La CNMV suspende la cotización de Sniace al ver amenazada la continuidad de la fábrica

La propia Sniace, en su comunicación a la CNMV, explicaba el escenario que se cierne sobre la organización. «Esta situación, sin perjuicio de que Sniace considera que la solicitud de resolución del contrato efectuada por Cogen no es ajustada a derecho, obliga a Sniace a explotar dicha planta de cogeneración de forma directa y, en consecuencia, a iniciar negociaciones para alcanzar acuerdos de suministro de gas y de prestación de servicios de arrendamiento y de mantenimiento de los dos grupos turbogeneradores sitos en su instalación de cogeneración, dado su carácter necesario para el desarrollo de la actividad industrial de Sniace».

Como corolario, «la imposibilidad de alcanzar dichos acuerdos provocaría la parada de la planta industrial de Sniace sita en Torrelavega (Cantabria) hasta que se alcanzasen dichos acuerdos», rezaba el comunicado de Díaz Real.

Porque Cogen no ha querido perder tiempo tras conocer el contenido de la orden que prepara el Gobierno central para reducir los subsidios a la cogeneración que se abonan a través de gravámenes en la factura eléctrica. Un «tijeretazo» de 450 millones cuando el sector en toda España esperaba una rebaja de 150.

Y las cuentas no salen. «Con fecha de ayer –por el martes– se ha recibido nueva comunicación de Cogen en virtud de la cual informa a la sociedad de que, haciendo uso de las facultades previstas en el citado contrato, Cogen ha comunicado a Gas Natural Comercializadora, S.A. la resolución del contrato de suministro de gas natural a la planta de cogeneración de la Sociedad situada en Torrelavega (Cantabria) y a General Electric International la resolución de los contratos de arrendamiento y prestación de servicios de mantenimiento de los dos equipos turbogeneradores ubicados en dicha planta de cogeneración, todo ello con efectos 29 de febrero de 2020. Dichas resoluciones contractuales se fundamentan por Cogen en las perdidas soportadas por dicha empresa como consecuencia de la gestión de la planta de cogeneración de Sniace y fundamentalmente por la aplicación inminente de los nuevos parámetros retributivos de la producción de energía eléctrica recogidos en la propuesta de Orden Ministerial distribuida el 9 de enero de 2020 por el Ministerio de Transición Ecológica, que, según estimación de Cogen, va a provocar ya en el presente ejercicio, unas pérdidas en la planta de cogeneración de Sniace de más de nueve millones de euros».

Está previsto que el Consejo de Sniace se reúna de forma inminente para analizar la situación, aunque la inquietud ha ido en aumento en los últimos días, más después de la decisión de Cogen.

La compañía ya tenía acordado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para empezar a aplicar en abril ante la caída del precio de la celulosa, lo que hacía inviable la producción. El ajuste afectaba a 229 de los 427 empleados, con un máximo de 13 semanas de suspensión de contratos por trabajador.

No sólo eso. En 2020 Sniace debía hacer frente al plazo más exigente del concurso de acreedores, más de 23 millones que debía desembolsar. Unas obligaciones que ya venían precedidas de las reclamaciones judiciales de algunos de los damnificados por el concurso, como Banco Santander, que habían comunicado que la cotizada no estaba haciendo frente a sus compromisos. Demasiadas aristas en el horizonte de una compañía que vive los últimos años entre sobresaltos.