El comité de Bridgestone en Puente San Miguel convoca huelga desde el 20 de marzo

En otras palabras, el comité, conformado por UGT, CC OO, BUB y SITB, informó de que ayer se reunió con la Dirección de la planta cántabra para tratar de solucionar «los problemas que durante años vienen siendo recurrentes a la hora de establecer acuerdos y soluciones a los problemas de la plantilla y en muchos casos el trato diferente que sufren los trabajadores de Puente San Miguel respecto a los compañeros de otras plantas».

Como detonante del malestar de la plantilla, «se impone un calendario de producción sin el más mínimo miramiento para los que lo sufren».

Así las cosas, el comité acordó por unanimidad la interposición de dos demandas de conflicto colectivo. Por una parte, una motivada por el mencionado calendario para el actual ejercicio, que según los sindicatos provoca el incumplimiento de los descansos mínimos en el periodo estival, así como la imposición del mismo.

En paralelo, la segunda demanda con la convocatoria de huelga. Esta drástica decisión se sustenta en diversas razones. La primera, «el deterioro de las relaciones laborales», que ha derivado en una falta de acuerdos por vía de la negociación teniendo que recurrir sistemáticamente al juzgado, así como una ausencia de respaldo ante la mutua cuando acuden empleados accidentados o que sufren falta sistemática de atención, lamentan.

Como segunda causa, «la mala gestión de las actas», que lleva a los sindicatos a requerir de forma reiterada que se realicen en tiempo y forma, además de reclamar que se dé cumplimiento a lo que en ellas se manifiesta por parte de la empresa.

El enfado también entronca con «el incumplimiento de los acuerdos en materia de primas de producción». En este sentido, el comité critica que «desde hace años estamos pidiendo que se primen los puestos que son susceptibles de ser primados. No sólo no lo hacen, sino que ahora están dilatando el cumplir el convenio en este apartado con la perdida de dinero diaria que puede ocasionar».

Más importante aún, los empleados de Cantabria denuncian «discriminación de trato y condiciones» respecto al resto de centros de trabajo de España, «aún estando amparados por el mismo convenio colectivo». Como quejas, empleados a los que «no se les reconoce sus labores diarias pese a estar sobrecargados de trabajo, generando estrés y malestar; servicio de botiquín que no cubre todos los turnos de trabajo; gimnasio que se niegan a reabrir pese a que es un acuerdo de todas las plantas; servicio de comedor por las noches; jornada continuada todo el año; acuerdos de calendario para evitar malestar y sufragar posibles perdidas de los trabajadores...».

Respecto a los paros en la fábrica cántabra, «los períodos concretos se irán comunicando en tiempo y forma».

El objeto de la huelga consiste en que la representación de la empresa rectifique su postura y solucione con el comité los asuntos planteados en esta convocatoria.

La Dirección ya ejecutó un ERTE a final de año ante la falta de acuerdo con la plantilla para amoldar la producción.