Cantabria es la región del norte con menos teletrabajo, sólo el 9,8% de los empleados lo hace de forma habitual

Fue justo hace cinco años, con la irrupción de la pandemia, que el teletrabajo se convirtió en una necesidad y ahora sigue estando entre las peticiones de los empleados como una vía de conciliación. Pero es una opción que en Cantabria sólo disfruta el 9,8% de los empleados de forma habitual. Eso según el Instituto Nacional de Estadística (INE) del cierre de 2024, que posiciona a la región como una de las que menos implantación tiene del trabajo telemático, muy por debajo de la media nacional (14,6%) y de la autonomía que más ha abrazado esta opción, que es Madrid con un 26%, y otras como País Vasco (13,1%) y Galicia (12,4%); aunque sí por encima de algunas como La Rioja (6,3%).

En concreto, de los vecinos de Cantabria que tienen su oficina en casa el 4,9% lo hace regularmente (más de la mitad de su tiempo) y otro 4,9% de manera ocasional, es decir, menos de la mitad del tiempo. Son datos que dejan a la región en la peor posición de las atonías de la cornisa cantabrica, puesto que País Vasco da un 13,1%, Galicia un 12,4% y Asturias también queda por encima al arrojar un 10,7%. Pero es que también queda en los puestos más bajos frente al resto de zonas del país. No sólo lejos de la que lidera, Madrid, también de otras como Cataluña (con el 16,2% de personas teletrabajando de forma regular u ocasionalmente), Comunidad Valenciana (14,4%). Entre las que quedan por debajo está La Rioja -con solo el 6,3% del total-, Canarias (8,2%), Navarra (9%), Castilla y León (9,3%) y la Región de Murcia (9,4%).

En el conjunto de España, cerca del 15% de los empleados españoles utiliza el teletrabajo de forma habitual para cumplir con sus obligaciones laborales. Más concretamente, el 14,6% de los profesionales teletrabaja, la cifra más elevada de los últimos tres años y solo superada en la época de los confinamientos, cuando acudir a una oficina o puesto de trabajo físico requería una autorización especial.

En primer lugar, los niveles de teletrabajo han descendido desde los máximos alcanzados en la época de los confinamientos provocados por la pandemia del Covid-19. No obstante, aunque la tendencia nacional es que haya un incremento en los últimos tres años del INE, se está observando que no acaba de arrancar en ciertas comunidades autónomas como es el caso de Cantabria. «Los nuevos modelos de trabajo híbridos están consolidándose en España y en el resto de los países desarrollados como consecuencia de una demanda por parte de los empleados de implementar medidas que faciliten la conciliación entre la vida laboral y la personal», señala Oriol Mas, director general de Randstad Enterprise.

Antes del estallido de la pandemia del Covid-19, el teletrabajo tenía una presencia marginal entre los empleados y, en 2019, menos del 5% de los ocupados trabajaban desde casa más de la mitad de los días. Con la irrupción de la pandemia y la obligación de confinarse, el porcentaje de empleados que pasaron a teletrabajar se disparó y, aunque desde las cifras máximas ha descendido, la tendencia no solo se mantiene, sino que va avanzando año tras año.

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