Las cotizaciones cántabras apenas cubren el 60% del gasto autonómico en pensiones contributivas

De hecho, el estudio presenta a la Comunidad con un déficit de 891,7 millones entre los 1.621 recaudados en ingresos y los 2.515,7 destinados al pago de las diferentes prestaciones. El grueso del gasto lo concentra la partida de pensiones contributivas con 2.223,9 millones.

Un descuadre que pone a la región en elevada dependencia de la solidaridad y la redistribución de renta que favorecen las transferencias desde el sistema de caja única de la Seguridad Social. Completan la partida los campos de incapacidad temporal (197,1 millones); cuidado de menores (31,8); otras prestaciones contributivas (4,9); Sanidad y Mutuas (17,2); y Administración (40,1)

Cantabria es la tercera comunidad con mayor distancia entre lo que aporta y lo que requiere para cubrir sus necesidades en cuanto a pensiones se refiere. En último lugar aparece Asturias, que solamente puede cubrir el 42% de sus gastos; con Galicia a continuación y una tasa del 57%. Acto seguido, Cantabria y País Vasco con la mencionada cobertura del 60%. Tan sólo Baleares, Ceuta y Melilla cuentan con superávit, mientras que Madrid bordea el punto de equilibro con un porcentaje del 99%.

Respecto a las diferentes aportaciones por territorios, los 1.624 millones de ingresos cántabros (1.612,5 de cuotas sociales y otros 11,6 de otros ingresos propios de la Seguridad Social) suponen el 1,22% del total. Sin embargo, los 2.515,7 millones de coste para abonar las diferentes pensiones conllevan el 1,51% de la factura nacional.

Además, un dato relevante pasa por que estas cifras y comparativas se han elaborado tomando como referencia los Presupuestos y Memoria de la Tesorería General de la Seguridad Social relativos a 2021. Es decir, que el diagnóstico no calibra los evidentes incrementos en las prestaciones de los últimos años merced a la decisión del PSOE y Unidas Podemos de mantener la revalorización de las pensiones de acuerdo a la evolución real del IPC, incluso en un 2022 golpeado notablemente por la inflación motivada, entre otros factores, por la guerra entre Rusia y Ucrania.

El déficit contributivo a nivel nacional llega a los 33.373,9 millones, equivalente al 2,8% del Producto Interior Bruto (PIB) de España. Cantabria asume el 2,67% de este desfase. En todos los parámetros la región se coloca por encima del 1% que de término medio significa para el conjunto del país.

El diagnóstico va realizando diversos cálculos añadiendo los diferentes ajustes que añade la Administración para reequilibrar el descubierto del sistema. Por ejemplo, a Cantabria le corresponden 76,9 millones de Transferencias del Estado por complementos mínimos de las pensiones; a lo que también agrega otros 197,4 de transferencias estatales por recomendación del Pacto de Toledo. En cualquier caso, el agujero al final de todo el proceso se mantiene, en el caso cántabro, en 617,3 millones.

El déficit final ajustado de todo el país llega a los 12.166,9 millones, comparable al 1% del PIB. La desviación cántabra supone el 0,5% del total.

Sobre las pensiones contributivas, el análisis de Fedea cifra en 1.332,2 millones los ingresos que se obtienen en Cantabria, 1.320,7 correspondientes a la cuota de contingencias comunes y profesionales; y otros 11,6 de otros ingresos propios de la Seguridad Social. Como gastos, los citados 2.223,9 millones y el mencionado descuadre de 891,7. En otras palabras, los ingresos sólo cubren el 60 por ciento de los gastos en este campo.

Con la subida prevista para 2024 tras la evolución del IPC, la pensión media superará por primera vez los 1.300 euros. Las prestaciones por jubilación rebasarán asimismo la barrera de los 1.500 euros.