El comité de BSH insiste en negociar un ERTE para limitar despidos en la planta de Santander

Sobre el escenario de un nuevo ERTE -empresa y comité cerraron en 2022 una regulación motivada por la guerra en Ucrania que expira a final del presente año-, BSH no se cerró en banda, aunque sí dejó claro que el escenario debería ser mucho más duro que en el documento actualmente en vigor.

Respecto a la memoria justificativa, la multinacional repasa las diferentes vicisitudes vividas en Europa y el impacto que han tenido en el mercado de cocinas de gas, nicho donde se especializa la factoría cántabra. El mercado ruso se da directamente por perdido desde el conflicto bélico, pero también se hace referencia a la influencia negativa que para la cuenta de resultados ha tenido el Bréxit en el mercado británico, otro territorio tradicionalmente favorable que ha venido a menos.

Como suele ocurrir en las multinacionales, la competencia también está al lado. Los directivos pusieron encima de la mesa la marcha de una planta en Turquía y sus menores costes.

Según explicó el presidente del comité, Carlos Romero (UGT) en una entrevista el domingo en RNE, el personal no descarta movilizaciones para mantener los puestos de trabajo. El portavoz precisó a El Diario el 20 de octubre, cuando CC OO divulgó la intención de recortes en la empresa, que la estrategia de BSH incluía la posibilidad de otras 20 salidas hasta 2028, que ahora acota a 19.

Todo ello quedaba supeditado a un ahorro de costes que debería arrancar con la negociación de un nuevo convenio colectivo, un proceso que también va a iniciarse en las próximas semanas. En el fondo, según detalló Romero en su momento, «nos han dicho que la estimación de producción para el año próximo es de unos 420.000 aparatos. Este año, con 49 días de ERTE, llegaremos a fabricar unos 380.000». Unos niveles que han venido para quedarse durante los próximos ejercicios y que, en opinión de los gestores, requieren de una estructura inferior a la actual.

El propio Romero insistió este lunes por la tarde, en un comunicado suscrito por todo el comité de empresa, en que «la medida que propone ahora la empresa nos parece precipitada y desproporcionada después del sacrificio del ERTE actual porque, según las propias previsiones de BSH, la fábrica de Santander puede terminar el año siendo claramente productiva, con beneficios y con paz social», agregó.

No sólo eso, sino que matizó que «pese a la caída de ventas y, subsiguientemente de producción, se puede esperar otro año más sin problemas para ver la evolución del mercado pese a la incidencia de la guerra en Ucrania», defendió.

El presidente del comité de empresa de la fábrica santanderina de BSH Electrodomésticos recordó que «hoy se inicia un periodo de negociación de 30 días donde intentaremos que la empresa cambie drásticamente su planteamiento».

«En función de la evolución de esas negociaciones, estudiaremos la opción de iniciar un calendario de movilizaciones porque la plantilla tiene muy claro que no va aceptar los despidos», advirtió.

Romero reiteró las magnitudes productivas trasladadas por la empresa, las mencionadas 420.000 encimeras de gas y eléctricas por ejercicio entre 2024 y 2028.

Aunque la negociación comenzará el jueves, la intención inicial gira en torno a aplicar 29 despidos en el taller y otros 11 en el área de oficinas.