La colaboración institucional, clave en el desarrollo de los ecosistemas innovadores que transformarán los territorios rurales

Los ecosistemas innovadores son la base sobre la que se asienta el modelo de desarrollo para las zonas rurales. Un proyecto de futuro que debe iniciarse en el seno de estos espacios, quienes deben tomar las riendas de sus territorios. ¿Y cómo se hace esto? Cambiando las reglas del juego y siendo protagonistas de las decisiones, no meros espectadores.

Una participación vital para poner sobre la mesa la identidad que define a cada lugar. Porque lo rural no entra todo en el mismo cajón, porque cada pueblo, al igual que cada ciudad, tiene unas características únicas que deben aprovecharse.

Por tanto, los planes de desarrollo rural, además de recoger las necesidades que se han detectado como comunes para todos estos territorios, han de dejar un espacio y protagonismo a aquello que define a cada uno de estos espacios.

El objetivo final de estos proyectos es el de reconvertir los pueblos en lugares completos y atractivos para fijar población y actividad económica. Para ello, estos planes deben orbitar en torno a dos cuestiones esenciales que han de desarrollarse en paralelo y de manera complementaria: mejorar los servicios básicos y generar nuevos modelos de crecimiento.

En este contexto, las pymes locales y los emprendedores tienen en sus manos la posibilidad de asumir el cambio y liderarlo. Pero no pueden hacerlo solos. La situación actual de los entornos rurales requiere de una actuación global.

En este marco nace el proyecto Territorio Rural Inteligente, una plataforma integrada por El Diario Montañés, Zwit Project y Next Educación que tiene como objetivo provocar un cambio estructural en el modelo de desarrollo del medio rural.

Para ello, busca el apoyo de expertos en la materia y, sobre todo, la colaboración de diversas empresas e instituciones de ámbito regional y nacional que actúen como una pieza más de este engranaje de cambio.

Y es que, el proyecto tiene la certeza de que esta cooperación tiene un efecto multiplicador en el éxito de las inversiones necesarias.

Una de las últimas entidades que se ha sumado al proyecto es la Cámara de Comercio de Cantabria, que esta convencida de las oportunidades que puede traer a la región esta conversión en el modelo económico rural.

La institución está fuertemente comprometida con el desarrollo y el apoyo a proyectos vinculados con la sostenibilidad, la economía circular o el emprendimiento, por lo que se perfila como un aliado de gran valía para la plataforma.

Entre sus experiencias más notables en la materia cabe citar que lfue la primera institución española firmante de la ratificación del Acuerdo de París de emisiones de gases de efecto invernadero; los más de 1.200 emprendedores que la institución atiende y acompaña de media, anualmente; el programa de responsabilidad social para las empresas de Cantabria, que impulsa desde hace más de 5 años; las jornadas formativas sobre sostenibilidad en los negocios como fuente de atracción para las ventas que acostumbra a realizar; su programa de apoyo al Cálculo, reducción y compensación de la Huella de carbono para las empresas de Cantabria; o la organización del I Encuentro Nacional de Estrategias en Economía Circular en España y Europa.

Toda contribución es bienvenida porque la ambición del proyecto es elevada, ya que abarca 96 de los 102 municipios que hay en la comunidad autónoma.

Plan de actuación

Una vez expuesto el marco teórico, es imprescindible llevar la idea de estos ecosistemas innovadores a la práctica. Y este proceso debe comenzar con la planificación y el análisis de cada territorio. Solo evitando las generalidades y estudiando de manera personalizada las oportunidades y necesidades más urgentes de cada zona, será posible que se desarrollen los territorios rurales inteligentes. Deben observarse las realidades de cada entorno en cuanto a infraestructuras básicas y tecnológicas, servicios sociales, turismo, agricultura sostenible, comercio local...

Y a partir de este estudio definir qué proyectos pueden ser motor económico en cada lugar, poniendo en marcha iniciativas de comercio electrónico, turismo inteligente, áreas industriales, educación online... Todo ello con el objetivo de revitalizar la actividad económica de la zona y generar escenarios de emprendimiento atractivos.

El proyecto abarca 96 de los 102 municipios que componen la comunidad autónoma La conectividad, la digitalización y la innovación permitirán atraer y fijar talento en estos territorios.