Columbia y trabajadores esperarán a un potencial inversor hasta el 1 de mayo

El detalle en absoluto es menor. Se gana tiempo y algo de margen de maniobra sí, pero no tanto como se contemplaba en un primer momento porque Ilunion también necesita certidumbre. No en vano la corporación planteó inicialmente el cierre del centro de trabajo especial y sólo con el paso de las semanas ha ido variando ligeramente su idea inicial. Ahora, con el acuerdo pactado el martes entre las partes, ya ha quedado asumido que si para el 1 de mayo no hay trato con un potencial interesado en quedarse con la unidad productiva campurriana, se procederá a un expediente de despido colectivo como paso previo a bajar la persiana.

Ahora todas las miradas apuntarán a Amica, que lleva tiempo interesada en Columbia, hasta el punto de haber efectuado tiempo atrás una oferta para destinar la planta a tratamiento de residuos. Por eso los sindicatos entienden que aunque apenas cuatro semanas puedan parecer un plazo limitado, lo cierto es que las negociaciones llevan fraguándose desde hace casi un año, sostienen desde UGT.

Además, plantilla y Dirección han cerrado un acuerdo que tendrá que ser asumido por el nuevo propietario. Este movimiento obedece a la constatación de que una negociación a tres bandas estaba demorando el proceso.

Las líneas maestras del pacto pasan por la asunción de un cambio de convenio colectivo para los empleados, que implicará necesariamente una rebaja salarial. La semana próxima, de hecho, se conformará una Comisión con Ilunion para seguir este tema.

Otro matiz será qué ocurrirá si Amica se queda con la planta y el necesario proceso de transformación de las instalaciones. Durante esos meses la potencial compradora podría «encajar» a los trabajadores de Columbia en alguno de los otros centros, aunque al tratarse de un centro especial de empleo, sus trabajadores podrían tener dificultades para desplazarse a otras localidades.

Lo que se pretende, en definitiva, es que ese personal pueda permanecer en Reinosa, por lo que una alternativa podría ser prorrogar el ERTE y favorecer una salida voluntaria del mismo con retorno a Campoo para aquellos interesados en trabajar mientras se completa la necesaria transformación.

Amica confirmó a El Diario Montañés a comienzos de marzo su interés por quedarse con Columbia, pero siempre que la mayoría de la plantilla aceptase esta salida, que supondría el mencionado cambio en sus condiciones laborales.

El comité igualmente pidió la colaboración y mediación del Gobierno de Cantabria en esta operación, de modo que favoreciera una «interlocución directa» con la empresa compradora para acelerar las conversaciones.