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El fin de la moratoria concursal, la devolución de los créditos ICO, la entrada en vigor de la reforma de la Ley Concursal y el contexto de incertidumbre económica e inflación han provocado que los concursos de acreedores se dispararan un 111% en Cantabria ... en 2022, con un total de 137 solicitudes. Es el incremento más severo de toda España, donde la subida nacional fue del 20% de media, hasta las 14.424 en todo el país.
El diagnóstico lo ofrece Trademat, empresa especializada en subastas y liquidación de activos y que, entre otras, pilotó la venta de dos fincas de Sniace el pasado año, que previsiblemente se quedará CaixaBank por 500.000 euros más IVA. Aquellas subastas, en concreto, sólo atrajeron a un único interesado, que registró la mencionada puja minutos antes de su finalización.
Con este nuevo contexto, este tipo de compañías han visto cómo se incrementaba su actividad, de forma paralela al despegue de las solicitudes de declaración de insolvencia. «Se ha juntado todo, es lo que llamábamos hace unos meses la tormenta perfecta. Se dan todas las variables para que se produzca una avalancha de concursos, no puede ser de otra manera», señala el director y cofundador de Subastas Trademat, Luis María Arnaiz.
Desde hace meses, los expertos en administración concursal venían advirtiendo del incremento que estaba por llegar: «Se veía que iba a haber una avalancha, por la subida de los suministros y los materiales, la bajada del consumo, las subidas salariales, el fin de la moratoria, y porque además hay que devolver los créditos ICO», explica.
En el caso de Cantabria, la subida del cuarto trimestre fue tan fuerte que sólo de octubre a diciembre se registraron más concursos, 72, que en todo 2021, cuando se anotaron 65. Si bien todas las autonomías, sin excepción, registraron en 2022 un repunte de solicitudes de concursos de acreedores, algunas como Canarias, Baleares y Castilla y León apenas llegan a incrementos del 10%. A Cantabria, que encabezó las subidas con un alza del 110,8%, le siguen Murcia (84%) y Extremadura (66%).
Según Arnaiz, muchos deudores «lo que buscan al presentar las solicitudes de concurso es que no se declare culpabilidad y evitar derivaciones de responsabilidad al administrador. En los meses anteriores a la entrada en vigor de la reforma de la Ley Concursal este procedimiento era un poco más laxo», detalla.
Además de las cuestiones coyunturales que han desembocado en un alza de los concursos de acreedores, Trademat sostiene que la demanda de trabajo de las empresas especializadas en subastas ha aumentado «por la rapidez y transparencia que supone esta fórmula para quienes quieren vender. La subasta de los bienes procedentes de una sociedad o persona física concursadas es una de las vías habituales para conseguir de manera rápida liquidez con la que abonar las deudas pendientes, y el hecho de realizarlas de manera online y abierta también a particulares ha incrementado las posibilidades de obtener una buena rentabilidad».
A este respecto, Arnaiz sostiene que las insolvencias en Cantabria no se concentran en grandes empresas, sino en personas físicas o pequeños negocios.
Este incremento en la demanda lo perciben empresas como Trademat, que ha organizado varias subastas en Cantabria en los últimos meses. Una de las más conocidas fue la venta de dos fincas industriales en Santillana del Mar y en Torrelavega que pertenecieron a la histórica empresa química Sniace. Actualmente, en su web se encuentran activas las pujas por cuatro lotes de la subasta de Mecanizados Beranga.
La previsión no parece cambiar, y los expertos siguen augurando muchas nuevas solicitudes para los próximos meses. «Ha habido muchísimas empresas que han estado aguantando durante este tiempo porque tenían los créditos ICO, pero el resultado es que ahora son avalistas frente al Estado, con un crédito público que es privilegiado, lo que significa que hay que devolverlo antes que los demás», esclarece Arnaiz.
En cualquier caso, el incremento de las subastas no se explica sólo por el aumento de los concursos. «Para asuntos de herencias o de disolución de sociedades no endeudadas, las subastas siguen siendo una solución rápida y transparente, que además ofrece a los compradores la posibilidad de adquirir bienes a buen precio de forma segura», afirma.
Trademat sostiene que, a diferencia de otros territorios, Cantabria no tenía una crisis clara, hasta que la coyuntura se ha convertido en 'tsunami'.
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