Cantabria pierde el 11,3% de su red de oficinas bancarias en tan solo un año

Así se desprende de los últimos datos estadísticos del Banco de España relativos a la distribución geográfica de oficinas por entidades, que recoge el reparto de todos los tipos de compañías, desde bancos hasta sucursales comunitarias, pasando por cooperativas de crédito, entre otros. Son estos tres apartados los que incluyen datos cántabros, toda vez que las cajas de ahorro fueron desapareciendo a lo largo del siglo XXI fruto de la nueva legislación y el progresivo proceso de absorciones y concentraciones que vive el sector en España.

El mayor 'mordisco' sufrido en la Comunidad en el último año se localiza especialmente en los cierres por parte de los grandes bancos, pues las sucursales han caído de las 223 de 2022 a las 196 actuales. En este campo entran firmas como Banco Santander, Unicaja Banco, BBVA, CaixaBank, Sabadell, KutxaBank, Deutsche Bank, Renta 4 Banco, Bancofar, Bankinter, Ibercaja, Andbank o Abanca.

La mayoría del descenso en este periodo lo concentra Unicaja Banco, en un proceso de reorganización tras la integración de Liberbank.

La entidad presidida por Manuel Azuaga, donde ahora se incluye la antigua Caja Cantabria, pasa de 73 inmuebles a 48.

A la red de entidades de crédito también hay que añadir otro tipo de organizaciones como las cooperativas. En este epígrafe figuran Caja Laboral, Cajamar Caja Rural y Caja Rural de Burgos con 13 locales, cantidad estable en los últimos 12 meses. Completa el abanico de opciones una oficina de ING Direct en Santander.

Los cambios en los patrones de consumo, agudizados durante la pandemia y con una progresiva extensión de la banca online y los pagos con tarjeta, una estrategia también reforzada por la propia banca con su política de dejar las sucursales como puntos de asesoramiento y favorecer una mayor autonomía del cliente, tienen un reflejo bien claro en las cifras de los últimos años. No en vano, el sector ha visto en esta reducción de estructura, también impulsada por las diferentes fusiones e integraciones, una vía directa para ahorrar costes y mejorar las cifras de los balances.

Como ejemplo, según la base de datos del Banco de España, el mallado regional en el primer trimestre de 2020, justo cuando el covid se cernía sobre Occidente, llegaba a 302 puntos de atención presencial, 287 de los cuales pertenecían a los bancos. Dicho de otra modo, y dado que las cooperativas disfrutan de una mayor estabilidad, las principales organizaciones del sector han prescindido en tres años de 91 locales, el 31,7% de su estructura autonómica.

Esta corriente no gusta del todo ni a vecinos ni a las administraciones. El propio Gobierno de Cantabria puso en marcha a finales de 2021 un Plan Regional contra la Exclusión Bancaria que pivotaba en torno a la instalación de cajeros automáticos en municipios en riesgo de despoblación. La apuesta conllevaba una inversión de dos millones de euros.

La Asociación Española de Banca (AEB) y la Asociación Bancaria CECA insisten en sustituir el cierre de sucursales con el mantenimiento de un contacto presencial a través de medidas como los 'ofibuses' o el servicio de retirada de efectivo en determinados comercios, conocido como 'cash back'.

Si se amplía el mapa al conjunto de España, a cierre de 2022 la gran banca cuantificó 1.300 sucursales menos que en 2021. Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja reportaron al cierre del primer trimestre de este ejercicio 164 cierres, de las cuales 141 son de Caixabank.