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Isabel Arozamena
Santander
Domingo, 27 de octubre 2019, 10:17
Que la población de Cantabria conozca el compromiso de las principales industrias de la región para preservar el medio ambiente, es uno de los objetivos de la última iniciativa puesta en marcha por el foro empresarial de Desarrollo Sostenible y Energía de CEOE-Cepyme. ... Su responsable, Martín Silván, es el encargado de imprimir esta preocupación por la industria sostenible a la base de la sociedad, los más jóvenes. Este mes de octubre se ha retomado el programa iniciado en 2014 para que representantes de las principales industrias de la región expliquen sus proyectos medioambientales en los institutos.
Esta semana ha sido el turno del IES Montesclaros de Reinosa. El pasado martes, más de 60 alumnos de grado superior de los módulos de electricidad, mecanizado y administrativo asistieron a la charla ofrecida por Martín Silván, como representante de Medio Ambiente de CEOE, y los directivos de Cementos Alfa de Mataporquera José Calvo, jefe de Medio Ambiente de la compañía, y Beatriz Malagón, jefe de Producción.
«Hay que desterrar la anticuada imagen de la industria contaminante y expoliadora de recursos», resaltó Silván. Muy al contrario, en su intervención en Reinosa, el abogado experto en medio ambiente se refirió a la industria «como la base de desarrollo sostenible». Explicó que la entrada de España en la Unión Europea marcó un antes y un después al unificar en un solo trámite administrativo la autorización ambiental integrada, que en Cantabria poseen 58 empresas, eliminando la burocracia existente hasta entonces en la que participaban numerosas Administraciones. A partir de 1986 España se vio obligada a cumplir con la normativa medioambiental europea, «la misma que Dinamarca, Alemania y Holanda», países con las más altas exigencias.
El objetivo empresarial de producir cuanto más mejor ha dado paso a la necesidad de que este proceso industrial «sea sostenible». Siempre sobre la base de los principios de prevención, precautorio, subsidiariedad y el del que contamina paga.
Cementos Alfa de Mataporquera, industria en la que trabaja un centenar de personas, es una planta de clínker para fabricar cemento.
El clínker se forma tras calcinar caliza y arcilla en el horno y posteriormente se muele para fabricar el cemento Portland. Calvo y Malagón explicaron a los alumnos del Montesclaros «cómo una fábrica de estas características puede contribuir a mejorar el medio ambiente». Desde los años 80 se han aplicado una serie de reformas medioambientales en la fábrica «que han eliminado el polvo gris que envolvía el pueblo». Ahora, «las emisiones a la atmósfera se controlan minuto a minuto».
La planta cántabra, inaugurada en 1930, exporta el 85% de su producción al Reino Unido. Los efectos del 'Brexit' en este mercado de momento se desconocen. La producción media de la planta cántabra es de 600.000 toneladas de cemento al año frente al millón que se alcanzó con el 'boom' inmobiliario en 2007.
¿Qué se puede hacer desde Cementos Alfa para mejorar el medio ambiente? Principalmente, que el menor número de residuos llegue al vertedero. Hay que tener en cuenta que la media de los residuos enviados al vertedero se sitúa en España en el 60%, mientras que en la UE se logra casi el 20%. En este ámbito de la economía circular se acogen residuos, para su conversión en cemento, de diez industrias cántabras: Arcelor, Hormigones Aguilar, Codefer, Sidenor, Saint Gobain, GSW, Nissan, Solvay, Reical y RCD.
Hasta finales de año se visitarán ocho institutos con la participación de Saint Gobain, que lo hizo el pasado 14 de octubre en el IES Augusto González Linares de Santander; TIR Cantabria el pasado día 16 en San Miguel de Meruelo; Sniace en el IES Besaya el próximo 29 de octubre; Ensa en el IES Nuestra Señora de los Remedios en Guarnizo el 5 de noviembre; Dynasol en La Granja de Heras el 6 de noviembre y Ferroatlántica por determinar. En total, a lo largo de las dos ediciones del programa habrán participado 14 empresas: Derivados del Flúor, SEG Automotive, Iacan, Tirso, Sidenor, GSW, Textil Santanderina, Saint Gobain Canalización, TIR Cantabria, Cementos Alfa, Repsol-Dynasol, Ensa, Ferroatlántica y Sniace.
CEOE Cantabria concibió esta iniciativa para explicar a la sociedad «el enorme esfuerzo» económico y organizativo realizado por las empresas para adecuarse a los requisitos de la legislación en materia de control ambiental. Prueba de ello son los 400 millones de euros invertidos por las compañías entre los años 2006 y 2010 para implementar las mejores tecnologías disponibles, adecuar procesos y minimizar impactos.
Estas inversiones, se felicitó Martín Silván, «se pudieron afrontar en una época de bonanza económica, lo que ha permitido al menos mantener el nervio principal de la industria de la región». Si ese mismo esfuerzo se tuviese que realizar ahora, «es dudoso que la practica totalidad de la industria pudiese afrontarlo, dadas las actuales circunstancias».
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