China y Canadá contraatacan con una subida de aranceles a las importaciones de productos agrícolas de EE UU

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«China está muy insatisfecha con esto y se opone firmemente a ello. Tomará contramedidas para salvaguardar firmemente sus propios derechos e intereses», ha declarado un portavoz del Ministerio de Comercio a través de un comunicado, antes de instar a Washington a retirar «de inmediato» sus aranceles unilaterales, que ha calificado de «irrazonables e infundados». En los mismos términos se ha pronunciado el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

«Canadá no dejará que esta decisión injustificada quede sin respuesta. Si los aranceles estadounidenses entran en vigor esta noche, Canadá responderá (...) con aranceles del 25% contra 155.000 millones de dólares de productos estadounidenses, comenzando con aranceles sobre 30.000 millones de dólares de forma inmediata y sobre los 125.000 millones restantes en 21 días», ha anunciado la oficina del primer ministro.

En el mismo comunicado asegura que la decisión «permanecerá vigente hasta que EE UU retire dicha medida comercial». «Si bien instamos a la Administración estadounidense a que reconsidere sus aranceles, nos mantenemos firmes en la defensa de nuestra economía, nuestros empleos, nuestros trabajadores y un trato justo», asegura Trudeau, antes de subrayar que, «debido a los aranceles» de Trump, los estadounidenses «pagarán más» y, «potencialmente, perderán miles de puestos de trabajo».

Tanto en el caso chino como en el canadiense, el incremento de los aranceles por parte de la Administración Trump obedece, entre otras cosas, a lo que en la Casa Blanca se considera escasa la lucha por parte de ambos países contra el tráfico de fentanilo y la seguridad fronteriza. «Si bien menos del 1% del fentanilo interceptado en la frontera de EE UU proviene de Canadá, hemos trabajado incansablemente para abordar este flagelo que afecta a los canadienses y estadounidenses por igual», ha argumentado Trudeau, al tiempo que ha relatado que Ottawa implementó un plan fronterizo de 1.300 millones de dólares con nuevos helicópteros, tropas, más coordinación y mayores recursos.

Las autoridades de Pekín se han expresado en los mismos términos. «China es uno de los países con las políticas de control de drogas más estrictas y la implementación más completa en el mundo», mientras que han afirmado que ambos países han «llevado a cabo una cooperación extensa y profunda en materia de control de drogas», por la cual han «logrado resultados notables». Así que su respuesta ha llegado en forma de aranceles de un 15% más al pollo, trigo, maíz y algodón y de un 10% más a la soja, el sorgo, la carne de cerdo y de vacuno, pescado y marisco, frutas, verduras y productos lácteos. Entrarán en vigor el lunes que viene, 10 de marzo.

El Ejecutivo chino se ha mostrado tajante y considera que «las medidas arancelarias unilaterales de Estados Unidos violan gravemente las normas y socavan las bases de la cooperación económica y comercial» entre ambos países. «Esperamos que EE UU vea y maneje los problemas de manera objetiva y racional, y regrese al camino correcto de resolver adecuadamente las diferencias a través del diálogo igualitario lo antes posible», han manifestado desde Pekín.