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Cerca de 17.000 cántabros inician el año con la confirmación de que verán subido su sueldo un 5% y pasan de percibir 1. ... 080 euros brutos mensuales por catorce pagas a 1.134 euros. Todo tras un acuerdo para elevar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) alcanzado por el Ministerio de Trabajo con CC OO y UGT que no ha contado con el respaldo de los empresarios. Pese a esa falta de apoyo, la representación de los sindicatos en la región celebra esta «esperada notica», aunque coincide en que la subida de las retribuciones de los que menos cobran «no es suficiente». Por su parte, desde CEOE-Cepyme Cantabria rechazan esta actualización que se produce «de manera unilateral» y que, dicen, «incrementa la incertidumbre y la falta de confianza que percibimos en la economía, en los mercados y en los inversores».
Por parte de los sindicatos se respira satisfacción por la subida del 5%, aunque hay peros. El secretario general de UGT en Cantabria, Mariano Carmona, incide en que «el aumento mejora los salarios y el nivel de vida de muchas personas, aunque es claramente mejorable». Asimismo, pone el foco del debate en que «hay que fijar con claridad cuánto es el 60% del salario medio en este país», que desde la Unión General de Trabajadores mantienen que ronda los 1.200 euros mensuales según el organismo europeo Eurostat, por lo que queda camino por delante». En lo que no caben ambages para Carmona es en que el Salario Mínimo Interprofesional «es una cuestión que corresponde única y exclusivamente al diálogo social y no debe distorsionarse por empresarios o ministros fuera de este ámbito».
15.876 euros brutos al año es la cantidad fijada en el nuevo salario mínimo interprofesional
También Rosa Mantecón, como secretaria general de CC OO, lamenta la falta de apoyo de la patronal: «A nosotros nos hubiera gustado un acuerdo tripartito en el que todos estuvieran conforme, pero una vez más la patronal no lo ha rubricado». Una decisión que afea teniendo en cuenta que «en la pandemia nosotros respaldamos política muy duras para apoyar las empresas y mantener la economía». Mantecón, además, hace hincapié en que esta modificación repercutirá a los trabajadores de 42 actividades laborales que no cuentan con el paraguas de un convenio propio de referencia y, reclama, «que este verano, con unos niveles de ocupación récord en el país y en Cantabria, ya hemos visto que las subidas salariales no implican destrucción de empleo como mantienen algunos sectores».
Por su parte, desde Unión Sindical Obrera (USO) creen que el nuevo SMI tendrá un efecto limitado o incluso inexistente en las cuentas de las familias beneficiadas sobre todo, opinan, porque el real decreto «no ha abordado, de manera premeditada, la prohibición de absorber la subida del salario base (SMI) con los diferentes pluses como nocturnidad, antigüedad, tóxicos, penosos o peligrosos». Una circunstancia que hará que colectivos más vulnerables como el de la limpieza, hostelería y atención a personas dependientes no lo notarán».
En CEOE-Cepyme Cantabria escudan su falta de respaldo al incremento a la falta de «esfuerzo» del Gobierno para llegar a un acuerdo. Además, entre los factores por los que han decidido quedarse al margen están que no se han tenido en cuenta dos aspectos que se reclamaban desde las organizaciones territoriales empresariales: la actualización de los contratos con la administración derivados de la subida de los salarios y las bonificaciones a la actividad agrícola.
El primer factor hace referencia a que «piden que los precios de los contratos públicos suscritos con la Administración se incrementen al mismo ritmo de los costes para evitar esas pérdidas que se producen», mientras que la segunda exigencia «desatendida» pasa por que se bonifiquen las cuotas a la Seguridad Social para los agricultores, «que no pueden soportar este ritmo de incrementos del SMI». En el caso de Cantabria, inciden, «esta reivindicación es muy significativa por nuestra estructura económica, donde lo rural tiene un peso significativo».
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