Tan antigua, tan antigua, que no hay rastro exacto de la creación de la Cofradía de San Martín de Laredo de Pescadores y Mareantes, que ... bien podría confundirse en el tiempo con el mismo origen de la villa. El doctor en Historia y director del Archivo Municipal de Laredo, Baldomero Brígido, considera que es la más antigua de España, añadiendo que «su existencia está documentada al menos en el siglo XI». Su primera referencia escrita data del 2 de diciembre de 1306, cuando Fernando IV la menciona al confirmar un privilegio que ya tenía antes. Así que, aunque hayamos elegido ese año para marcar su origen, sin duda es mucho más antigua, tal y como también se deduce en otros documentos del siglo XVI, donde se manifiesta que «el dicho cabildo de mareantes era una hermandad y cofradía de más de quinientos o seiscientos años que se había instituido».
Teniendo en cuenta la esencial actividad de la pesca para los primeros habitantes de la villa, no es descabellado suponer que cofradía y regidores del concejo de Laredo caminaron de la mano en el asentamiento y desarrollo de la población. La agrupación gremial fue parte importante del poder político y contó con el privilegio de tener un representante permanente en el concejo. Además, hacía funciones de asociación vecinal que gobernaba el ámbito territorial de la ermita de San Martín, lugar donde tenía su sede.
Como es lógico, la cofradía fue defensora de potenciar el puerto, esencial para el refugio de las embarcaciones que navegarían a la arriesgada caza de ballenas en Terranova. El puerto fue fundamental para el establecimiento comercial con el norte de Europa e Indias y, como experimentados hombres de mar, los navegantes laredanos participaron en diversas acciones militares, como la toma de Sevilla. En la iglesia de Santa María se conserva aún una cadena de hierro de la defensa de la ciudad por el Guadalquivir. Los marineros de la Cofradía de San Martín también dieron apoyo logístico y escoltaron las naves de los monarcas españoles y sus familiares cuando partían al norte de Europa y lucharon y arriesgaron sus vidas en guerras como las mantenidas contra Francia e Inglaterra.
La cofradía contaba con una junta directiva presidida por el alcalde del mar, que hoy sería el patrón mayor, máxima autoridad que actuaba como juez en asuntos relacionados con la mar y el comercio de la pesca, con capacidad para imponer castigos. El procurador era quien defendía los derechos de los marineros ante los tribunales y guardaba los documentos. También se nombraban a cuatro diputados que solían ir a los concejos. Como subalternos había dos mayordomos, un linternero, seis atalayeros y dos vendedores, todos ellos elegidos por sufragio directo en la iglesia de San Martín, sistema que se mantiene apegado a la tradición y que aún se mantiene.
Las funciones principales de la junta eran responsabilizarse de los bienes y obligaciones, administrar económicamente la corporación y redactar y velar por el cumplimiento de las ordenanzas.
La supresión
La Cofradía de San Martín, como todas las que entonces existían, se suprimió por Real Decreto en 1866, constituyendo la Sociedad de Mareantes del Puerto de Laredo que en realidad era una continuidad de la anterior, con réplica de sus estatutos y objetivos. En los años veinte del pasado siglo, la Sociedad de Mareantes del Puerto de Laredo se convirtió en pósito de pescadores para la ayuda a los hombres de la mar, de acuerdo con la tradición de sus orígenes y estatutos que se refieren a aportaciones para remediar situaciones de adversidad de los hombres de la mar y sus familias. Se instalaría en el edificio de La Tahona y quedó bajo la tutela de la Administración Pública, perdiendo autonomía. En 1935 se convirtió en una organización de carácter sindical, con importantes modificaciones en su funcionamiento y control por parte de las autoridades, pasando a ser Cofradía de Pescadores de San Martín de Laredo, situación que se mantuvo hasta 1978.
En 1965, en colaboración con el ayuntamiento de Laredo, estableció en los terrenos de Santa Catalina un lugar para que las familias de los pescadores y pescaderas pudieran dejar a sus hijos cuando trabajaran, y en los años cincuenta impulsó la construcción de varias viviendas en el grupo Virgen del Carmelo, grupo San Martín y conjunto residencial de San Antonio. También es tradicional que participe en numerosos festejos de la villa, como la Cabalgata de Reyes y la Batalla de Flores, además de los organizados en honor de San Antonio, Virgen del Carmen, Nuestra Señora, San Roque y San Lorenzo.
La cofradía también contribuyó a la creación de una escuela de pesca en la zona del canto, entre la calle Raimundo Revilla y la calle Garelly de la Cámara, que sería trasladada posteriormente al edificio del Marqués de Valterra, donde también albergaría un hogar juvenil en 1969 y que tras la venta al ayuntamiento de Laredo en 1973 se convertiría en sede de los juzgados. En 1979 la Cofradía de San Martín contribuyó a la construcción de la Casa del Mar de la villa.
Las cofradías de pescadores, aunque hoy conserven tal denominación y sigan guardando esencias y tradiciones de hace siglos, son instituciones sujetas a una legislación bien distinta a aquellas de antaño, sin que nadie dude de que la milenaria de San Martín ha sido el motor principal del desarrollo de Laredo y la que ha perfilado la identidad y el carácter histórico de la villa.
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