Cantabria, la tercera comunidad que más empleo creó en el primer trimestre

La región, según las cifras publicadas el jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), cuenta con más empleo y menos parados que en actualizaciones anteriores. Tanto en comparación con el último cuarto de 2022 como en la comparativa interanual. En concreto, Cantabria presenta 25.300 desempleados, un 11,58% menos que un año antes y un 10,13% menos respecto al trimestre anterior.

En otras palabras, la región arroja 3.300 reclamantes menos que 12 meses antes y 2.900 menos que al término del pasado año. Este comportamiento es claramente mejor que la tendencia nacional, pues de media la evolución laboral en España exhibe un aumento de los parados del 3,43% en términos intertrimestrales y una modesta bajada del 1,48% cuando se ponen los datos en el espejo interanual.

Con estos parámetros, Cantabria se sitúa con la tercera mejor tasa de paro de todo el país con el 9,29%, tan sólo por detrás de País Vasco (8,44%) y Aragón (8,94%).

En paralelo a la reducción del desempleo, la creación de puestos de trabajo. El número de ocupados según la actualización de la EPA llega a 246.700 personas en la Comunidad, un 1,13% más que en los datos anteriores, equivalente a 2.800 empleos más. En relación al primer periodo de medición del año pasado, Cantabria tiene 3.900 miembros más, lo que supone un salto del 1,59%. La evolución es la cuarta mejor de todo el territorio nacional, la tercera entre las comunidades autónomas tradicionales, con ese 1,13%, pues tan sólo la superan Ceuta (3,9%), Andalucía (2,03%) y Aragón (1,24%).

Como comparativa, España perdió ocupados ligeramente respecto al trimestre previo (-0,05%), mientras que en los últimos 12 meses su creación de empleo según la EPA es del 1,83%, aquí sí un poco por encima que la región.

Eso sí, ciertos matices. Ese aumento en el colectivo de ocupados se explica principalmente por el tirón del sector de los autónomos, mientras que la población asalariada decrece, con especial incidencia entre las mujeres.

Estos datos podrían explicarse por una caída notable en la población activa, aunque en esta ocasión la gente en edad de trabajar y dispuesta a emplearse se mantiene relativamente estable. En concreto, el número de activos que identifica la Encuesta es de 272.000, lo que implica 1.000 menos que a cierre de diciembre (-0,03%). Como referencia, en España la pérdida llegó al 0,39%.

Por contra, en los últimos 12 meses se han ganado 500 personas en este colectivo, un 0,2%. Bien es cierto que España genera más población activa en el mismo tiempo, con un crecimiento del 1,38%.

Sin embargo, la tasa de actividad, esto es, la proporción entre la población en edad de trabajar y el censo total, continúa a la baja con la tasa más baja desde 2005 hasta situarse en el 54,21%.

Para dar más contexto a los datos, los momentos vividos hace un año y los actuales. El primer trimestre de 2022 estuvo marcado por el inicio de la guerra en Ucrania y, sobre todo en una órbita más próxima, las derivadas económicas del conflicto. Incremento de costes energéticos, problemas de suministros y, como colofón, una huelga de transporte que paralizó el país y afectó sensiblemente al empleo y la actividad.

Los sindicatos –CEOE-Cepyme no hace valoraciones de la EPA desde hace dos trimestres, tres con este– recibieron la actualización de la radiografía laboral con luces y sombras. Como arranque, el secretario de Empleo de UGT en Cantabria, Julio Ibáñez, valoró el descenso del paro y el incremento de personas ocupadas registrado en la región en el primer trimestre de este año «por un significativo incremento del empleo autónomo que contrasta con una pérdida de población asalariada, sobre todo de la femenina».

El responsable regional de Empleo de UGT agregó que «es un aumento de cantidad pero no de calidad del empleo y exclusivamente del no asalariado y, además, con un notable incremento de las brechas de género porque el femenino es el que más se ha resentido y ahora la tasa de empleo de las mujeres está más de 10 puntos por debajo y la del paro es ahora 4,5 puntos superior a la de los hombres».

Su homóloga de CC OO, Laura Lombilla, opinó que la sensación es agridulce. Contempla algunos datos positivos, como el aumento de la contratación indefinida frente al descenso de la temporal y el significativo descenso del desempleo con respecto al trimestre anterior, con una bajada de casi un 10%. Sin embargo, también señaló la caída de personas asalariadas (1.800) en relación a 2022, así como la reducción de las jornadas a tiempo completo y el incremento de las relativas a tiempo parcial.

Para la secretaria general de USO, Mercedes Martínez, «Cantabria ha crecido en población mayor de 16 años un 2% en el último año pero los activos, personas en disposición de trabajar, han disminuido. Tanto en el último trimestre como en términos interanuales la tasa de actividad presenta un balance negativo. Año tras año este parámetro de actividad decrece de una forma casi constante».

Finalmente, el PP lamentó que Cantabria siga creando menos empleo que la media española. La secretaria autonómica del Partido Popular, María José González Revuelta, reconoce que esta circunstancia, que ha sido muy habitual desde la formación de la coalición entre Miguel Ángel Revilla y el PSOE en 2015 y su reedición en 2019, «viene dándose de manera ininterrumpida desde el final de la pandemia, como se refleja también en los datos de afiliación a la Seguridad Social». «En esta legislatura, mientras que de la EPA del primer trimestre de 2019 a la del primero de 2023 España incrementó la cifra de ocupados en un 5%, en Cantabria solo ha crecido un 3,9%, lo que quiere decir que ha sido un cuatrienio con menos dinamismo laboral y menos creación de oportunidades», ha subrayado.