La construcción resurge como actividad al alza para generar empleo en Cantabria

De otro lado, si bien la región sigue muy centrada en el sector servicios, observamos como algunas ocupaciones se abren paso para poder tener relevancia en el medio y largo plazo. Los empleados de logística y transportes; los atletas y deportistas; los operadores de máquinas; técnicos de emergencias sanitarias; oficiales y artesanos; analistas de sistemas y operarios de puntos limpios son las ocupaciones que más crecieron según un análisis desde 2019 a 2022. A estas ocupaciones siguen los repartidores y recadistas a pie; los conductores propietarios de camiones y los empleados de información al usuario.

2022 se ha caracterizado por ser el de la consolidación de la recuperación y de la reforma laboral del RDL 32/2021. La normativa laboral ha incidido con fuerza en el comportamiento de las relaciones laborales, potenciando las estables y cambiando la manera de computar y de clasificar el paro registrado. Reforma que a su vez está en fase de afianzamiento tras la eclosión en su entrada en vigor. Además se ha convivido con un conflicto bélico en Europa que también se ha dejado notar.

Aunque el signo positivo en los indicadores es la tónica general, la repercusión en las actividades económicas ha sido heterogénea. Factores en contra como una reducida dimensión del sector primario e incluso del sector servicios o favorables como una mayor presencia del sector industrial o una pequeña dependencia del turismo exterior, han dado como resultado unos datos que este año no son mejores que el promedio nacional. En el primer trimestre de 2023 las miras ya están centradas en otras cuestiones, en un nuevo escenario de pérdida de consistencia del crecimiento económico, de un conflicto ruso-ucraniano sin visos de solución a corto plazo y con el Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia en plena implementación pero sin percibirse de momento sus frutos.

El informe recoge tres principales indicadores laborales procedentes de registros administrativos confirman la tendencia interanual señalada: disminución del paro un 9,04 %, casi cinco puntos menos que el año anterior; la contratación ha sido el indicador más afectado por la nueva normativa, ha recortado un 14,72 %, debido principalmente a la sustitución de contratos temporales por indefinidos y un incremento (2.36 %) de la afiliación superior al año pasado en medio punto.

Los grandes números de la economía española y cántabra en 2022 han mejorado de manera sustancial en comparativa interanual, aunque con los correspondientes matices sectoriales y geográficos. La última renta per cápita disponible se sitúa en 23.730 euros, todavía por debajo del promedio nacional (25.498 euros). Los indicadores de consumo interno se han recuperado, sobre todo en actividades relacionadas con el turismo, hostelería y comercio (las que fueron más afectadas por la pandemia), así como las importaciones y exportaciones. Por el contrario, el consumo de gasolina y similares, así como de matriculación de vehículos parecen resentirse.

El informe el mercado laboral cántabro recoge este año un modelo predictivo. Así, en el estudio del pronóstico de afiliación, que valora tanto las previsiones en el número de afiliados como en los centros de afiliación, destaca el buen comportamiento de las actividades económicas vinculadas, de una forma más o menos directa al sector de la construcción, que en el ranking de mejores perspectivas copan los puestos primero, segundo, tercero, sexto y séptimo, En total, para 2022, entre todas ellas reúnen más de 28.000 trabajadores, lo que supone el 12,64 % de la afiliación total y el 13,54 % del número de centros. No se trata por tanto de un sector de carácter masivo en términos de afiliación, pero si relevante. La actividad de servicios técnicos de arquitectura e ingeniería, de hecho, es claramente secundaria, con solo 278 afiliados y algo similar la de actividades inmobiliarias. La de construcción de edificios tiene algo mayor de peso, con 752 afiliados.

La actividad económica con mejor puntuación de ajuste al modelo es la de actividades de construcción especializada, que presenta una estupenda evolución en número de afiliados a 10 años, algo menos a 5, llegando este año a los 10.517 afiliados. Su alza desde el 2013 ofrece un valor medio, el 27,11 %. En cuanto a su evolución en centros de afiliación presenta un alza sostenida, con el natural estancamiento de la crisis del covid-19 en la creación de nuevas empresas.

En cuanto los servicios a edificios y actividades de jardinería, presenta un desarrollo casi igual a la anterior, aunque con un peso más reducido en el tejido económico y se diferencia de ella por un número de centros comparativamente menor, es decir, se trata de empresas mayores (respectivamente 8.039 afiliados / 498 centros, frente a 10.517 afiliados y 1.044 centros).

En cuanto a las ocupaciones que van a presentar en 2023 un mayor número de contratos, la mayoría tiene que ver con el turismo. De otro lado están las profesiones vinculadas al cuidado de las personas y se ve una relativa caída de los dependientes de comercio y un crecimiento de los conductores y personal necesario en las redes de distribución de productos, vinculados al incremento del comercio electrónico.

Por último, el informe recoge el indice de rotación (número de contratos por persona) que en 2022 ha sido de 2,54 contratos, medio punto menos que el año anterior. De otro lado, si se mira la estabilidad en el empleo, se ve que la proporción promedio es de 3/4 contratos temporales por uno de carácter indefinido.