El comité de SEG plantea huelga indefinida desde el día 31 en la factoría de Treto

Esta reducción se pretende acometer en varios años a través de diversas fórmulas, desde bajas incentivadas, externalizaciones, recolocaciones y también salidas individuales. En la instalación regional trabajan en la actualidad cerca de 770 personas.

El comité va a convocar mañana a una asamblea a la plantilla para informar de la apertura de negociaciones del nuevo convenio y de la propuesta de comenzar una huelga, lo que definitivamente abriría una nueva etapa en este proceso de negociación que Dirección y sindicatos arrancaron hace cuatro meses. Sin embargo, el pasado lunes las partes dieron por finalizada esta etapa de conversaciones «informales» al constatar la distancia que separaba ambas posturas.

La empresa movió ficha acto seguido y la semana pasada ya envió diversas cartas con la mencionada modificación de condiciones laborales, aunque fuentes de la compañía precisaron a este periódico que se trataba de cambios de puesto y que no tenían influencia en aspectos como el salario, que se mantenía igual. Eso sí, parte del argumentario trasladado a los operarios afectados se centra en la idea de optimizar costes a través de una externalización. «Esta situación permitiría, por un lado, reducir costes y, por otro lado, destinar al personal que en la actualidad presta servicios en el almacén, pero con conocimientos y capacidades para la actividad de mano de obra directa, para dedicarse a la actividad con alto valor añadido y, a su vez, permitiendo mantener el progresivo descenso de la contratación de personal temporal en periodos de mayor actividad».

Estos cambios, según razonaba SEG en las misivas remitidas, «permiten mantener capital humano, reducir la necesidad de puntual contratación de personal temporal y, a su vez, externalizar el departamento», de modo que se consigue «una reducción de costes fijos, adaptar la actividad de almacén a las necesidades cambiantes que se están produciendo sin necesidad de mantener una plantilla fija sobredimensionada», sin menoscabar los derechos laborales de los aludidos.

El presidente del comité, Moisés Huerta, explicó ayer a El Diario que «hemos celebrado un Pleno extraordinario para convocar a la asamblea, a la que llevaremos la convocatoria de huelga indefinida para el 31 de marzo», comenzó.

Asimismo, para la jornada de hoy se ha citado a la Dirección con la intención de empezar a negociar formalmente el nuevo convenio. «Hemos dejado claro que seguimos abiertos al diálogo, pero entramos ahora dentro de otro proceso. Defenderemos lo que hemos estado reivindicando: un plan industrial y de futuro que garantice el empleo y que no haya despidos», anotó.

Hoy mismo, dentro del marco de esos encuentros con el Grupo, el comité se entrevistará con el responsable financiero de la corporación a nivel europeo.

Sobre la convocatoria de huelga, el comité considera que «es la única manera de presionar ahora mismo. Vemos que hay muy poca tensión», agregó el portavoz sindical.

La empresa ha insistido en las últimas semanas en que el plan tiene que incluir despidos. Pese a todo, sugiere un «plan social» con jubilaciones, compromisos para acceder a la jubilación, recolocaciones diferidas, recolocaciones internas y externas, así como bajas indemnizadas. Para esas recolocaciones se pretende rebajar las condiciones del trabajador, ya sea por perder antigüedad o con menos salario. En cifras, se aspira a recortar los costes salariales un 19%.