Cautela en la gran industria hasta conocer los detalles del pacto para abaratar la luz

Hasta que no aparezca publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el acuerdo anunciado el martes en Bruselas la industria prefiere no lanzar las campanas al vuelo. Es ahí, negro sobre blanco, cuando suelen aparecer las sorpresas. Igualmente, con el documento en la mano, algo que previsiblemente será público el miércoles que viene, podrán calcular con exactitud la reducción del precio eléctrico.

125euros el megavatio por hora es el precio aproximado que otean los expertos.

Fernando Soto, director general de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), explica El Diario que «aunque el acuerdo no satisface todas las demandas de España y Portugal lo valoro positivamente. Eso sí, con cautela. Hay que ver lo que finalmente aprueba el Consejo de Ministros y lo que publica el BOE. La letra pequeña suele tener mucha miga», arrancó el portavoz de un colectivo que representa en Cantabria a gigantes como Ferroatlántica, Global Steel Wire, Reinosa Forgings & Castings o a la portuguesa Bondalti.

Eso sí. Soto ya ha echado cuentas. «Con el gas topado a 50 euros el megavatio por hora el precio eléctrico se situará en el entorno de los 130 euros, teniendo en cuenta también el impacto de los derechos de emisión. Ahora estamos en precios de 230 euros/MWh, por lo que implicaría reducir el precio de mercado en 100 euros», resume.

Un descuento en torno al 35% que, evidentemente, «sitúa a las industria electrointensiva en una posición mejor» frente a su competencia de Francia y Alemania, la primera con una tarifa especial para la industria; la segunda con multitud de contratos bilaterales. «El precio final en Francia estará en 122 euros el megavatio en estos días. España, en precio de mercado, se puede quedar en el entorno de los 125. Pero hay que tener claro que Francia también se va a beneficiar del precio de España, aunque van a tener un problema tremendo con la revisión de sus centrales nucleares, lo que obligará a parar a muchas de ellas y a importar energía. Las van a pasar canutas durante el próximo año», avanza.

Por otro lado, Javier Sarabia (Saint Gobain) explica en nombre de CEOE-Cepyme Cantabria que «el acuerdo está muy reciente. Vamos a ver cómo se plasma en la realidad. Lo que entendemos es que ahora que el precio de la electricidad está cuatro veces por encima de su precio histórico cualquier ayuda es bienvenida. Lo que no podemos pensar es que el megavatio va a volver a 45 euros. Los precios aún son un disparate», comienza.

Sarabia va más allá y pone el foco en un detalle. «A las empresas que sean consumidoras de gas el precio 'ad hoc' no se les reduce, sino que seguirá siendo el del mercado. La excepción sólo cabe para abaratar la electricidad», añade.

El consejero de Industria del Gobierno de Cantabria, Javier López Marcano, consideró que el acuerdo alcanzado es «un paso apreciable», pero que «queda mucho trabajo por hacer y muchos logros por conseguir» con el objetivo final de que las electrointensivas españolas tengan «las mismas reglas del juego» que las de los países vecinos.

«Hay que definir herramientas que nos equilibren y nos permitan competir en igualdad de condiciones con todas las empresas en Europa. Hay que conseguir muchas reivindicaciones», según declaró ayer el consejero cántabro, a preguntas de los periodistas.

«No tenemos las mismas reglas del juego y es una cuestión de justicia muy demandada», especialmente por las comunidades del norte, enfatizó.

Si el sector industrial y corporativo lleva tiempo esperando novedades de Bruselas en torno a medidas para limitar el precio de la luz, seguramente con más anhelo estén los 10,5 millones de hogares que en España están acogidos a la tarifa regulada, esto es, aquella que fluctúa en función del precio del mercado mayorista. Como resultado, una escalada feroz para muchas economías domésticas.

Desde la órbita regional, Enrique Solis, portavoz de la Unión de Consumidores de Cantabria (UCC), entiende que «es una noticia positiva porque evidentemente se va a bajar la factura eléctrica. Si el precio de la luz estaba cerca de 300 euros el megavatio y ahora va a bajar en torno a los 100 pues supone un gran paso que caiga el recibo del mayorista», comienza.

A partir de ahí, varias precisiones. «Otra cosa es cómo quede la factura del consumidor. Tiene que quedar reflejado en ese recibo. Ese es el mayor misterio que vamos a tener estas semanas. Una cosa son los acuerdos políticos de la Unión Europea y otra cómo procederá la comercializadora para facturar a sus clientes».

Solís lamenta que «no sea un acuerdo total según lo que se pretendía. Se ha quedado un poco a mitad de camino de lo que se aspiraba –España y Portugal querían topar el megavatio del gas a 30 euros frente a los 50 finalmente autorizados–, pero aun así está bastante bien».

Desde la Unión de Consumidores estiman una reducción que se quede en poco menos del 50%. Otros expertos acotan la rebaja a un 25%.