El Clúster de la Industria de Defensa salta en su expansión y suma a Navantia

«La incorporación de esta gran empresa integradora supone un gran apoyo y una gran oportunidad para el Clúster de Defensa», afirmó ayer su nuevo presidente, Carlos Besoy Esteban, elegido en la Asamblea General celebrada el pasado 23 de junio. «La entrada de Navantia es el resultado del trabajo que hemos realizado bajo la presidencia de Luis García en estos dos primeros años de vida que cumplimos el próximo 10 de julio y para nosotros es un reconocimiento que nos llena de orgullo. En este sentido, quiero destacar el apoyo institucional que hemos tenido, desde el primer momento, por parte de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa, al que se ha sumado después el de la Jefatura de Apoyo Logístico de la Armada Española», concluyó.

El 'fichaje' de Navantia en absoluto es baladí. Varias empresas cántabras del sector de defensa están trabajando en el proyecto de la nueva serie de submarinos de la Clase S-80 que lidera Navantia, cuya primera unidad de las cuatro previstas, el S-81 'Isaac Peral', fue recientemente puesta a flote. Algunas de ellas (Grupo Fernández Jove, Newtesol y Fundación Centro Tecnológico de Componentes) son socias del CID. Otras firmas como Enwesa, filial de Equipos Nucleares, también se han asegurado trabajo para los próximos tres años merced a esta línea de producción, que evidencia las diversas oportunidades derivadas de este tipo de proyectos con contratos millonarios.

El CID ha llegado ya a los 50 integrantes, con diez de ellos, principalmente compañías, con sede fuera de las fronteras cántabras. Además, cuenta con otras nueve entidades colaboradoras de diverso tipo.

El proyecto surgió con el objetivo de reforzar la base tecnológica e industrial al servicio de la defensa de España. También promueve la Cultura de Defensa y apoya a las Fuerzas Armadas y a la Guardia Civil con acciones puntuales y concretas, como ha sido el caso de la primera ola de pandemia del covid-19, donde realizó una campaña para adquirir y donar diverso material de protección sanitaria.

El propio Besoy, en una entrevista concedida días atrás a El Diario, comentaba en torno a los atractivos del Clúster que «lo primero es poder acceder a proyectos y oportunidades de negocio que de manera individual no serían capaces no sólo de concurrir, sino siquiera de conocer. En Cantabria hay un tejido empresarial que da cobertura al sector de defensa, con un alto componente innovador, pero falta en ocasiones ir de la mano para aprovechar oportunidades del propio Ministerio o de los grandes contratistas del país». Navantia entra en este último grupo que señalaba el portavoz.

De cara al futuro, marcado por los fondos europeos, recordaba en relación al ámbito de la industria militar que «es algo que se lleva tiempo esperando. Son una línea de casi 8.000 millones, con 2.600 para investigación con el fin de sacar tecnologías disruptivas. Hay empresas del Clúster que pueden aportar mucho al respecto».