David Fernández: «El cliente sí está concienciado de que, gracias a su interés por los productos de cercanía, ayuda a impulsar el medio rural»

Emprendedor, inquieto, cercano y comprometido es como definen sus allegados a David Fernández. Premio Alimentos de Cantabria al Emprendedor en el año 2020, él fue el artífice en 2018 de la primera fábrica de patatas fritas embolsadas del valle de Valderredible, Patatas Vallucas. Desde entonces, el proyecto que vio la luz en Villanueva de la Nía, no ha dejado de crecer gracias a la calidad del producto, convirtiéndose en una empresa consolidada que ha generado puestos de trabajo en su entorno. Asimismo, David Fernández es presidente de la Asociación Calidad Diferenciada Patata de Valderredible, entidad formada por once productores y que recientemente ha impulsado, junto con la Consejería de Desarrollo Rural y la Odeca, el expediente para lograr el sello de calidad IGP para la patata de Valderredible.

–Desde su punto de vista, ¿qué características debe tener un Territorio Rural Inteligente?

–A día de hoy, en el momento que nos encontramos, lo mínimo que debería de tener es una buena red de Internet. Si hablamos de que sea inteligente, entiendo que se debe conseguir, además, que sea un foco de atracción para los ciudadanos pero, sobre todo, debería ser un territorio donde se aprovechen los recursos propios de la zona y donde sus habitantes sepan venderlos. Creo que esa es la máxima inteligencia.

–¿Cómo definiría la situación actual del medio rural?

–Creo que aunque se habla mucho de recuperarlo y de ayudarlo y apoyarlo, la realidad es que estos entornos rurales están en un punto que no es del todo positivo, y se dirigen, digamos, hacia abajo. El otro día salía publicada una información donde se hablaba de la evolución de la población en Cantabria y los pronósticos no eran nada buenos. Aunque en términos generales, iba a descender el número de habitantes en la mayor parte de los municipios, en el caso de Valderredible, que apenas llegamos a los 1.000 vecinos, el pronóstico para el año 2037 era descender más de un 11%, llegando a los 800. Así que es muy difícil ver las cosas con optimismo. La despoblación de estas zonas se presenta como un gran problema que debemos atajar.

–¿No ha contribuido la crisis sanitaria que hemos vivido a mejorar la situación?

–Yo creo que no. El tema del covid lo que ha potenciado es la compra de segundas viviendas en estas zonas. En el caso de Valderredible, que es mi municipio y lo que yo conozco, no ha servido para que la población crezca, no ha venido gente nueva a vivir aquí. Aunque la realidad es que sí se han vendido viviendas, casas casi en ruinas, que llevaban muchos años en venta y que con este interés por los pueblos, se han conseguido vender, pero tal y como te decía, todas ellas son destinadas a segundas viviendas. Pero un aumento de la población no hemos vivido.

–¿Qué actuaciones considera que son prioritarias en su ámbito para impulsar el entorno rural?

–Debería potenciarse muchísimo el emprendimiento en estos entornos. Debemos tener en cuenta que al final las empresas que se fijan en el medio rural, o incluso los trabajos que se que se fijan en el medio rural, están vinculados a pequeñas empresas familiares y contribuir a potenciar la creación de nuevas iniciativas es una herramienta fundamental para la lucha contra la despoblación. En este sentido, uno de los mayores problemas que se encuentran a la hora de emprender son las trabas administrativas. Deberían eliminarse los trámites burocráticos a la hora de emprender un negocio, es importante que todo el proceso sea más sencillo. Por otro lado, y de cara a invitar a posibles emprendedores a comenzar su aventura en alguna zona rural, es importante darle visibilidad. Aquí volvemos un poco al calificativo de 'inteligente' del que hablábamos al principio. Hay que utilizar las herramientas y los recursos de los que disponemos hoy en día para poner en valor y hacer más atractivos a nuestros pueblos.

–¿Cree que es necesario la puesta en marcha de proyectos que contribuyan a transformar e impulsar estas zonas?

–Por supuesto. Pero no podemos olvidar que ese cambio, esa transformación, debe realizarse siempre apoyándose en los propios recursos de la zona.

–Como empresario, ¿qué puntos fuertes tienen los entornos rurales que supongan una ventaja competitiva con respecto a las ciudades?

–Es importante tener en cuenta que las empresas que hemos nacido y desarrollamos nuestro día a día en las zonas rurales estamos en un entorno único. Un ambiente de cercanía, donde nos conocemos todos, y muchas veces eso se presenta como una gran ventaja empresarial. Otra ventaja que veo es que lo rural vende, el cliente final busca cada vez más productos de Km.0, conocer qué hay detrás de esa elaboración, recibir un buen trato por parte del productor… Yo creo que el consumidor sí está concienciado en que gracias a su implicación por estos productos contribuye a mejorar e impulsar el medio rural. Y al final eso, en una empresa como la mía, como Patatas Vallucas, es toda una ventaja.

–Usted ha sido emprendedor en un entorno rural, ¿cómo fue ese proceso y cómo es mantener a flote una empresa como la suya en un entorno como Valderredible?

–Fue un proceso muy lento. El tema burocrático que comentaba antes fue el mayor de los problemas. Nadie va a ir al mundo rural a emprender si le cuesta lo mismo o más que en un entorno urbano. En mi caso, una vez puesta en marcha, el entorno en el que se ubica la empresa hace que nuestro día a día sea sencillo. Yo me fijé en los recursos que tenía la zona, en el caso de Valderredible, unas patatas de gran calidad, y al final ahora estamos a pie de las fincas, podemos trabajar el producto allí mismo, y eso es una gran ventaja. Además, para mí como vecino y empresario, es muy gratificante el haber generado puestos de trabajo en el valle y contribuir, así, a fijar población.

–¿Están los productores abiertos al cambio, a utilizar las nuevas tecnologías, a buscar nuevas vías de crecimiento?

–Sí y no. Los productores que están ahora mismo en pleno relevo generacional, gente digamos con una mentalidad y una forma de ver las cosas más modernas, ya hacen uso de todas las herramientas que tienen a su alcance, ya sea en materia digital, de innovación… Sin embargo, es necesario que los productores más mayores, los más antiguos por llamarlos de alguna manera, se adapten al cambio y se pongan al día en todos los sentidos. Hay muchos aspectos en los que se puede avanzar gracias a conceptos como las nuevas tecnologías como ID+i.

–¿Es necesario un nuevo modelo de apoyo a los productores?

–Yo creo que los productores contamos con un gran apoyo y, especialmente, a raíz del covid. Durante esa crisis todo el mundo pudo comprobar que éramos un sector muy fuerte y esencial. Pero todo apoyo es poco y siempre se puede incidir en ello. A nivel regional, el compromiso de la administración con el sector agroalimentario y con sus productos es bueno y constante.

–¿Puede ser la creación de nuevos nichos de mercado una herramienta para fomentar el desarrollo rural y luchar contra la despoblación?

–Por supuesto que sí, y nuestra empresa es un claro ejemplo de ello. Patatas Vallucas es un caso de éxito de la necesidad de diversificar sectores tan arraigados como es el caso de la patata en Valderredible. Nosotros hemos creado y seguiremos creando unos puestos de trabajo que, como bien te decía antes, son la herramienta clave para poder contribuir a que la gente se quede en el pueblo y, por lo tanto, a luchar contra la despoblación de estas zonas.

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