Secciones
Servicios
Destacamos
Los servicios fúnebres han experimentado una evidente evolución a través de los tiempos, a pesar del poder inevitable e igualatorio de la Parca. En nuestra región contamos también con un importante patrimonio de empresas funerarias históricas, una de las cuales es sin duda la Funeraria ... La Propicia (Ruiz Varela Nereo Hermanos S.L.). Un vistazo a la prensa histórica, esto es, la de hace prácticamente un siglo o algo más, nos acerca a otros servicios que se estilaban entonces para despedir a los difuntos. Para empezar, era frecuente que en la misma primera plana de la prensa aparecieran las esquelas del día, cuyo coste de publicación obviamente no estaba al alcance de cualquiera. Y aparecen términos como 'coche estufa', uno de los varios tipos de carruajes fúnebres que existían, utilizado desde el siglo XVIII sobre todo por gente pudiente, en el que la caja quedaba cerrada por cristales, permitiendo ver el interior. Leemos en su página web que La Funeraria La Propicia-Tanatorio Nereo Hnos. nació de una evolución constante desde que en el año 1900 se fundara por don Joaquín Ruiz Cimiano (Nereo). Y seguimos: «Se trata de un proyecto familiar arraigado durante más de un siglo, con trabajo y una dedicación constante al servicio público de Cantabria. Ser conocedores de tantas generaciones, les proporciona la experiencia suficiente para transmitir la confianza necesaria en unos momentos tan íntimos».
Hoy en día sabemos de sobra que las necrológicas se publican en páginas aparte (a veces varias páginas), que podemos encender una vela vía web o que podemos acceder a una costumbre que, aunque muy presente en las civilizaciones antiguas, no lo era tanto hasta hace poco, como es la incineración. España es el país europeo con el mayor número de hornos crematorios, más de quinientos.
En un ejemplar del periódico matutino 'La Atalaya' de finales de 1910 leemos el siguiente anuncio: «Agencia funeraria La Propicia de Ceferino San Martín. Esta Agencia en su nuevo local tiene un variado surtido de Féretros y Arcas de gran lujo, Coronas, Cruces, Decoraciones y demás accesorios, y cuenta con los mejores Coches fúnebres de primera, segunda y tercera clase y coches-estufa, por contrato, con las señoras Hijas de Horga». Por entonces, y durante varios años (al menos hasta los años sesenta, si mis datos no fallan), tuvo su sede en el número 22 de la Alameda Primera (Jesús de Monasterio). Hacia 1916 ya habían surgido otras agencias de pompas fúnebres, como la de Ángel Blanco, en el número 4 de la antigua calle de Velasco. En 1918 se anunciaba La Propicia en 'El Cantábrico' como la «única casa en esta ciudad que dispone de un lujoso coche estufa. Gran furgón-fúnebre automóvil, para traslados de cadáveres».
Por entonces don Ceferino era «agente funerario de las Sociedades especiales de la Compañía Transatlántica, Ilustrísimo Cabildo Catedral, de todas las Comunidades religiosas de la capital, Sociedades de socorros y otras». En 1929 ya abrió un despacho en Liébana bajo el nombre de 'La Propicia San Martín', lo que indicaba ya una cierta vocación de expansión territorial que desde luego se ha verificado con el tiempo. Hacia 1958 se anunciaba ya la empresa como 'Pompas fúnebres La Propicia Nereo hermanos'.
La gente ya no suele morir en su casa y desde luego no se velan los cadáveres en los hogares; eso pasó a la historia, y los modernos tanatorios podríamos afirmar, salvando su función evidente, que son sitios agradables en los que la muerte parece realmente un tránsito natural y condescendiente, que queremos -es mi opinión- que pase un poco disimulado y rápido. Un artículo de María de las Cuevas en 'El Diario Montañés' de 31 de octubre de 2007 nos recuerda la inauguración del nuevo tanatorio de Nereo Hermanos en Santander, el 1 de enero de 2006. No quiero hacer un comentario facilón sobre la viabilidad del negocio en torno a la muerte, pero obviamente no ha faltado clientela ni a esta empresa ni a las de su competencia: Cantabria fue la comunidad autónoma con mayor incremento de la mortalidad en los primeros seis meses de 2022, un 15,8 por ciento, y cerró 2021 con 6.144 fallecidos. El gerente de la empresa, Francisco Ruiz, aseguraba en 2007 que «no ha habido nadie hasta la fecha que haya manifestado queja alguna. Todo el mundo ha quedado siempre satisfecho con el servicio y el trato, y de esa forma nos sentimos realizados con nuestro trabajo», en el que una parte fundamental es que los clientes «dispongan de todo lo necesario para recibir a familiares y amigos, algunos próximos y otros no tanto, que se reencuentren de una forma confortable e íntima».
Entre otros servicios funerarios, realiza traslados nacionales e internacionales, tramitación de incineraciones y gestión de lápidas. El moderno edificio, en La Albericia, adaptado para aquellas personas con minusvalías, cuenta con cafetería, floristería, doce salas de velatorio y una amplia capilla. De hecho, en la empresa la construcción de un nuevo tanatorio en Santander se destaca dentro de un proyecto llevado a cabo debido a la demanda social. Se conjugan así instalaciones modernas con el sentimiento tradicional de la empresa.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.