Comité y Dirección de Teka firman el ERTE para la planta cántabra

El documento suscrito entre la Dirección y la representación social igualmente contempla que la compañía abone una indemnización compensatoria hasta alcanzar el 79% del salario bruto de cada empleado.

La hoja de ruta está diseñada para que, a priori, sea el personal de producción el que tenga que recurrir en mayor medida a esta regulación, toda vez que Teka entiende que debe dotarse de cierta flexibilidad para poder acomodar su actividad a las fluctuaciones del mercado, que ya han evidenciado ciclos irregulares, especialmente condicionadas por los problemas en las líneas de abastecimiento de algunos proveedores.

En este sentido, las jornadas de ERTE se aplicarán preferentemente en viernes o en lunes cuando conciernan al área de producción. Para el personal de oficinas y administración las regulaciones se concentrarán en lunes o a inicio de semana.

El de Santander no es el único ajuste laboral que ha puesto en marcha Teka en los últimos tiempos. Sin ir más lejos el fabricante de electrodomésticos de cocina firmó un acuerdo en su centro de Granada.

En paralelo, la compañía se halla inmersa en una negociación con sus principales acreedores para garantizarse un tiempo con el que poder reequilibrar su situación financiera, deteriorada tras el impacto de la pandemia coronavírica. Según avanzó El Confidencial días atrás, el grupo industrial se halla en conversaciones con Banco Santander y BBVA para refinanciar unas deudas que ascienden a 150 millones.

La corporación, presidida por Arturo Baldasano y con unos 4.000 empleados, ha contratado a Ernst & Young para diseñar un nuevo plan de negocio que garantice la viabilidad a futuro. La consultora igualmente es la auditora de las cuentas y advierte del riesgo para la actividad.