan al 20 % de los afiliados y el resto son trabajadores por cuenta ajena. El 10,26 % de los afiliados al Sistema de la Seguridad Social en Cantabria tiene más de 60 años, dato en aumento año tras año.
Destaca el progresivo, imparable y consolidado proceso de terciarización de la economía regional, en paralelo al lento declinar del industrial, al igual que sucede en España en su conjunto. En el caso de Cantabria, prácticamente el 85 % de los centros de cotización tienen como actividad principal los servicios. En 2020 todos los sectores han mantenido su participación con respecto al año anterior, apenas destacar ligeros incrementos en construcción, industria y primario y un recorte en servicios.
Si se observa la evolución de la afiliación por sexo durante los últimos catorce años (2007-2020), se puede apreciar el desigual comportamiento e incidencia que las crisis han tenido sobre hombres y mujeres. Si bien en conjunto alcanzan máximos en 2007, con 133.269 varones y 93.504 mujeres, viniendo ambos de una tendencia ascendente hasta esa fecha, a partir de ese año la pérdida de afiliación por parte de los varones se dispara, mientras que las mujeres la mantienen e incluso la incrementan, así hasta la recaída de 2012, en el que tanto unas como otros pierden efectivos en porcentajes en torno al 5%. El año 2013, aunque se frenó la caída, siguió siendo negativo, para pasar en los siguientes a afianzarse la recuperación, tanto de hombres como de mujeres.
En 2020, la variación interanual negativa fue del 1,91% y 1,12 respectivamente, poniendo de manifiesto que la crisis vuelve a afectar más a los varones, al menos en el ámbito de la afiliación.
Actualmente, la mujer, en términos absolutos está en cifras históricas de afiliación, con casi diez puntos porcentuales de registros más que en el año 2007, incluso a pesar del retroceso de este año. Sin embargo, en su conjunto y tanto a nivel regional como nacional, el total de afiliados sigue estando por debajo del que había antes del inicio de la crisis del 2008. Podría hablarse de una década perdida, difícil de recuperar, especialmente para los varones (todavía 23.000 menos), máxime dado su perfil laboral de baja empleabilidad y en su mayoría procedentes de ocupaciones de baja cualificación.
En Cantabria, en los últimos años, la diferencia por sexo se ha venido reduciendo, incluido este último año al perder menos las mujeres, aun así, hay 8.000 afiliadas menos que varones.
Resumiendo, una desigual incidencia en el empleo por género, que paradójicamente viene a aproximar las tasas de afiliación por sexo (51,87 % y 48,13 %, respectivamente, en el año 2007 era del 58,77 % y 41,23 %). En el conjunto de España, la distribución por sexo de la afiliación reproduce valores similares, pero con convergencia más lenta y retrocesos (53,26 % por 46,74 % para el cierre de 2020). El motivo: la pérdida de empleo de los hombres y la presencia por la vuelta a un mercado cada vez con más servicios de las mujeres y que también se pone de manifiesto con datos de la Encuesta de Población Activa.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El rincón de Euskadi que te hará sentir en los Alpes suizos
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.