Las contradicciones del paro en Cantabria

De fondo, evidentemente, la reforma laboral y los cambios contables que conlleva en el colectivo de demandantes de empleo. El foco puesto en los fijos-discontinuos, que se agolpan por miles en las últimas semanas en las bases de datos del Servicio Cántabro de Empleo (Emcan) pero ya no cuentan como parados. Como referencia para avivar un debate que ya está en la agenda política y en la de los agentes sociales, Cantabria redujo su número de parados en 108 personas de un mes a otro. Sin embargo, la cantidad de demandantes de empleo apuntados en el Emcan aumentó de septiembre a octubre en 1.653 nombres y apellidos.

La mencionada reforma laboral no sólo distorsiona las cifras, sino que igualmente cuestiona la validez de los datos del paro como termómetro fidedigno para seguir la evolución del mercado, cuando generalmente –salvo para algunos políticos– era el parámetro más óptimo frente a la Encuesta de Población Activa (EPA).

El paro real de las personas inscritas como demandantes de empleo que están sin actividad y que no constan como paro registrados son los trabajadores sin empleo y que reciben algún tipo de formación; aquellos que tienen un contrato fijo-discontinuo no activos; y los que tienen una disponibilidad limitada a las ofertas de empleo (demandantes, sin empleo, que indican en su solicitud condiciones especiales de trabajo como sólo a domicilio, teletrabajo, en el extranjero, etc.).

El total de demandantes de empleo sin actividad inscritos en el SEPE en septiembre se repartía entre 33.098 parados registrados; 1.999 como otros no ocupados (formación); 3.086 con disposición limitada; y 1.912 fijos-discontinuos no activos. En total, 40.095 personas.

La réplica de octubre, según el Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE), exhibe 32.990 desempleados (-0.33%); 1.884  otros no ocupados (-6,1%); 3.106 personas con disposición limitada (+0.6%); y, principalmente, 3.768 fijos-discontinuos no activos, un incremento del 97% sólo en un mes, hasta sumar los 41.748 demandantes de empleo reales y sin actividad, frente a los 32.990 contados como parados.  Un total de 8.758 personas inactivas demandantes de empleo que no están registradas como paradas.

El sindicato USO, que ha analizado los datos, señala que la subida del desempleo ha sido de 1.652 personas, el 4,1%. Además, el total de fijos-discontinuos sin actividad asciende en un año un 130% pasando de 1.634 a 3.768. Como complemento, los afectados por un ERTE no están contabilizados como inactivos y son 280 trabajadores en el último mes.

De nuevo con la reforma laboral, la calidad de la contratación. Con una afiliación media en octubre de 177.738 personas en la Comunidad en el Régimen General, sólo el 53,5% del total lo es indefinida a tiempo completo, equivalente a 95.107 cotizantes. Indefinidos a tiempo parcial figuran 24.518 personas (13,7%), mientras que los indefinidos bajo la figura de fijo-discontinuo llegan a 9.113 personas (5,12%) frente a los 3.882 de un año antes.

Los temporales a tiempo completo totalizan 20.871 afiliados (11,7%), un 34% menos que en 2021; mientras que los temporales a tiempo parcial llegan a 7.797, la mitad que 12 meses antes. Para completar, 1.047 aparecen en 'formación y prácticas'; y otros 19.285 corresponden a 'otros'. De las altas del Régimen General 36.567, el 20,5%, son empleados públicos.

Para USO, «la reforma laboral no ha servido para cambiar la estructura del mercado de trabajo pero sí para maquillarla. Las últimas cifras de paro registrado aportadas por el SEPE y que han sido jaleadas y celebradas como 'históricas' por representantes gubernamentales y sus satélites sindicales ocultan solo en Cantabria a casi 9.000 personas inactivas y que están en búsqueda de empleo. Y todo ello porque en este pasado mes 'histórico' es el primer octubre que no existen los vencimientos de contratos por obra y servicio. Lo que ha vencido son los contratos fijos-discontinuos que es la nueva denominación de los trabajadores temporales», sostiene la organización.

Para el sindicato, «con esta nueva regulación el Gobierno ha conseguido su objetivo de meter bajo la alfombra a casi 9.000 parados en Cantabria y a casi medio millón en el resto del Estado a las puertas de un año con doble cita electoral. Por otro lado, este maquillaje deja inservible la estadística mensual de paro registrado que aporta el SEPE como evaluador del mercado de trabajo». Para USO, «el Estado se hace trampas al solitario con estas prácticas».