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La preocupación en torno al tejido fabril de Cantabria no es una novedad, sino que se ha convertido en un problema estructural incluso antes de la pandemia. Costes energéticos, encrucijadas sectoriales, dificultades en las cadenas de suministro, decisiones de reorganización de mercados y prioridades que ... se adoptan a miles de kilómetros de la región... Toda una combinación que tiene su reflejo en las frías estadísticas: la Comunidad fue la segunda donde más cayó la producción industrial en 2023, la primera incluso si sólo se tiene en cuenta la comparativa entre el pasado diciembre y su referente interanual de 2022.
La fotografía la presenta de forma clara el Instituto Nacional de Estadística (INE) en los datos difundidos este miércoles. A lo largo del año la producción industrial en Cantabria menguó un 5,9%, frente a un descenso medio del 0,8% en el país, lo que supone la segunda mayor bajada solo por detrás de la de la Región de Murcia (8 por ciento menos).
En cuanto al mes de diciembre, la industria cántabra sufrió el mayor retroceso de todo el territorio nacional, un 10,5% menos respecto a 2022, frente a un desplome general del 4%. La cifra local se sitúa 6,5 puntos peor que el comportamiento medio del país.
Por destino económico, los bienes de consumo en su conjunto bajaron en la región un 12,1%. En el caso de los duraderos, el descenso fue del 13%, y en el de los no duraderos, del 12,1%. En cuanto al resto, los bienes de equipo disminuyeron un 13,3% y los bienes intermedios un 17,6%. Por contra, los de la energía fueron los únicos que crecieron, y lo hicieron con un 22,4% más.
En el último mes del año la tasa anual de la producción industrial se incrementó en seis comunidades autónomas y disminuyó en otras once. Extremadura (+5,6%), Aragón (+3,5%) y La Rioja (+3,1%) fueron las que anotaron las subidas más destacadas, mientras que en el lado contrario se sitúan, junto a Cantabria, Navarra, Andalucía y Comunitat Valenciana con retrocesos de un 9,4%, 7,7% y 7%, respectivamente.
La debilidad que presenta la industria cántabra ya fue advertida por la propia CEOE-Cepyme. Así, de hecho, justificó la patronal regional el deterioro del Producto Interior Bruto (PIB) autonómico en el tercer trimestre de 2023. «La columna vertebral de nuestra economía está en franco retroceso», avanzó la organización.
El nuevo año no se presenta tampoco sencillo. Por ejemplo, según lo reflejado en el Termómetro Empresarial publicado el mes pasado por El Diario, hay grandes industrias que ven 2024 como «crítico» para su futuro. Entre ellas destaca Solvay, que necesita obtener certezas respecto al respaldo de la Administración central a sus planes de transición energética en Barreda.
Tras conocerse los datos, el diputado y portavoz del PRC en materia de Industria, Javier López Marcano, definió la caída de la producción industrial como "un mal síntoma" que, sumado a la sucesión de empresas que durante los últimos meses han entrado en crisis, evidencia que Cantabria "no va por buen camino", por lo que pidió al Gobierno ahora pilotado por el PP que aplique la Alianza por la Industria elaborada y aprobada en la pasada legislatura, con el fin de contribuir a "revitalizar este sector fundamental en la economía de la Comunidad Autónoma".
El exconsejero de Industria añadió que "desde la llegada del PP al Ejecutivo la Comunidad Autónoma vive una sucesión insoportable de problemas empresariales e industriales, que afectan a empresas como BSH, Atunlo, Sidenor, Nexian, Hitachi o Bridgestone, entre otras, sin que el Gobierno haya hecho absolutamente nada para apoyarlas y revertir esta situación".
"El sector industrial ya estaba en recesión en julio”, replicó en un comunicado el diputado del Grupo Popular Miguel Ángel Vargas, que recordó a Marcano que a su salida del Gobierno el índice de producción industrial interanual presentaba una disminución del 11,5%.
Vargas expresó su convencimiento de que las medidas que viene adoptando el Ejecutivo cántabro sentarán las bases para revertir la tendencia de la industria regional de los últimos ocho años. Además, atribuyó la caída de la producción industrial en 2023 a la situación de inercia que viene arrastrando el sector por la inactividad y la falta de medidas concretas para el impulso del sector industrial de la coalición de gobierno PRC-PSOE, que “no se corrige de un día para otro”.
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