Los centros de formación critican el frenazo a las acciones para formar a parados y activos

Precisamente, la pasada semana publicamos en estas páginas que los fondos de la formación para el empleo de 2020 se habían recortado un 10% en Cantabria y 31% de media nacional. La plataforma, formada en el seno de CEOE-Cepyme, recuerda que el sector cuenta con más de 3.000 empleos directos.

La primera de las críticas de los centros formativos se centra en la decisión del Servicio Cántabro de Empleo de no sacar convocatoria de formación del año 2020 (se está ejecutando aun la del 2019) que puede tener «dos consecuencias gravísimas». La primera dejar de formar a miles de personas desempleadas con la pérdida de competitividad que comporta respecto a otras comunidades autónomas, y, la segunda, dejar a los centros sin actividad durante un año, lo que supondría la desaparición de casi el 70 % de los centros colaboradores, con el coste humano y económico que supondría.

Por otra parte, respecto a la formación de activos los presupuestos del año 2019 (más de 3 millones de euros) han desaparecido de la formación y la convocatoria de 2020 aún se está tramitando y no se sabes cuándo se va a publicar y si este año se va a poder desarrollar alguna acción.

También se ha denunciado en esta reunión de la plataforma, que aglutina al 92% del sector de la formación para el empleo, la falta de comunicación con el Servicio Cántabro de Empleo así como la permanente de incertidumbre; los cambios de criterio de los requisitos; los retrasos en los nuevos procesos administrativos de los centros; falta de agilidad en responder y la incongruencias en algunas decisiones normativas. Sin embargo, los centros aseguran que, a pesar de ello, han superado el 40 % de la ejecución y están en condiciones de «dar respuesta a las nuevas necesidades formativas que se nos planteen y de continuar con el esfuerzo de dar una formación de calidad».

Por otra parte, la plataforma pone de relieve «las negras perspectivas para poder participar las micropyme de formación de Cantabria en las convocatorias nacionales de trabajadores en activo».

Además, la plataforma solicita «agilidad y flexibilidad» en los procedimientos en el supuesto de que se produzca un nuevo confinamiento para que el alumnado no pierda el ritmo de estudio. Esta cuestión es fundamental ante la situación que se vive por la pandemia.

Asimismo, los centros formativos critican la «baja o nula colaboración por parte de las oficinas de empleo como nexo de unión entre los centros de formación y desempleados pese a la incorporación de 40 orientadores laborales».

En 2020 han correspondido a Cantabria un total de 31.567.923,15 euros, de los que 14.565.310,86 van dirigidos al fomento del empleo y la formación; 979.047,00 euros han ido al Orienta 3000; 15.164.289,90 euros a formación para el empleo (cuota FP) y 861.275,39 euros a modernización. Donde más recorte hay es en formación para el empleo procedente de la cuota de FP, que pagan trabajadores (0,1% de su base reguladora) y empresas (0,6% de la base reguladora).